Desperté en la cama de un hospital, en una habitación con luces brillantes, y conectado a unas máquinas, ya no estaba en ese oscuro y húmedo sótano que olía a muerte donde lo único que tenía para pensar era: ¿Cuándo vería a mi familia? ¿Podría volver a verla alguna vez? ¿Iban a matarme en ese lugar?
Nunca supe si Sofí había entregado a Nena a su abuelo, esperaba que no, que hubiese tomado a la niña y se hubiese ido lo más lejos posible, pero cuando entró una enfermera, cargando a mi Nena en sus brazos, secundada por un oficial de la policía de Miami, entendí que nada de eso había pasado.
La enfermera se sentó junto a mí en la cama y puso a Helena sobre sus piernas, la niña se veía asustada y eso no era común en ella, tenía los ojos irritados y aun había lágrimas brillando todo el camino hacia abajo por sus mejillas.
—Señor Rodríguez, soy el oficial Pereira del departamento de policía de Miami —se presentó el único otro hombre en la habitación—. Sé que este no es el mejor momento, pero necesito hacerle algunas preguntas a usted y a su hija.
Estaba golpeado y algo adolorido, pero tenía a mi hija aquí, solo faltaba Sofí y tal vez a eso se refería con que no era el mejor momento, mi estómago se revolvió vertiginosamente y miré a Nena buscando respuestas en sus ojos tan parecidos a los míos, pero solo veía tristeza, horror y miedo.
—¿Dónde está mi esposa? ¿Y el bebé? Están bien ¿no es así?
—Señor Rodríguez... —me llamó la enfermera con una mirada de lástima—. Tiene que tranquilizarse.
—Estoy tranquilo —dije, frunciéndole el ceño.
Pero entonces me fijé mejor en mi hija y ella no lo estaba, estaba alterada y cuando la enfermera me la pasó noté que su cabello tenía unas pocas manchas secas de lo que parecía ser sangre ¿Qué demonios había pasado?
—Nena —la sostuve entre mis brazos—. ¿Te hicieron daño?
Negó con su pequeña cabeza rubia y me miró con esos enormes ojos llenos de angustia.
—Quiero ver a mami...
—Su hija ha pasado por una experiencia... traumática —me explicó el oficial—, puede que aun esté en shock.
—¿Qué sucedió?
—Es la única testigo de un asesinato.
♥♥♥
—No quiero ir con él, mami, es una mala persona. Yo sé que dices que las malas personas y buenas personas no existen, que todos somos un poquito buenos y un poquito malos... pero él es solo malo, muy malo.
Lo sabía, tan bien como ella.
—Solo serán unas horas, mariposita, él te llevará y entonces algo muy malo le va a pasar, cuando eso suceda, quiero que te escondas, que no mires, que no intentes ayudarlo —me partía el corazón tener que involucrarla en esto, pero era el único camino que nos quedaba.
La única forma en la que él mismo había querido que fuesen las cosas.
—Él dice que somos iguales ¿eso es cierto? ¿Soy mala también, mami?
—No, amor, no eres ni un poco parecida a él. Eres como tu papá, buena, linda y tan valiente ¿Serás valiente por tu papi y por mí?
Ella asintió, viéndose un poco más tranquila, pero no demasiado.
Mi abuelo había estado visitando a Nena, tratando de lavarle el cerebro para llevársela con él de buena gana, pero solo había conseguido que mi inteligente niña no hiciera más que despreciarlo y repudiarlo. Las cosas no se estaban dando como quería y por eso había decidido que se la llevaría ahora, venía en camino para recogerla, era nuestro último día juntas.
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Intercambio de Corazones 6.5#LR
Literatura Feminina¿Cómo explicar que, no quieres, pero debes dejarlos? ¿Cómo hacer que entiendas que no es que hayas dejado de amarlos, sino que es por lo mucho que te importan que tienes que hacer esto? No puedes, no debes decir nada porque intentaran detenerte, q...