Intercambio de Corazones 6.5#LR

Capítulo extra: Trátame bien.

—Siento que estamos haciendo una gran tormenta de un insignificante grano de arena con todo esto —se quejaba Boris mientras subía las escaleras del edificio, había intentado de convencerme para que tomáramos el ascensor, pero, para estar embarazada otra vez, me sentía llena de energías—, y no me siento bien dejando a Ro solo en casa de tus papás, va a extrañarnos.

—Deja de quejarte, solo serán unas horas, las que nos cuesten para sacar a tu tío del agujero negro en el que debe estar ahora.

—No creo que esté en ningún agujero negro ¿Aburrido? Eso seguro, pero...

—Pero —lo corté—, su esposa lo dejó y ahora su hija va a pasar su primera noche fuera de casa ¿Cómo te sentirías tú en su lugar?

—Nunca lo sabré, porque no iras a ningún maldito lado, princesita.

Le rodé los ojos, aunque era un poco lindo lo que estaba diciendo.

—Bien, pero un poco de empatía no le hace mal a nadie, sobre todo cuando hablamos de la familia.

—Hace mal cuando nadie nos está llamando para ir en un rescate innecesario.

—Shh... —lo hice callar cuando llegamos al quinto piso, a ya a pocos metros de la puerta del departamento de Bal—. Algo no anda bien.

—Oh, por mis miles de espermatozoides —dijo con exasperación, llevándose una mano a la frente.

—Mis instintos maternales me dicen que algo turbio está pasando dentro de este departamento —dije, con total seriedad, y acercándome silenciosamente a la puerta hasta lograr pegar mi oreja a ella.

—Ya me estoy identificando con Bal, te pierdo mujer, por tus delirios de adivina.

—Oh, por dios, creo que lo están haciendo —le informé, escuchando algo muy parecido a un gemido femenino.

—Princesa —Boris me miraba con fastidio—. ¿Podemos dejar de inmiscuirnos en la vida sexual de mi tío? Cosa que dudo que tenga, pero aun en el milagroso caso de que sea así, Sofí le dijo que debían comenzar a ver a otras personas, así que no está haciendo nada malo. Además, aunque la rubia no le hubiese dado la luz verde, están separados, hay que respetar eso.

—Ah-ha —dije en negación y hablando en susurros—. Ella dijo que quería que Bal comenzara a salir con alguien más, para que la olvidara, porque quiere que la odie. Eso es lo que está pasando, Sofí está siendo rematadamente estúpida por lo que sea que ese viaje aún más estúpido signifique y cree que siendo mala le hará más fáciles las cosas a tu súper estúpido tío.

—Creo que no tiene nada de estúpido que rehagan sus vidas, pero sí lo es que nos metamos en esto.

—¿Por qué demonios eres tan negativo al respecto?

—Porque los barcos necesitan viento en contra para navegar.

Le fruncí el ceño, sin saber de qué iba la analogía.

—Los voy a interrumpir —le avisé.

—Roma, n... —se llevó las manos a la cabeza, siendo un completo exagerado, cuando le di unos fuertes golpecitos a la madera de la puerta del departamento de Bal.

Mi deber era velar por los intereses de mi amiga.

Un ruido sordo, como de alguien cayendo al piso, un quejido y algunos minutos después, un despeinado y agitado Bal, sin camiseta y con un sospechoso delantal de cocina, estaba abriéndonos la puerta, frunciéndonos el ceño como si fuésemos predicadores de la palabra del señor y él ateo.

—Ustedes no son la mamá de la amiga de Nena —miró a nuestro alrededor, como buscando algo o a alguien — y tampoco traen a mi hija ¿Qué demonios hacen aquí?