Capitulo 14-Eloysius de Archobarzane

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Loy se encontraba frente a mi, me dijo lo siguiente:
-"Sami, no me queda mucho tiempo, cuida esa espada con tu vida y ve con mi padre, lamento no haberte externado antes mi procedencia pero para mi no era importante que supieses eso, para mi lo importante era que llegáramos a conocernos sin importar de dónde veníamos o quienes éramos, porque sólo estábamos nosotros dos contra el mundo, Sami debo decirte que..."

En ese momento comencé a escuchar alguien que decía:
"Samara de Genrika, tenemos noticias para usted, Samara de Genrika, despierte"
Sentí un ligero movimiento y me levanté:
-"¿Si?"
-"El príncipe Eloysius a salido del quirófano y está despierto, solicita vaya a visitarlo, en este momento se encuentra con su padre, el Rey de Argelia Oriental, le pido me acompañe hasta su habitación"
Asentí, la presión dentro de mi pecho se desvanecía, Loy seguía con vida y eso era lo importante, aunque el sueño que había tenido me causaba mucha extrañeza, ¿A qué se referiría Loy con eso de que le quedaba poco tiempo?
Caminé estrechos pasillos hasta salir del edificio donde había estado retenida durante el último día en espera del futuro de Loy, el edificio se veía como una obra arquitectónica pesada, tenia muchos arcos en cada una de las instancias, las puertas eran altas, de madera muy oscura, pero a diferencia de esto, las paredes eran mucho más ligeras y suaves, tenían un tono bermellón que hacía un gran contraste con las puertas, era un edificio alto, pero ni la mitad de impresionante que al lugar donde llegué tras una larga caminata por la ciudad.
Las personas me miraban con extrañeza, algunas se compadecían, no venia bien vestida, traía varias heridas sangrantes, mi cabellera se veía cuál árbol alborotado por el viento, mi tez estaba cubierta de suciedad que no dejaba aflorar su color natural, y además de todo ello mis facciones no eran similares a las de ningún Argelino, a todos les causaba cierta curiosidad pero seguían con su vida como si solo por una fracción de segundo yo hubiese estado presente y luego me desvaneciese cuál humo, seguimos adelante y llegamos a unas rejas custodiadas, el médico que me acompañaba le dijo ciertas cosas al guardia y pasamos por un sendero bastante largo, a los lados se extendía un gran bosque verde, árboles del tamaño de edificios completos, flores coloridas como si de cientos de mariposas se tratara, el aire soplaba con gran intensidad creando un silbido que formulaba una canción, no había sentido tanta paz, tanta tranquilidad, desde la noche en que Loy me encontró en el 5to piso de mi edificio, tanta vegetación me recordó el bosque en el que pasamos más de dos años esperando, me recordó a mi hermosa Devany y me salió una lágrima que logré detener antes de que corriera por mis mejillas, seguí caminando maravillada por el jardín enorme que había allí.
Llegamos a la puerta principal, se erigían dos tablones de madera oscura como la que había visto en el otro inmueble sin embargo, esta vez tenían varios diseños tallados en la misma, nombres, figuras, dibujos y otros signos un tanto desconocidos para mi.
Un hombre nos dio paso abriendo el portón, lo que vi al entrar fue maravilloso,
un candelabro azul colgando del techo al centro de un gran recibidor, a ambos lados escaleras curvas, había muchos retratos y armaduras, un gran tapiz al fondo con el árbol genealógico de los  Archobarzane, Loy estaba ahí pero solo en nombre, no había ninguna imagen de él, quería quedarme a prescienciar más a fondo, a pesar de ello tenía que ver a Loy, ya habría tiempo más tarde a ver su hogar.
El médico me indicó por dónde subir, y me direccionó hasta una gran habitación al fondo del pasillo que las escaleras del lado derecho apuntaban como si de un salón de una deidad tratara.
Camine por el largo pasillo, a mis lados podía ver muchos retratos, todos ellos hombres, en el centro tan solo una mujer, algunos de los retratos estaban volteados viendo hacia la pared... no me atreví a preguntar el porqué pero nuevamente como si el médico pudiera leer mis pensamientos dijo:
-Aquí podrás observar a todos los gobernantes de Argelia hasta el momento, algunos de ellos se encuentran viendo hacia la pared debido a que de alguna u otra forma han traicionado a su patria y no merecen ser expuestos, sin embargo no dejan de ser gobernantes importantes, la única mujer que podrás presenciar en este lugar no fue una reina o gobernante, tan solo fue una persona muy estimada por las familias reinantes que logró conocer, ésta mujer la conoce tu amigo Eloysius, pues fue quien lo cuidó como si de su hijo se tratara en Genrika, ya era una mujer de más de 60 años pero era la única en la cual los reyes confiaban a su único hijo. Hemos llegado, esta es la habitación del príncipe.
El médico tocó la puerta y vociferó:
-"¡Príncipe Eloysius! ¡Su majestad! Samara de Genrika está aquí...¿Su majestad?"
Abrió la puerta sin ninguna respuesta, el Rey estaba hincado frente a la cama de Eloysius, tenia los ojos muy rojos y de ellos amenazaban con salir pequeños ríos tormentosos, sin embargo tan solo se presenciaban lagunas turbulentas y un gesto de insensatez, debilidad y dolor, el Rey volteó hacia nosotros y dijo:
-"Samara de Genrika, bienvenida al palacio de Argelia Oriental... Eloysius me comentó tanto de ti y me pidió que te adoptara como princesa de Argelia antes de....", el Rey respiró y se hizo a un lado, "Lo siento tanto"
Comenzó a llorar mientras se separaba y dejaba ver a un Loy color cristal, llacía en una cama color azul con textura de terciopelo se veía plácido, como si en un sueño estuviera, llevaba puesta una pijama cómoda que dejaba ver su musculatura, sin embargo esa musculatura se veía más como una roca y menos como un ser, lo tomé de una mano, estaba frío cual hielo, todo ese calor que generalmente dejaba fluir y transfería a mi cuerpo ya no existía más ... su olor seguía con él, me recargue en su pecho y lo abracé... Mi hermano... Mi Loy.... estaba viajando ya con mi hermosa Devany hacia la Luna. Y nuevamente... había sido mi culpa.

A mi chica de la Luna: Omne initium habet finemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora