Let Me Love You ➳ Na Jaemin

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—¿Quién es?

—¿Quién va ha ser, tonto? Anda abre la puerta —dije para después soltar una pequeña risa por la estupidez de mi hermano mayor

Jaemin, que estaba detrás de mí, me dirigió una mirada de soslayo acompañada de una sonrisa. Yuta tenía razón, tiene una sonrisa hermosa, ¿como nunca me di cuenta de que era tan guapo?

—¡Bienvenidos! —exclamó mi hermano regalándonos una de sus características sonrisas

—Hola Yuta —respondí agarrándole los cachetes —. Ahora para de ser tan adorable, vas ha intimidar a Jaemin —reí

—Lo dudo —dijo mirando a Jaemin con una sonrisa —. No tengo nada que hacer contra él

Jaemin rió agachando su cabeza y después la elevó mientras que se rascaba la nuca —. Gracias por el cumplido, y antes de nada querría pedirte perdón por aquella vez en la que me caí encima de Ami y pensaste que... bueno, ya me entiendes

—Ah, no te preocupes, eso ya es agua pasada, lo que importa es que ahora te portaras bien con Ami ya que sois novios, ¿no? —preguntó mirándonos a ambos

—Em... —miré a Jaemin y me di cuenta de que se podía distinguir un leve rubor en sus mejillas —. Puede ser... —dije sonrojada

—¿Cómo que puede ser? —preguntó con una sonrisa burlona para luego reír —. No importa, ahora pasad que ya está la cena

—Está bien —respondió Jaemin entrando en la casa tras de mí

Yuta cerró la puerta y Jaemin y yo avanzamos hasta llegar al comedor donde ya estaba mi madre colocando los platos.

—¡Hola! —exclamó ella al vernos llegar —. Yo soy la señora Nakamoto, encantada de conocerte, ¿tú eres...? —preguntó mi madre agarrando las manos de Jaemin

—Ah, yo soy Na Jaemin —respondió con una sonrisa y haciendo una reverencia

Como siga sonriendo todo el rato juro que me voy a tirar por la ventana. ¿Pero por qué demonios es tan guapo cuando sonríe?

—Na Jaemin... que bonito nombre —dijo con una sonrisa

—Mamá... —susurré mirándola con mis cejas alzadas y forzado una sonrisa, o al menos un intento de ella

—Perdón... —susurró —. ¿Es que quieres que haga? Es la primera vez que traes un chico de tu edad a esta casa, sin contar a Renjun, claro

—Ejem... —musité —. ¿Por qué no cenamos ya? —pregunté fingiendo una sonrisa

—Por mí bien, me muero de hambre —respondió Jaemin mientras que se acariciaba el estómago

Y en el momento en que se acarició el estómago pude notar como su camiseta se alzaba ligeramente dejando una parte de su piel al descubierto. No sé porqué pero me ruboricé un poco al verlo.

Nos sentamos los cuatro a la mesa, Jaemin y yo nos sentamos uno al lado del otro y Yuta y mi madre enfrente nuestra. Mi madre le sirvió primero a Yuta, después a ella y cuando se dispuso a servirme a mí, Jaemin la detuvo.

—No se moleste, ya le sirvo yo a Ami —dijo con una sonrisa y cogiendo el cucharón

Miré a Jaemin algo sorprendida por su nueva actitud y sin darme cuenta estuve bastante tiempo mirándole, después de unos segundos me di cuenta de que le estaba mirando demasiado y aparté mi vista de él.