A la mañana siguiente estaba decidida, descubriría el secreto de Dave, así que luego del desayuno lo seguí cuidadosamente sin que pudiera si quiera sentir mi presencia , llegó a una cascada, se sentó unos minutos frente a ella a descansar, luego sacó algo parecido a una libreta y anotó algunas cosas, frases cortas era lo que alcancé a presenciar, me pareció poder leer un texto escrito en verso que comenzaba con la palabra diamante pero mi visión no era lo suficientemente aguda para poder leer lo que complementaba esas bellas letras escritas en itálicas, abrió su mochila y guardo aquella libreta, posteriormente creí que iba a bañarse puesto que se acercó a la caída de agua pero hizo algo distinto, con una mano tomó su gorra y la levantó con fuerza, con tanta que la dejó caer hasta la orilla del pequeño lago cristalino cual vidrio, miré hacia él rápidamente y quede totalmente asombrada con lo que vi luego, con la fuerza con la que había retirado su gorra fue suficiente para mantener su cabello flotando en el aire unos segundos, una larga cabellera entonces revoloteaba por los aires, una cabellera castaña tan lisa, se veía tan suave, tan apetecible de sentir, pero cuando el cabello se acomodó sobre uno de sus hombros caí en cuenta que todas esas delicadas facciones, esos ojos grises que brillaban con luz de luna, esos labios tersos por los cuales escurría agua en el instante y esa dulce voz, no pertenecían a un chico, lo que tenía frente a mis visores de reflejo era una chica, en ese momento comprendí a que se refería.... ¿Dave?, con que este secreto cambiaba en gran medida la situación, en ese instante creí que algo se sentiría distinto en mi ser, pero no era así, mi corazón latía con fuerza, se veía tan linda sobre esa roca, disfrutando el agua, sonriendo, riendo de vez en cuando, se veía sumamente feliz jugueteando con la naturaleza, y como siempre arruiné el momento.
Estaba desgraciadamente encantada, tan fascinada que perdí la noción de la situación y en un solo instante me moví un poco hacía atrás y tropecé con una pequeña rama que yacía detrás de mí, una con la naturaleza, caí, vi en cámara lenta como Dave giraba su cabeza y sus gestos se tornaban grises, percibí su miedo, su desesperación, su incomodidad, luego alcancé a ver como corrió hacia mí y justo antes de caer tomo uno de mis brazos y me levantó, quedamos abrazados y luego de que me recuperé ambos nos separamos, sentí como mis mejillas enrojecían cual grava y la temperatura de mi rostro se iba elevando hasta que me lo cubrí con las manos, fue en ese momento cuando el silencio se rompió, escuchamos a Loy gritando nuestros nombres, miré a Dave, ella me miró tomo su gorra, se la posicionó y ambas corrimos hasta donde estaba Loy, ambas aparentamos como que nada había sucedido, pero en el fondo podía sentir la molestia que mi atrevimiento le había causado a como se llamara esa persona.
Loy irradiaba luz, eso solo podía significar una cosa- ¡Mañana partimos a la zona de paz!, se veía sumamente feliz, al fin había encontrado una manera de sacarnos a todos de este auténtico bosque, nos explicó que a unas cuantas horas de nuestra posición se estaba reuniendo un pelotón de soldados sindicalistas que su padre había comandado hace tiempo, lo habían contactado debido a que conocían que se encontraba con vida y él les comentó la situación, al parecer los soldados llevaban civiles a la zona de paz sin embargo les hacía falta el mapa que Eloysius poseía, así que hicieron un pacto y por fin podríamos llegar a la zona de paz, al fin estaríamos a salvo y todos podríamos cumplir los sueños que teníamos.
Claramente todos estábamos felices, al fin dejaríamos este bosque que nos había mantenido con vida durante años, esa misma tarde recolectamos todo lo que necesitaríamos para partir, víveres, herramientas, objetos personales, absolutamente todo y caído el atardecer decidimos dormir, sería un trayecto difícil y lo que nos esperaría en el frente sería diabólico, debíamos recobrar energía para poder derrotar al mismísimo satanás y tendríamos al bosque y la fauna de nuestro lado por un día más, solo debíamos descansar.
