You're The Only Reason |Michael Clifford|

Capítulo 26.

Caminaba por los pasillos hacia ninguna dirección, Thank You sonaba a través de los auriculares.

 

Algo me hizo voltear, fue como por instinto. Así que sólo lo hice.

Pude visualizar a William Collins. 

Él era el chico que tanto le gustaba a ella.

Qué suerte tiene ahora mismo y ni siquiera lo sabe.

Recordé que le dije a Callie que hablaría con él, así que me quité mis ariculares haciendo un esfuerzo sobrehumano, ya que no podía vivir sin una melodía en mi cabeza. 

Guardé los auriculares junto con el celular y me acerqué a William.

-Hola-le saludé.

Él me miró extrañado, como preguntándose internamente si en serio  le estaba hablando a él.

No lo culpo, no suelo hablar con nadie además de Domi, Iralbi, Isabella, Luke, Ashton, Calum y Callie.

-Hey-contestó algo demasiado dudoso. 

Comencé una animada conversación con él y me dí cuenta que por lo menos no era el gran chico creído que parecía ser y eso me alegraba porque, yo realmente era un asco socializando, es decir, no podía sacar tema de conversación… era como, incómodo.

En fin, me fuí mucho del tema.

Llegó el momento de la verdad.

-¿Qué piensas de Callie Karadacche?-le pregunté cambiando el tema rotundamente ya que habíamos estado hablando sobre guitarras.

-Es linda-hizo una pausa-y llevo poco de conocerla, podría decirse que la invitaría a salir-contestó.

Esas palabras realmente me molestaron, podría decirse que eran, ¿celos? bueno, lo eran.

Y no me gustaban absolutamente nada, porque yo no tenía ningún derecho para poder reclamarle lo que estaba sintiendo, mucho menos podía decirle lo que siento porque hey, ella no siente lo mismo por mí, muy a penas puede decirme un 'te quiero'.

Y esa era una de las cosas que me dolían, estoy seguro que ningún  chico sabe que su color favorito es el azul, ni que su cabello estuvo pelirrojo por una apuesta, ni que ama secretamente My Little Pony, nadie la conoce como yo lo hago. 

Pero, ¡oh, sorpresa! estoy atrapado en la friendzone, y me encuentro lo suficiente atraído hacia ella como para querer renunciar a ella.

Aunque algo de mí diga 'Ella no te necesita, súperala' una gran parte dice que debo seguir esperando, una gran parte dice que pronto llegará un buen momento para poder decirle lo que siento; una gran parte dice que algún día dejaré de morderme la lengua cuando hablo con ella, para ahogar mis 'Me gustas'.

Una vez que la conversación entre William y yo finalizó fuí a buscar a Callie, tenía que decirle lo que me había dicho él.

¿Saben cuánto duele tener que ayudarle a la persona que te gusta para que sea feliz con alguien más? Mucho.

Duele más de lo que duelen mil patadas en la entrepierna y vaya que esas duelen.

La divisé debajo de un árbol de uno de los jardínes sentada, leyendo un libro.

Su pasión por leer era una de las cosas que la hacía diferente, quiero decir, ¿a qué clase de chica le gusta leer en  pleno 2014 habiendo tanta tecnología?

Bien, soné un poco viejo con eso de la tecnología. 

En fin, me acerqué y le hablé; no me hizo caso, fruncí el ceño algo confundido y preguntándome acerca de que si me estaba ignorando, no me oía o me había equivocado de persona.

De pronto, miré sus oídos y observé que traía auriculares. Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Ella y su manía por escuchar música mientras lee.

Dice que "hace que se concentre más". No la culpo, ambos somos unos adictos a la música.

Me senté a su lado y le retiré uno de sus auriculares; ella dejó de prestarle atención al libro por unos segundos y me miró, sonrió y me saludó.

-Hola, Mike-cerró su libro.

-Hola, Callie-contesté.

-¿Hablaste con William?-guardó el libro en su mochila.

-De eso vengo-respondí.

-¿En serio? ¿qué te dijo?-pregunto emocionada.

Le conté todo lo que había hablado con él; ella sólo sonreía y me miraba con más curiosidad acerca de lo que habíamos hablado.