Zwanzig / Dvátsat / Veinte / Twenty

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Harry escuchó unos golpes en metal y supo que debía irse de su escondite. Guardó sus binoculares, cogió su maleta y sostuvo su arma, lista para cualquier cosa. Él estaba en el piso de abajo, por lo que, al escuchar dos voces dirigirse hacia donde él estaba, se dio cuenta que no podía salir por dónde había entrado. Miró a todas partes en busca de una salida o escondite. Dirigió su mirada hacia el techo. Los pasos se hacían más cercanos. Entonces, se le ocurrió. Para cuando los dos guardias armados llegaron, Harry, tal cual parásito o polilla, estaba pegado en el techo, sus músculos tensos.

-Necesito comer algo, hombre, este trabajo es de lo peor -dijo uno de los guardias.

Cogieron un par de panes y antes de que su compañero pudiera responder, en un intento de Harry por acomodarse, cayó tierra en el hombro del guardia debajo suyo.

Bueno, las cosas se pondrían interesantes.

Se dejó caer encima de ellos cual araña y al instante noqueó a uno que le sirvió de colchón. Sin embargo, el otro logró llegar a la alarma antes de que Harry pudiera también noquearlo con algunos puñetazos.

Al escuchar la alarma, el corazón de Louis se detuvo.

No, no, no...Harry, por favor....

- ¡VAYAN A HABERIGUAR QUÉ SUCEDE! -le ordenó Tigr a su hermano y otro de sus hombres.

Harry corría por su vida entre pasillos confusos, con la alarma sin dejar de sonar. El alfa maldijo para sus adentros, giró el almacén de sus balas y cambió a las normales. Tres disparos y la alarma murió.

Las luces se apagaron al instante y las de emergencia se encendieron, una tonalidad rojo sangre tiño el ambiente.

Los olió antes de escucharlos, pero ya los tenía a sus espaldas. De dos a tres escalones subió una escalera y los disparos casi lo alcanzaron, pero se escondió tras un muro y esperó.

Silencio.

Sus atacantes debían de estar evaluando la situación.

Sacó el seguro de su pistola y les disparó rápidamente, pero supo que no les había dado al no escuchar ningún grito de dolor. Los hombres le volvieron a disparar y para cuando se detuvieron a recargar sus armas, Harry aprovechó y disparó una vez más, dándole a un tubo de gas en la parte superior y llenando todo el lugar de humo blanco, que si bien no letal, los retuvo y pudo escapar. Al llegar a la puerta, no perdió mucho tiempo, disparó un par de veces y la abrió. Los dos guardias que habían estado afuera ahora muertos. Uno más se le acercó, pero lo mató al instante, luego a otro que salía por uno de los balcones. Otro le siguió, en dirección a una metralleta, pero era imposible que le diera a él sin perder tiempo valioso para su escape. Harry se subió a una de las motos, la encendió y pasó el parche bomba al carro a su lado. Los disparos no paraban de llegar y estaba sorprendido que ninguno le hubiera dado hasta aquel momento. Maniobró la motocicleta por la salida, con disparos de metralleta siguiéndole.

Ya estaba en el primer puente para cuando volvieron a intentar matarlo con disparos, un alfa de una de las torres de vigilancia. Harry aceleró, se elevó en el aire gracias a la rampa que el puente que se estaba levantando le proporcionó, y disparó a su atacante. Aterrizó sin problemas, pues era un truco que ya había realizado innumerables veces, y no era por nada, pero era un condenado experto en este.

Esta vez, no siguió avanzando, pues sabía que alguien lo seguía en una moto, y era Lev.

Por favor, Lou, espero esto no te afecte a ti. Te necesito a salvo.

Para el segundo en el que Lev estaba suspendido en el aire sobre su moto, Harry lo miró directamente a los ojos y presionó el botón de su detonador. Todo lo que tenía un parche explosivo se hizo pedazos, incluyendo al pequeño hermano de Tigr.

Harry huyó nuevamente a toda la velocidad que pudo del lugar y por las calles. Llegó a su alojamiento y sin apagar la moto, la tiró a cualquier lugar, se bajó y entró a su habitación.

- Amigo, ¿qué haces acá?

Harry se sorprendió levemente, pero lo dejó pasar al ver al poli checo en su sillón en el centro de su habitación. Se dirigió a su cama y se sacó el abrigo.

-Primero me denuncias en el bar, y luego me disparas -le dijo.

Harry se rio por lo bajo.

-Mi jefe me lo hace a mí, yo te lo hago a ti. Estamos en un círculo vicioso, no es nada.

- ¿Nada? ¿Acaso te parece gracioso? -reclamó.

-No -le respondió Harry y lo miró directamente-. ¿Te lo tomaste personal? Sabías perfectamente lo que debía de hacer y las veces que te afecté fueron necesarias para entrar en Anarquía. Estamos los dos en el mismo lado al final, ¿verdad?

Harry volvió a voltearse para seguir alistando sus cosas, cuando en el tono más neutral posible, el checo le dijo:
-Perdón, pero me cambié de equipo.

Escuchó el sonido de un pestillo y supo que lo apuntaba con una pistola antes de voltearse.

-Además, mi gobierno no paga tanto como Tigr.

-Pues mi gobierno paga el doble que Tigr -recalcó Harry y se acercó dos pasos.

-No ibas a salirte con la tuya después de traicionarlo. ¿Dónde quieres que te dispare?

- ¿Tienes algunas opciones? -preguntó Harry.

-En la cabeza, para una muerte rápida -sugirió-. O en el pecho, para que vean tu corazón al enterrarte.

- ¿Me das tiempo para pensar o...?

Pero antes de que pudiera terminar Harry de preguntarle al checo, desde detrás de la puerta unos disparos llegaron hasta el checo y lo mataron, haciendo caer el sillón hacia atrás.

La puerta en ese instante se abrió y a Harry casi se le sale el corazón antes de ver a quien lo había salvado.

- ¡¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO?!

Con una mano sosteniendo una enorme pistola y con la otra arreglándose el cabello, Louis lo miró desde el umbral.

- ¿Qué? ¿No me vas a invitar a pasar?

El aroma...aquel olor cuando Louis se acomodaba el cabello...antes no había estado tan presente, sabía que Louis lo escondía por su seguridad, pero... ¿por qué ahora Harry era capaz de percibirlo, aunque fuera levemente?

Louis entró sin esperar respuesta del alfa y se le acercó hasta invadir su espacio personal. Ninguno se apartó.

-Te escuché hablar, Hazzie. Sabía dónde estabas y a dónde disparar.

Le dio dos golpecitos en el pecho a Harry y se acercó al cuerpo para comprobar si estaba verdaderamente muerto.

Dos hombres del estado, uno más alto que el otro, entraron en la habitación. En la casaca del más bajo, había una pequeña banderita de Inglaterra.

Louis se acercó a Harry y este último lo miró totalmente confundido.

- ¿Qué demonios haces con ellos? ¿Quiénes son?

Louis suspiró y bajó la mirada brevemente antes de volver a mirar a su alfa a los ojos.

-Hay algo que no te conté antes.

- ¿Qué cosa?


-Harry, yo también soy un agente.

Anarchy 99 ~[En Edición]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora