Estaba encerrada y llorando sin control, tenía alrededor de unos 13 años, no había salida por ningún lado solo estaba esa puerta que daba al corredor en el cual yacía la penumbra de la noche al igual que el sollozo de las almas en pena, un pequeño y angosto closet que daba miedo, con solo mirarlo sabía que no sería mi salvación, también recuerdo firmemente la presencia de una cama, un buró y una pequeña lámpara de noche.En algún momento pensé en salir por una ventana la cual dejaba entrar la preciosa luz de la Luna, pero en primera estaba en el 5º piso y sería casi suicidio salir por allí y en segunda esos monstruos de ojos rojos tenían todo el perímetro asegurado y si salía, al menor movimiento posible ellos harían una perforación en mi cuerpo por la cual brotaría la sangre que recorría mis venas, esa no era una solución factible y para empeorar las cosas estaba convencida de que en cualquier momento una de esas bestias entraría por la puerta y todo acabaría, pasé sentada en aquel cuarto unos cuantos minutos que se hacían eternos casi como si cada segundo se convirtiera en horas y las horas en días hasta que unas pisadas suaves y sigilosas se acercaban lentamente, al contrario del sonido de las pisadas, mi corazón latía rápida y estruendosamente que podía casi escucharlos, sabía que sería el fin así que lo único que hice fue hacerme bolita en mi rincón y esperar lo peor.
Escuche la perilla de la puerta rechinando al abrirse, era todo, de repente la puerta se abrió y para mi sorpresa entró un chico de no más de 19 años, su cabello era largo como el de un príncipe y oscuro como el carbón ,prácticamente negro, en cambio su piel era como la porcelana, brillaba cual luz de Luna, estaba sudado pero no parecía nervioso y eso me dio una sensación de calma increíble, me miró, mi cara estaba llena de lágrimas pero a él no pareció importarle ya que se me acercó y me cargó para abrazarme, luego se sentó y yo en sus piernas, acarició mi cabello de oro y dijo: "calma, todo estará bien, deja de llorar que tus ojos de diamantes se encojen, dime ¿Cuál es tu nombre?", tenía tanto miedo que mis palabras se entrecortaban pero recuerdo haber dicho: "me llamo Samara y ¿tú?", para lo que él me contesto: "mi nombre es Eloysius pero prefiero que me llamen Loy , ¿puedo decirte Sami?", yo asentí y enseguida nos sentamos en la cama y sacó una pequeña linterna que alumbraba muy poco ya que podría decirse que solo alumbraba lo suficiente para leer, también sacó una libreta y unos planos que traía en su mochila.
Comenzó a contarme su plan para salir de aquel edificio ya que nos quedaba poco tiempo antes de que registrarán el cuarto los hombres con mirada infernal, él dijo que estaban apenas en la primera planta y tardarían alrededor de unos 20 min en llegar a la 5ª planta en la cual nos refugiábamos, yo sabía que mínimo tendríamos unos 10 min así que pusimos manos a la obra, para comenzar salimos del cuarto en silencio y subimos las escaleras hasta un cuarto que al parecer era de la ventilación y lavandería, no había nadie, y todo estaba apagado como me había dicho Loy, sacamos todo lo innecesario que llevaba Loy en su mochila y lo único que guardamos fue: la comida en lata, dos termos con agua que nos alcanzaría perfectamente para al menos 2 días, dinero, 2 linternas, unas cuerdas, 2 cambios de ropa, unos sleeping bags y por último una especie de espada que Loy no me dejo tocar.
Teníamos todo listo así que subimos por los ductos de ventilación asegurándonos de no dejar nada que nos comprometiera, según Loy y sus planos había un sistema de ductos muy resistentes que nos llevaría hasta otros ductos de agua vacíos por los cuales podríamos llegar hasta una salida de agua lejos de ahí, todo estaba muy bien planeado y eso me llevaba a preguntarme si Loy sabía que todo esto pasaría, que los hombres come almas destruirían cada uno de nuestros pueblos y se llevarían a todos los bebés, niños, hombres y mujeres de nuestra nación, en realidad no sonaba tan disparatado que fuera realidad ya que llevaba cosas en su mochila que al menos a mi familia no se nos hubiera ocurrido llevar encima nunca pero en vez de cuestionarlo, pensé que él había salvado mi vida y le debía mucho así que continué alumbrándolo para que pudiera encontrar los ductos correctos por los que deberíamos pasar sigilosa y cuidadosamente con el propósito de que no nos detectaran.
Después de unos 50 minutos llegamos a los ductos de agua, y Loy había acertado de nuevo ya que estaban vacíos y podíamos caminar de pie por ellos, así que bajó de un salto y me cargó en sus hombros ya que me veía muy cansada, caminó muy seguro de sí mismo hacia delante por más de una hora hasta que paró y me dijo: Hemos avanzado bastante, estoy casi seguro de que solamente faltan algunos kilómetros para salir de aquí y llegar a la zona de paz donde podremos crear una nueva vida y talvez encontremos en nuestro camino algunos amigos más, pero por el momento descansaremos aquí y por la mañana saldremos de este lugar. Me bajó de sus hombros al igual que su mochila y extendió los sleepings , me dio un poco de beber y me arropó en mi sleeping, todo lo que había pasado hoy siempre me llevaba a la misma duda sobre las verdaderas intenciones de Loy y en realidad todos esos pensamientos ya no me dejaban aguantar la curiosidad y de mi boca salieron todas estas preguntas que me atormentaban: "¿Por qué tenías todo preparado? ¿Acaso sabías que esto pasaría? ¿Porqué me recogiste del cuarto en vez de subir directo a la lavandería? ¿Tienes algo que ver con esos monstruos? ¿Y qué me dices de la espada?"
Él suspiró, miro al techo y me dijo : "Una tarde mi padre reunió a toda mi familia en la sala y nos dijo que unos hombres uniformados y con armas se estaban levantando en el pueblo vecino, acabarían con todo lo que estuviera a su paso sin importar que, así que creó el plan que utilizamos para escapar, claro que yo solo me reí y no tomaba en serio los simulacros que hacíamos ya que me parecía algo irreal y difícil de creer, en realidad ni siquiera parecía que el que hablara fuera mi padre; un hombre cortante y serio, perspicaz y lógico hasta que llegó el día que todos temíamos, mi padre estaba en el trabajo cuando nos escribió un mensaje que decía "Es hora", mi madre tomo la mochila que llevo ahora y nos trajo a mí y a mi hermano a este edificio, en eso llegaron dos de esos hombres y le dispararon en la cabeza, tomé la mochila y rápidamente mi hermano y yo corrimos hasta el cuarto piso donde resbaló y cayó en el primero, escuche un disparo así que sigilosamente subí hasta el 5º piso, pero no recordaba nada de lo que papá había dicho y entré en pánico así que decidí entrar a tu cuarto para despejarme un poco y en eso te encontré a ti, una niña pequeña y rubia que estaba muerta de miedo, no estabas acompañada, en ese momento supe que no podía dejarte sola para que esos monstruos te mataran como a mi familia, esos monstruos son unos desalmados y no pararán hagamos lo que hagamos por ello lo único que nos queda hasta ahora es el plan diseñado meticulosamente por mi padre que nos llevará a la zona de paz, no será un viaje fácil y al parecer está zona no es algo realmente tangible por nosotros los humanos pero hay algo que será nuestra entrada a él. Ahora que sabes esto, ¿Confías en mi para que ambos escapemos de este infierno y podamos seguir adelante con nuestras vidas Sami?", yo asentí y el me lanzó una sonrisita encantadora, se acostó para descansar y dijo que nada de esto debía de causarme un mal sueño ya que nos esperaba un largo día por delante, en realidad seguía teniendo muchas preguntas para él pero también se veía fatigado y en verdad no me parecía cortés atormentarlo con preguntas que probablemente lo harían sentirse más cansado cada vez y él era el único que podría sacarnos de este aprieto así que despejé mi mente y recordé a mi mamá, las noches en las que me cantaba y me arropaba ( de vez en cuando me contaba un cuento), en eso yo saltaba de mi cama y le daba un fuerte abrazo para después regresar a mi cama y ser arropada nuevamente, en ese momento salió una lagrima de mi ojo izquierdo que ya comenzaba a cerrarse y todas las imágenes frente a mi comenzaban a oscurecerse, lo único que yo esperaba era que al abrir mis ojos de nuevo a la mañana siguiente vería alrededor mío mi cuarto con mis juguetes y olería el delicioso desayuno que mi mamá tendría preparado para mi hermosa familia, al igual que el sonido que hacen los dedos de mi papá al cambiar las hojas del periódico y el terrible sonido de la música de mi hermano con el cual me pelearía minutos siguientes por no dejarme descansar correctamente, lo único que yo esperaba al abrir mis ojos era que todo lo que pasó fuera solo una pesadilla creada por mi inconsciente cerebro que me jugaba una mala broma que al siguiente día le contaría a mi madre y nos reiríamos juntas de ello ya que era algo imposible en la realidad, lo único que yo esperaba al abrir mis ojos era mi vida antes del Infierno.
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A mi chica de la Luna: Omne initium habet finem
Ficção AdolescenteSam es una niña judía de 13 años que tiene una vida común y corriente hasta que una noche monstruos de ojos rojos llegan a invadir la paz que hay en su vida, su familia es destruida a causa de estos y queda sola contra el mundo hasta que Loy, un chi...