La noche había caído y no podía dejar de pensar, mi cabeza daba vuelta tras vuelta, había tantas cosas dentro de mí que dormir no era una opción, decidí salir y sentarme frente al río pero en cuanto me dirigía hacia allá vi una silueta conocida recostada sobre los pastizales, caminé hacia ella con sigilo pero ya se había percatado de mi presencia, me senté a su lado y mi corazón comenzaba a acelerarse, pero se veía tan calmada, con tanta paz, que logré adecuarme a la situación. Pasaron minutos en que ninguna dijo nada, simplemente los sonidos de la naturaleza que nos rodeaba, se quitó su gorra y dejo su larga cabellera aflorar sobre sus hombros, la luz de luna nunca se había reflejado con tanto rigor sobre nada antes de esta noche, me miró y dijo- "Me llamo Devany, comencé a llamarme Dave a los 9 años cuando la señora Marta me abandonó a mi suerte, comencé a comportarme y a vestirme como un chico porque en el pueblo de donde yo vengo las mujeres no son bien recibidas y mis oportunidades de sobrevivir sola eran casi nulas, encontré un empleo, y aprendí a escribir y leer, suficiente para un huérfano ¿Cierto?"- soltó una pequeña risita- "Esperaba llegar a la zona de paz y poder ser yo misma de nuevo, es difícil fingir una vida sabes, al menos la luz de luna me da paz suficiente para reconciliar el sueño, ¿Tú que haces aquí?"- en mi cabeza resonó esa pregunta unas cuantas veces, en realidad solo había salido a despejarme un poco pero ahora que lo pensaba no podía sacarme de la cabeza a Dave... o Devany- "Tranquila, no tienes que decir nada, probablemente también estés aquí para sentir un poco de paz en este mundo tan agitado"- nos quedamos un instante calladas- "Bueno, si no hay nada que decir me iré a dormir, mañana es el gran día", pero antes de que se fuera tomé su mano y le pregunté- "¿Es cierto?, ¿todo lo que dijiste la noche pasada es cierto?"-ella asintió y respondio-" Sam, es cierto, todo lo que dije es verdad, tus ojos de diamante me aniquilan cada vez que los miro"- me levantó de un jalón y nos miramos durante algunos minutos, mi corazón se comenzaba a acelerar de nuevo, ¿qué más daba?, chico, chica, hombre lobo, seguía siendo el mismo ser del que había caído rendida, me acerqué, ella se acercó pero justo antes de que cualquier cosa sucediera, escuché el silenciador de un arma, Devany también lo escucho se giró me apartó y en ese instante una bala cruzó su estómago, gritó, Loy y Richard se precipitaron en medió de la noche hacía nosotros, me arrodille ante Devany, había salvado mi vida, caí en lo más profundo del llanto, la tome en mis brazos y corrí hacía el vehículo que habíamos preparado para la mañana siguiente, Richard y Loy comprendieron que esa era la señal para salir del bosque y escapar.
Una vez dentro del vehículo, apreté con fuerza la herida de Devany mientras lloraba, Loy comenzó a hacer la curación que había preparado antes, sin embargo esta vez la bala había penetrado por completo el cuerpo de Devany, sangraba, ocurrió una hemorragia y a causa de la temperatura entró en estado de hipotermia, Loy me dijo que la dejara, que se había ido, me negué, seguí llorando y Devany abrió los ojos por última vez y dijo -"Te amo Sam"- toció - "Küss Mich", "Besáme antes de que me haya ido a la luna", me acerqué y le di un beso en sus gélidos labios, cerré los ojos, los cerró y no los volvió a abrir, nunca más, al fin se había convertido uno con la Luna.
ESTÁS LEYENDO
A mi chica de la Luna: Omne initium habet finem
Teen FictionSam es una niña judía de 13 años que tiene una vida común y corriente hasta que una noche monstruos de ojos rojos llegan a invadir la paz que hay en su vida, su familia es destruida a causa de estos y queda sola contra el mundo hasta que Loy, un chi...