Healed Heart

Hearts 19:

¡Hola a todos!

Lo se y pido disculpa, es solo que me dificultaba escribir este capitulo. Me dificulto escribir ciertas escenas importante para nuestro sádico, pero aquí le traigo por fin el capitulo y sería hasta el momento el mas largo que he escrito 7u7

Espero que le guste n.n)/

Los derechos de los personajes de Gintama le pertenece al Gorila Sorachi.

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Hearts 19: 

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Caminaba guiándose por el mini mapa que le había hecho el profesor para que fuera. Su cuerpo se movía de forma autónoma gracias a que su mente estaba analizando las palabras del profesor Ginpachi, intentando buscar alguna falla.

Se detuvo en la casa que señalaba la dirección que le fue dada por el profesor, miro el letrero para asegurarse y toco el timbre. Esperando que alguien le abriera la puerta para entregar la tarea y luego irse.

— Buenas tardes - saludo la persona que abrió la puerta — ¿En qué te puedo ayudar?

"Debe ser su madre" pensó el castaño al ver al ver a una mujer de alrededor de los 30 años. Tenía un gran parecido a su compañera, solo que su caballero bermellón estaba amarrado en una trenza y esos ojos tranquilos eran de un hermoso color esmeralda. Incluso, se notaba que detrás de ese delantal llevaba un cheosang blanco, recordándole el día en que conoció a Kagura y el motivo de que la llamara china.

— Soy un compañero de su hija, vine a entregarle los apuntes que nuestro profesor me pidió que se lo dejara - de inmediato en su mochila saco los apuntes para pasársela a la mujer.

— Ya veo, muchas gracias por traerlo ¿quieres ver cómo está? - la mujer de ojos esmeralda se movió hacía un lado para que Sougo entrara en el momento en que tuvo los apuntes en su mano.

— No es necesario, ya debo irme a mi casa - el castaño levanto sus manos, aún tenía en su mente las palabras de su profesor. Solo deseaba llegar a su casa para dormir y así poder dejar esas palabras en lo más profundo de su mente.

— ¿Estás seguro? Sería mejor que por lo menos tomaras algo para beber, pareces cansado.

Sougo no pudo evitar levantar las cejas tras las palabras de la mujer de ojos esmeralda. Sintiéndose completamente descubierto por esa mujer que apenas lo conocía, pero aun así, parecía conocerlo perfectamente como para hacer tal comentario. Quería volverse a negar a la oferta, pero algo dentro de él no pudo evitar ceder a su petición.

— Si

Entro a la casa, sintiendo ese ambiente hogareño que no sentía desde que su hermana fue hospitalizada. Si bien, su cuñado intentaba mantener el ambiente, no era igual gracias a la tristeza que había en el corazón de ambos. Sintió una gran presión en su pecho, haciendo que se esforzara el doble para no mostrar alguna tristeza o dolor en su expresión. Cerró los ojos para calmarse un poco, inhalando y exhalando dos veces mientras la mujer de ojos esmeralda iba a dejar los apuntes a su hija y avisarle de su llegada antes de darle el agua o jugo que le había propuesto anteriormente.

En lo más profundo de su corazón no pudo evitar tener envidia de que Kagura tuviera un cálido hogar.

Se afirmó en el marco de la puerta que unía el pasillo con el comedor y que le daba una mirada a la escalera que conectaba al segundo piso. Evitando de querer familiarizarse más con la atmósfera del lugar, era imposible no sentir como la añoranza volvía a su ser. Solo cuando escucho una voz escandalosa en el segundo piso lo saco de su pensamiento.