Capítulo 9- Error

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Los rayos del sol tocaron mis pies, mientras dormía, indicando que estaban pasando las diez de la mañana. Me desperté y abrí los ojos lentamente. Christopher ya no estaba a mi lado, me pareció realmente extraño el no verlo.

Recordé lo que hicimos la noche anterior, por un momento creí que fue un sueño, pero el leve dolor que sentía en todo el cuerpo, principalmente en mi trasero, me probaba que no lo era. Sonreí al recordar como sucedió todo y llevé la yema de los dedos a mis labios.

No podía creerlo, tuve a Christopher entre mis brazos, en mis labios, en mi interior y me hizo completamente suyo. Jamás imagine que ese pervertido iba a hacer tan tierno en la cama, sobre todo... mi primera vez.

-Tengo que bañarme- me dije a mi mismo.

De repente me di cuenta que tenía el pantalón del pijama, yo mismo no me lo había puesto, y eso quería decir que Chris se había tomado la libertad de colocarmelo mientras dormia. Sonreí como tonto al pensar e imaginarme como lo había hecho.

Entre al baño y me duche velozmente. Salí y me puse una ropa cómoda ya que hoy era domingo y no pensaba salir a ninguna parte.

Baje a la cocina en busca de un buen desayuno... Y de Christopher.

Un delicioso aroma se adentro en mis fosas nasales, guiado por ese rico olor, llegue a la cocina y lo vi. Estaba colocando el desayuno en la mesa, cuando levantó la mirada de esta y la posó en mi, los nervios me invadieron.

-Erick- me brindó una amable sonrisa, pero sabía que detrás de aquellas bellas perlas, se escondían los nervios que estaba sintiendo -Buenos días.

-B-Buenos días- músite y camine hacia la mesa donde el ya se encontraba sentado.

¿Cómo iba a hacer nuestra relación después de todo lo que pasó? Ni idea.

Se me hizo muy extraño que mientras comíamos el mantenía su mirada fija en el plato, como queriendo evitar la mía. El silencio se estaba volviendo bastante incomodo y eso me inquietaba.

-¿Tu... Tu preparaste el desuyo?- corte la tensión con mi pregunta.

-Amm, si, yo lo hice, siempre lo hago ¿Qué pensabas, que lo compraba?- y por fin logre hacer que levantara su rostro, nuestras miradas chocaron.

-¡No! Bueno, al principio pensé eso, pero luego me di cuenta que no, cuando te vi haciéndolo.

-Me ofendes- su cara se llenó de indignación -Prefiero dar buena impresión por mi mismo y no por el trabajo de los demás.

-Asi que esos querías, impresionarme- sonreí.

-¿Lo conseguí?- cruzó los brazos y los recargo en la mesa para inclinarse un poco hacia a mi.

-Por supuesto que si- susurre y me acerque de igual forma.

-Es bueno saberlo.

Y cuando pensé que me iba a besar, sólo se separó y se puso de pie tomando los trastos sucios y llevándolos al fregadero. Frunci el ceño.

-¿No quieres hablar?- pregunte una vez que estuve de pie observando como el lavaba los untesilios.

-¿Hablar sobre que?- su voz había cambiado a una más sería, como si no tuviera ni la más mínima intención de charlar conmigo.

-D-De lo que pasó entre nosotros...- comenté viendo mis pies -¿Qué sigue ahora?

-Nada- se dio la vuelta para verme -No sigue nada, Erick. Seguiré haciendo mi trabajo y tu debes dedicarte a la escuela.

-¿Que?

-Fue un error, tu estabas ebrio y yo me desubique al llevarte a mi cuarto. Lo siento

-Christopher, yo en ningún momento me negué al estar en tu habitación o a todo lo que paso, ademas, no estaba del todo ebrio- mencioné aún sabiendo que aquello parecía excusarme para que supiera que no había inconveniente con lo que podía pasar entre nosotros.

-De todos modos estuvo mal- levantó la voz.

-Ok, espera- frene -Yo no me arrepiento de lo que hice y no fue un error, Christopher.

-Lo fue, Erick- replicó desviando su cara para no mirarme a los ojos.

-¿Por qué dices que lo fue?- interrogue cruzandome de brazos.

-Por que me aproveché de tu inocencia...

-¿Inocente? ¿Yo?- carcajee divertido.

-¡Erick, eras virgen!- grito.

-¡Y eso no te detuvo!- reí con ironía. -Ok está bien...- abrí los brazos en señal de paz -Como tu digas... Fue un error. Olvidemos eso. Lo que menos quiero es que las cosas entre nosotros se pongan raras.

-Estoy de acuerdo- dijo soltando aire por la nariz.

-Bien.

-Bien.

-Eso implica que ya no habrán más acercamientos y provocaciones- sonreí y di media vuelta para salir de la cocina.

-¿Que?- fruncio el ceño -¡Erick!

Escuche sus pasos detrás de mi

-Ya hablaste. ¿Quieres olvidarlo? Perfecto, olvidemoslo- llegue a la puerta de mi habitación y la abrí -Pero no me volverás a tocar y mucho menos a besar.

-¿Eso quieres?

-¡No! Tu lo dijiste primero- entrecerre los ojos y lo señale.

-Entonces si quieres que te toque y te bese- sonrió

-¿Q-Que? N-No, yo no... ¡Yo no dije eso!

-Pero lo pensaste.

-¡Ash! ¡Eres un maldito bipolar!- grite y le cerré la puerta en la cara

Era un idiota que no sabía lo que quería. Primero me decía que lo que pasó entre nosotros había sido un error y luego trataba de provocarme al nivel en que mis mejillas ardieran.

No sabía lo que pasaría si seguíamos asi, pero tampoco quería renunciar a lo que sea que teniamos. Si el piensa que todo eso fue un error, pues que se quede con ese pensamiento, a ver cuanto tiempo le dura. Veremos cuanto tiempo puede resistirse a mis provocaciones.

-Esto será divertido- sonreí

Mi Niñero - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora