Sechsundzwanzig / Dvadtsat'shest / Veintiseis / Twenty six

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Louis nunca había sonado el claxon tan fuerte y tan rápido como lo había hecho en ese momento para ahuyentar a todas las personas en el puente que pudieran meterse en su camino, aunque la imagen de un auto a gran velocidad, para muchas, era suficiente para apartarse. Pasaron el puente y ya estaban casi a la par del misil, a unos metros en realidad, gracias a la vereda que iba de frente.

-Falta poco, falta poco -dijo Harry, cerrando un ojo y ajustando su mira. No podía fallar, no había opción.

Louis podía escuchar el latido de Harry acelerarse, incluso casi podía sentir la concentración bajo la que el alfa estaba, hasta que disparó y el arpón se clavó en el misil, asegurándose.

- ¡SÍ! -exclamaron ambos, sonrisas extasiadas en sus rostros.

La emoción se le contagió a Louis, esa energía y determinación que Harry despedía en esos momentos, lo ayudaba a mantener al margen el dolor que sentía en su abdomen bajo, y en toda la sangre seca en su ropa. Harry debía de estar con la mente a mil por hora tratando de salvar al mundo como para no haberlo ya olido.

-Ojalá tuviera una cámara -gruñó Harry, sonriendo de medio lado.

Louis lo miró brevemente antes de continuar con su vista en la pista.

- ¿Para qué?

-Porque esto será irrepetible -le respondió Harry y abrió el paracaídas de su traje.

Rodó los ojos internamente, por alguna razón, Niall había pensado que la bandera de Inglaterra de tan enorme manera sería algo bueno. Louis lo miró volar e irse mientras él continuaba conduciendo. El alfa flotó por los aires, hasta que, con movimientos expertos, pasó al lado de los edificios de la ciudad que bordeaban el río, hasta que logró acercarse al misil y estar por encima de este. El problema era que se venia un puente a unos pocos metros, y a gran velocidad, no significaban buenas noticias. Se soltó del paracaídas y la maleta que lo ataba a este, colgándose del gancho y bajando rápidamente por la cuerda que lo unía a la plataforma sobre la que estaba el misil avanzando. Poco a poco veía el puente más cerca y realmente se mataría a sí mismo si llegaba a golpearse con el puente, pero logró caer donde se había anclado el arpón con un fuerte golpe, pero nada de lo que quejarse por el momento. Louis, desde el otro lado y aún conduciendo el auto no pudo evitar gritar de emoción, sin embargo, eso ocasionó que se cogiera la herida de bala con dolor ante esa acción y el auto se moviera de un lado a otro hasta que logró tragarse su incomodidad y seguir. Si no se hubiera aplicado presión desde el inicio, probablemente ya estaría desmayado, o incluso muerto por la pérdida de sangre, pero había logrado atarse una tela vieja alrededor de su cintura mientras Harry recibía todo el equipo de Niall. No dudaba que se hubiera infectado ya, solo esperaba poder durar lo suficiente para ser de utilidad para el mundo, para que todo a lo que había tenido que hacer la vista gorda mientras estaba en Anarquía 99 fuera, al menos, mínimamente perdonado, para poder ayudar a su alfa, porque él ya lo sabía desde que lo había besado por primera vez, Harry no era cualquiera, y nunca lo sería.

Harry se arrastró a través de la plataforma con dificultad, acercándose al panel de control más lento de lo que hubiera deseado. Lo que ni él ni Louis sabían era que tres aviones caza estaban acercándose, a menos de 5 minutos del blanco, preparados para destruir no solo a La Noche Silenciosa, sino también todo lo que fuera necesario para salvar al mundo.

El agua le caía a cantidades debido a la velocidad a la que iba el misil, por lo que la plataforma estaba increíblemente resbalosa. Se hubiera caído por el lado derecho de no haberse cogido de un palo que sobresalía verticalmente.

Se acercó al panel, su mente a mil por hora. Se percató de una manija debajo de él que, la girarla, habría la tapa hermética del panel de control. Este tenía pequeños botoncitos y luces de colores que aturdieron a Harry. La presión del momento lo hacía o pensar y actuar más rápido, o quedarse en blanco. Pero no podía rendirse ante la segunda opción, no podía existir en su mente esa idea si quiera.

Claro que una cosa era decirlo y una cosa era hacerlo, especialmente cuando la delantera de la plataforma se abrió, revelando una compuerta, y, por consiguiente, varios misiles que se elevaron en sus portadores lentamente, girando, preparándose para el lanzamiento.

Se le acababa el tiempo.

Harry cerró la puerta por el pánico y se acercó a los ahora visibles misiles. Sus ojos trataban de captar todo y sus manos se movían sin saber qué hacer. Tres de los misiles se posicionaron y parecían listos, un pequeño movimiento y volarían para destruir el mundo. El líquido del misil central se convirtió a verde mientras un pitido de advertencia sonaba.

Y Harry no tenía la menor idea de qué hacer.


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El siguiente capítulo es el último oficialmente. De ahí un epílogo con sorpresas y esta aventura habrá terminado.

Prepárense.

-PJ4

Anarchy 99 ~[En Edición]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora