1- Próxima parada: Busán

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Narra Libia

Lo último que me esperaba un tranquilo viernes por la tarde era una llamada de nuestra discográfica diciendo que necesitaban vernos el lunes... en Busán. No me dijeron concretamente para qué querían que estuviesemos allí, así que poco pude hacer. Una vez terminada la conversación, colgué y procedí a llamar a Xoel. Cuando nuestro mánager o el jefe de la discográfica nos tenían que decir algo, llamaban a uno de los dos y este luego se lo comunicaba al otro. No lo hacían mediante mensajería porque querían respuesta inmediata, y con mensajes, a saber cuanto tardaríamos en contestar.

A los pocos segundos de marcar el número, me contestó.

Xoel: ¡Hombre, chiquienana! ¿Ocurre algo?

Libia: Sólo mido cinco centímetros menos que tú, deja de llamarme eso.

Lo escuché reirse desde el otro lado de la línea, por lo que yo también me reí.

Libia: Ahora en serio. Me han llamado desde la discográfica. Dicen que quieren que estemos este lunes en Busán.

Él se quedó un rato en silencio, procesando lo que acababa de oir.

Xoel: ¿Cómo que en Busán?

Libia: Lo que oyes. Tiene que ser algo importante para que sea tan lejos. Me han dicho que nos recogen el domingo por la mañana en el aeropuerto, que en avión hasta Busán son casi 14 horas mínimo.

Xoel: ¡¿14 horas?! ¡¿Cómo voy a sobrevivir 14 horas en un avión?!

Me dio la risa al oirle en ese tono de desesperación. Tenía que admitir que tampoco había estado yo nunca tantas horas en avión, pero algún día tenía que pasar.

Libia: Habrá comida, habrá baño... Todas tus necesidades vitales las podrás satisfacer. Piensa que yo lo tengo más complicado que tú. No aguanto estar mucho tiempo sentada en el mismo lugar.

Xoel: También es verdad. ¿Sobre qué hora llegaríamos a Busán?

Libia: 14 horas son más de medio día. Aunque nos fuesemos por la mañana temprano, llegaríamos por la tarde-noche.

Xoel: ¡Qué perezaaaaaaaaaaa!

Libia: ¡Venga, Xoel! ¡Pensemos que luego este agotador viaje merecerá la pena!

Xoel: Como sólo sea para que patrocinemos una marca de patatas les pienso meter la cara en agua hirviendo.

Libia: ¡Jajajajajaja! ¡Xoel, para esas cosas no nos harían viajar tanto!

Xoel: Esperemos.

Libia: Al menos nos han avisado con tiempo. Tenemos lo que queda de día y el sábado entero para hacer la maleta. Han comentado que es posible que no estemos poco tiempo ahí, así que llevaré varias prendas de ropa.

Xoel: Okey. ¡Gracias por avisar!

Colgué y estuve acariciando un rato a Rody, mi perro de raza pitbull, quien acababa de subirse al sofá en el cuál estaba sentada.

El domingo llegó más rápido de lo que me imaginaba. Repasé si lo tenía ya todo listo: maleta, casa limpia, mascotas con comida, había llamado a una amiga para que se quedase en la casa a limpiarla y cuidar de mis mascotas... Lo tenía todo. Salí a la calle y pedí un taxi al aeropuerto. Una vez allí, me encontré a Xoel.

Xoel: ¡Liby, venga, que nos vamos a Busán!

Libia: Me sorprende que estés tan entusiasmado cuando el viernes se te quitaron de golpe las ganas de vivir.

Xoel: Ah, bueno, es que me puse a pensar y... ¡14 horas de vuelo no suenan tan mal!

Libia: Te has traído la Nintendo Switch, ¿verdad?

Xoel: .

Ambos nos reímos. Poco rato después apareció Harry, uno de los empleados de nuestra discográfica con el que teníamos confianza.

Harry: ¡L-Zeck! ¡Menos mal que habéis venido! Por un segundo pensé que no íbais a aparecer.

Xoel: ¡Pues claro! ¡Tiene que ser algo importante para que nos hagais ir a Busán!

Libia: ¡Oye, esa frase es mía!

Harry: ¡Jaja! Venga, el jet nos espera.

Empezamos a ir en jet privado para viajar a otros paises cuando la gente ya empezó a reconocernos en público. Las 14 horas de vuelo se hicieron más pesadas de lo que me hubiera gustado. Menos mal que Xoel se había traído la Switch y estuvimos algunas horas jugando, haciendo que ese período de tiempo se nos hiciera más corto.

Una vez aterrizamos en Busán, a los minutos nos recogió un uber y tardó unos minutos en llevarnos a un edificio bastante grande y bien decorado.

Harry: Este es vuestro hotel. Ya es de madrugada, y tenéis que estar agotados.

Libia: La verdad es que sí. Yo empiezo a encontrarme cansada ya.

No pasó gran cosa lo que quedó de día. Entramos al hotel, nos cambiamos y nos fuimos a dormir a descansar del largo viaje. Harry dijo que al día siguiente volvería a recogernos para llevarnos a otro edificio de la ciudad. Me metí en la cama del hotel lo más rápido que pude para descansar lo máximo posible. Había sido un largo viaje. ¿Para qué querían que fuésemos a la otra punta del mundo? La intriga me mataba.

Se hizo de día. Xoel y yo volvimos a la puerta del hotel donde, como no, nos esperaba Harry en un coche. Nos apresuramos a meternos dentro.

Harry: Venga, que nos tienen que estar esperando.

Una vez estábamos todos dentro, el vehículo arrancó. En el trayecto, me limitaba a observar Busán por la ventanilla, mientras Xoel intentaba que Harry dijera para qué nos habían traido. No duró mucho el viaje. Sólo cinco minutos. Harry aparcó enfrente de un edificio bastante alto, pero no podíamos decir con exactitud de qué se trataba.

Xoel: ¿Dónde estamos?

Harry: Chicos, aquí es donde se resolveran todas vuestras dudas sobre el viaje. Estamos en el edificio de M Studio, una de las discográficas más importantes de Corea.

Libia: ¿De las más importantes de Corea? Madre mía...

Xoel: Pero no es nuestra discográfica. ¿Qué hacemos aquí?

Harry: Una vez más, todas vuestras dudas serán resueltas ahí dentro.

Gira mundial (K/DA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora