Let Me Love You ➳ Na Jaemin

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¿Cómo no se me había ocurrido antes? La caseta del árbol, tenía que estar ahí. Estaba claro que con su padre no estaría, conozco a Jaemin y se que no iría allí. El único sitio en el podía estar y del que solo yo y él sabemos de su existencia es la caseta del árbol, la que le hizo su madre.

Donghyuck y yo nos montamos en el coche de Renjun, yo en el asiento del copiloto después de pelear un rato con Donghyuck para que me dejara el sitio. Renjun arrancó el coche y comencé a guiarlo por las calles, aún recordaba el camino por el que me había llevado Jaemin a rastras meses atrás, justo el día que decidimos salir juntos.

Después de varios giros, vueltas, alguna que otra confusión y discusiones entre ambos chicos, llegamos a nuestro destino. Apeamos el coche y miramos en dirección a la pequeña arboleda donde se suponía que estaba la casa.

—¿Estás segura de que es aquí? —me preguntó Renjun no muy seguro de que estuviéramos haciendo

—Estoy segura, me llevó hasta aquí —asentí sin apartar mi mirada del conjunto de árboles —. Está entre los árboles, hay que adentrarse un poco

—Más te vale que no estés equivocada, estos zapatos son nuevos y no me haría mucha gracia que se mancharan —advirtió Donghyuck señalando su calzado con el dedo y alzando sus cejas

—Tranquilo Hyuck —Renjun pasó un brazo por encima de sus hombros —. Si se marchan no será en vano —sonrió —. Al menos eso creo —susurró acercándose a su oído

—Basta de charla —los miré a los dos —. Vamos

Sin más, comencé a caminar en dirección a la arboleda seguida de ambos chicos, los cuales por el camino fueron empujándose y peleando como niños pequeños. No dije nada ya que estaba acostumbraba, convivía con un niño también, un niño que estaba dispuesta a encontrar y recuperar pasara lo que pasara.

Caminamos durante unos pocos minutos hasta llegar al árbol destinado, miré hacia arriba y efectivamente, ahí estaba la caseta. Sonríe y miré a los dos chicos.

—¿Segura que es esa? —preguntó Donghyuck mirando hacia arriba y señalando la cabaña

—Tan segura como sé que me apellido Nakamoto —asentí avanzando hasta las escaleras

Renjun y Donghyuck se miraron algo confusos y se encogieron de hombros para luego seguirme.

Puse un pie en el primer escalón y con las manos me agarré a la cuerda. Comencé a subir poco a poco hasta llegar arriba, cuando llegué miré hacia abajo y vi como Donghyuck y Renjun estaban debajo mío esperando que abriera la pequeña trampilla que hacía de puerta.

—Abre la puerta —me ordenó Renjun mientras que miraba hacia arriba

Asentí con mi cabeza y entonces recordé que estaba cerrada con llave, maldije por lo bajo y recé por que Jaemin estuviera dentro. Toqué la pequeña puerta y esperé a que alguien contestara.

—¿Quien es?

Su voz, Dios mío era su voz.

La alegría que me dio al escucharlo fue inexplicable, rápidamente me apresuré a contestarle.

—Jaemin, soy yo, Ami —contesté con algo de miedo a que me dijera que me marchara

—¿Que haces aquí? —parecía algo molesto y eso no me gustó

—Necesito hablar contigo, por favor Nana —le supliqué en el tono más Dulce y suave que pude

—No me llames más así