Anarchy 99 ~[En Edición]~

Vierzehn / Chetyrnadtsat' / Catorce / Fourteen

- Es un maldito castillo.

Harry verdaderamente no podía creer que estuviera viviendo un condenado cuento de Disney.

La carretera terminada en aquel lugar; rodeados de montañas, a esas horas de la madrugada, parecía que la oscuridad abrazadora fuera su más fiel amiga. Imponente, el castillo se alzaba en medio de todo este escenario, con luces que lo iluminaban.

Cuando caminó por entre las puertas de la entrada, las cuales parecían hechas para dioses de tres metros o más, la cabeza de Harry se giró instantáneamente hacia la izquierda, pues mucho antes de verlo, percibió ese dulce aroma que Louis, a pesar de regresar de una fiesta, aún mantenía.

Louis lo volteó a mirar cuando llegó a una puerta que daba a otro hall, a otra estancia del castillo.

- ¿Y qué esperas? ¿Una invitación? ¿Un dulce?
-Después de ti -le dijo Harry cuando llegó junto al omega.

-No, después de ti.

-Insisto, después de ti.

-Y yo te he dicho, gigantón, que pases tú primero.

- Primero pa...

Louis gruñó, rodó los ojos y pasó primero.

Las paredes estaban finamente decoradas con algunos cuadros, pero no en exceso, con sus bordes dorados, quedaba perfectamente con la pintura celeste del fondo.

El omega se apoyó en el marco de una puerta de caoba. Harry no pudo evitar notar como su holgada camiseta dejaba ver un poco de la torneada piel debajo de esta. Y esos pantalones...dios, definitivamente tenía un muy buen ángulo trasero. El alfa estaba enormemente agradecida con él por siempre caminar delante suyo.

-Este es tu cuarto -soltó Louis-. Viel Spaß [Diviértete].

No esperó a que entrara y simplemente, caminó lejos de ahí. Zayn tenía razón, no podía dejarse llevar, no podía ser estúpido y olvidarse de todo lo que había aprendido estando en ese lugar. No podía comportarse como omega.

- ¿No te quedarás conmigo? -le preguntó Harry por detrás-. ¿Ni siquiera a una pijamada?

Louis no pudo evitar reírse, pero que bien que el alfa no lo vio.

Se volteó.

-No gracias. Creo que tus pijamas de dinosaurio pueden impresionar...a alguien más.

Harry captó instantáneamente el tono amargo de Louis. Frunció el ceño, y una vez lo vio desaparecer tras voltear en una esquina, entró a su cuarto.

-Ah

Lo que vio frente a él debió de emocionarlo más, muchísimo más, y probablemente si esto le hubiera pasado en otro momento de su vida, quizá un mes atrás, se hubiera lanzado con todo. No crean que no le agradó la vista, era...indescriptible, maravillosa incluso. Cuando sintió la piel suave y perfumada de la omega acariciándolo, incitándolo y llevándolo a la enorme cama con sábanas rojas, sintió que algo faltaba. Pero rápidamente los labios de ella y del otro chico omega lo acallaron. Harry se preguntaba dónde Tigr conseguía a personas tan hermosas. La piel blanca de la chica parecía porcelana, al igual que la del chico.

Para cuando despertó, rodeado de dos omegas, Harry pensó que nada podría ponerse mejor. Una vida así no parecía tan mala después del todo.

Desgraciadamente, su realidad no era tan buena.

El deber lo llamaba, y sería mejor cumplirlo antes de que todo el castillo se despertara.

Harry fue directo a la sala que había visto de reojo la noche anterior. Abrió ligeramente la puerta para fijarse si había alguien. Luego, entro a hurtadillas a la sala increíblemente bien iluminada. Frente a él, había un espacio lleno de mesas de trabajo, computadoras y televisores, cercados por una reja, cuya puerta abrió con el mayor cuidado posible. Las imágenes de los televisores le indicaron que mostraban las cámaras de vigilancia. Se acercó a una ventana y vio las montañas cubiertas de nieve, hermosa vista y probablemente tenía buenas zonas para esquiar. Podría filmar estupendos videos para su página web de tan solo tener la oportunidad.

Click

La puerta se abrió y Harry a las justas logró esconderse. Qué mejor lugar que tirarse al suelo detrás de una mesa.

Los pasos resonaron contra el suelo.

Oh no, estaba perdido.