18- Ataque

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Narra Xoel

Nos acabamos durmiendo casi a las tres de la mañana, y al final se acabó cumpliendo la predicción de Libia. Al día siguiente, estábamos demasiado cansados como para salir y pasear por la ciudad. Decidimos quedarnos en el hotel hablando y ensayando nuestro canto.

Xoel: "I hear you calling me at night, whenever wi-". ¡Libia, canta conmigo! ¡No me dejes solo!

Libia: ¡Ah, perdón! Estaba mirando las pantallas de las calles.

Akali: Cualquiera diría que no ves muchas pantallas de esas.

Libia: Pues no, la verdad es que no. Lo más parecido a esto que pude ver fue en un centro comercial de Inglaterra.

Xoel: Yo lo más parecido a eso que pude ver fue la pantalla de la frutería de mi pueblo, que encima parpadeaba cada cinco minutos.

Evelynn: Jejejejeje. Se nota que nunca habéis salido de Europa.

Xoel: Pues no, la verdad. Pero algún día nos tenía que llegar.

Y como no, no podían faltar mis sugerencias cuando se acercaba la hora de la comida.

Xoel: Bueno chicas. ¿A quién le entra un McDonald's?

Libia: Ya tardabas.

Xoel: ¿Qué? Estamos en Estados Unidos. Aquí hay un McDonald's en cada esquina. Hay que aprovechar.

Ahri: Si tu supieras cómo procesan la carne ahí.

Libia: Tengo una amiga que se hizo vegetariana después de ver un documental de cómo trataban al ganado las grandes empresas como McDonald's.

Xoel: Lo siento, pero no me puedo hacer vegetariano. Adoro el sabor de la muerte.

Akali: ¿Esa frase no es de Los Simpsons?

Xoel: Puede que sí, puede que no.

El día y medio que nos pasamos en el hotel fue más o menos así. Todo tranquilo, sin nada nuevo. Cuando nos quisimos dar cuenta, el día del concierto había llegado. Estábamos los seis en el backstage terminando de arreglarnos.

Libia: Hay mucha más gente de la que había en el aeropuerto.

Kai'Sa: Supongo que no todos estaban dispuestos a estar esperando durante un buen rato en la madrugada en un aeropuerto.

Akali: A eso súmale que puede que algunos de ellos vivan en la otra punta de la ciudad, por lo que no les renta.

Evelynn: O incluso en la otra punta del país. Tiene que haber gente de muchos estados.

Xoel: Creo que hay hasta canadienses.

Al poco rato, alguien tocó a la puerta.

Kai'Sa: ¡Adelante!

Entró el mismo hombre de seguridad que nos recibió en el aeropuerto.

Seguridad: Ya casi es la hora. Van a encender las luces pronto.

Kai'Sa: Vale. Gracias por avisar.

El de seguridad se fue sin decir nada. Terminé de arreglarme la chaqueta y miré a las demás para ver si estaban listas. Parecía que sí.

Xoel: ¿Vamos entonces?

Ahri: A por todas.

Ellas iban a ser las primeras en salir. En teoría Libia y yo podríamos quedarnos en el backstage esperando nuestro turno, pero preferiamos observarlas. Finalmente, llegamos al lado del escenario.

Libia: ¡Suerte, chicas!

Xoel: ¡Seguro que os sale genial!

Ahri: ¡Gracias!

Casi al instante, las cuatro salieron al escenario. Poco después de que se posicionaran, las luces se encendieron y el público empezó a gritar. Hicieron una pequeña presentación y empezaron con las canciones. Mientras tanto, Libia y yo nos sentamos en unos taburetes.

Xoel: ¿Cuántos conciertos nos quedan después de este?

Libia: Creo que solo uno. Kai'Sa me dijo que este era el penúltimo.

Xoel: Wow, se me ha pasado rapidísimo. Parece que fue la semana pasada cuando el jefe nos llamó para ir a Busán.

Libia: Yo no diría que se me ha pasado tan rápido. No se, no he estado pendiente del tiempo.

Xoel: Bueno, ¿te recuerdo que las primeras semanas estuviste con unos nervios que no sé cómo no te desmayaste ni una sola vez?

Libia: No me lo recuerdes, por favor. No fue una experiencia muy bonita.

A ratos hablando, a veces observando a las chicas. Hacíamos eso todos los conciertos, ya que salían ellas primero siempre, pero nunca nos aburríamos. De hecho, podríamos estar horas observándolas. Después de varias canciones, se despidieron del público y volvieron a donde nosotras.

Akali: Vuestro turno.

Ahri: Son un público muy bueno. Seguro que os va bien.

Xoel: ¡Claro que son buenos! Si hasta vinieron a recibirnos en el aeropuerto.

Libia: Venga, que nos están esperando.

Kai'Sa: ¡Suerte!

Nuestro turno. Las luces se apagaron un momento cuando ellas salieron para que nosotros nos pudiésemos posicionar. Y una vez en nuestros puestos, las luces se encendieron. El público volvió a gritar al vernos. Al rato, empezamos a cantar. Al público parecía gustarle. En cierto momento, Libia y yo dejamos de cantar y extendimos nuestros micrófonos al público para que ellos siguiesen la canción. Esos momentos eran oro. Sentíamos que éramos uno con los fans. Nos lo pasamos tan bien en el escenario que casi ni nos dimos cuenta de que ya habíamos cantado todas las canciones que nos tocaban. Ojalá hubiésemos podido cantar más. Como hacíamos en todos los conciertos de la gira, K/DA se unió a nosotras al final del concierto para despedir al público.

Xoel: ¡Habéis sido un público maravilloso!

Ahri: ¡Muchas gracias!

Libia: ¡Gracias por todo, Nueva York!

Miré al público. Algunos aplaudían. Otros saltaban con las manos levantadas, queriendo que notemos su presencia. Desde luego, estaban contentos. Pero algo ocurrió.

Con el rabillo del ojo, noté que alguien de las primeras filas echaba el brazo hacia atrás. Me pareció extraño, pero entonces volvió a echar bruscamente el brazo hacia delante y me di cuenta de lo que estaba haciendo: nos había lanzado algo. Aunque a primer vista no pude ver lo que era, pude ver por un instante la dirección a la que iba el objeto...

Xoel: ¡Ahri, cuidado!

Mi cerebro actuó por sí solo. Como un acto reflejo, me puse delante de ella. Justo cuando me planté, sentí el objeto impactar en mi frente y romperse. Era de cristal. Seguramente una botella. Aturdido por el golpe, caí hacia atrás. Por suerte, Ahri pudo agarrarme, evitando mi caida y que me hiciese más daño.

Ahri: ¡Xoel!

Los aplausos y vítores fueron sustituidos por gritos. Pero no gritos de emoción, como al principio del concierto. Sino gritos de horror. Poco después de caer, al dolor del impacto se le sumó una sensación líquida y cálida. No necesitaba mirarme para saber que estaba sangrando. La hemorragia, el golpe, la confusión... Empecé a sentirme mareado, y mi vista se iba nublando. Mientras Ahri me agarraba, las demás se acercaron con una cara de extrema preocupación.

Libia: ¡Xoel!

Pude ver a Libia arrodillarse al lado mía rápidamente, agarrándome del brazo con una expresión angustiosa y pareciendo que estaba a punto de llorar...antes de perder la conciencia.

Gira mundial (K/DA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora