Guerra de viners (Jerome Jarre, Cameron Dallas, Nash Grier)

Capítulo 4. Arreglalo como puedas

Rápidamente me deshice del agarre de Nash y corrí hasta llegar a mi habitación, cerrando la puerta con cuidado para no despertar a Jerome ni a Cameron. Mierda mierda y más mierda, ¿qué pasa contigo Anna? ¿ solo sabes liar las cosas aún más? Necesitaba algún consejo así que cogí mi móvil y abrí la aplicación de Skype. Busqué entre mis contactos hasta que apareció el nombre de Kattie. Le di al botón de marcar y esperé que alguien contestase. Obtuve dos intentos fallidos este que Kattie me contestó, necesitaba hablar con ella más que nunca, sus consejos siempre me habían servido de gran ayuda y estaba claro que ahora mismo los necesitaba. De repente, apareció la cara de mi mejor amiga en la pantalla del movil, dedicándome una de sus tan reconfortantes sonrisas.

-¿Que pasa contigo? Creí que ya te habías olvidado de mi pedazo de perra

-Eso nunca- Reí ante su comentario. Era la única persona que podía llamarme perra u otra cosa peor y no enfadarme con ella.

- Te veo preocupada, ¿te pasa algo?

-No han dejado de pasarme cosas desde que llegué aquí.- Empezé a contarle detalladamente a mi amiga todo lo que había pasado desde que había aterrizado en Nueva York, mientras ella me observaba atentamente. Cuando terminé tenía la misma cara de preocupación que, seguramente, tendría yo en esos momentos. -Bueno, ¿y que puedo hacer?

- Dios mío llevas solo un día allí y ya has besado a Nash Grier... ¡Estoy tan orgullosa de ti!

-¡Eso no me ayuda en nada sabes! Me siento una fresca

- Porque lo eres- Dijo Kattie guiñándome un ojo. Cada vez me estaba poniendo de peor humor

-Te había llamado para que me ayudaras pero ya no te molesto más- Iba a colgar la videollamada cuando me frenó

-Hey espera, solo era una broma. Cálmate y escúchame.- Me incorporé en la cama dispuesta a oír su gran consejo.- Arreglalo como puedas.

-¿Perdón?- Tenía que estar de broma, ese era el peor consejo que me habían dado en todos mis años de vida, si es que a eso se le podía llamar consejo. - Se supone que tu dabas buenos consejos

- ¿Que quieres que te diga Anna? La has cagado bien cagada y tienes que hacer algo, no se el que, pero algo que mantenga a todo el mundo a tu favor y no en tu contra. Debo colgar pero ya hablaremos más tranquilas. Te quiero, mucha suerte.

-Pero...- Demasiado tarde, ya había colgado la llamada y ahora estaba desorientada, ¿que podía hacer? Antes de poder seguir pensando alguien llamó a la puerta sacándome de mis pensamientos.

-¿Puedo pasar o quieres seguir huyendo de mí?- Mierda, y ahora como podía arreglar todo este tema con Nash.

-Pasa. - La puerta se abrió con timidez y me dejó ver a un Nash que al igual que yo, no sabía como arreglar el asunto.

-Tu dirás- Esperaba no haber sonado muy borde, no quería joder aún más las cosas

-Pues eso, que ayer estaba borracho y no se que me pasó, y que lo siento.

-Yo también estaba borracha, y siento haberte seguido el beso.

- Bueno, tengo que ir a por unos cafés al Starbucks de la calle de enfrente, así que en un rato vuelvo.- Y sin más se fué de mi habitación y desapareció del pasillo. Apoyé mi espalda en una de las paredes del pasillo y respiré, por fin sin problemas. Aunque una parte de mi no paraba de preguntarse si Nash pensaba que había sido un error besarme. "Estaba borracho y no se que me pasó" ¿Eso significaba que se arrepentía?