Capítulo 21

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Bess sabía que no era buena idea el beber todo el fin de semana, pero es que V no se apareció desde el viernes en la noche, justo en la fiesta, tampoco llegó al hotel y su horario tuvo que separarse cuando Harry y él tenían una reunión privada, y Kim le dijo a ella que fueran a tomar algo de aire y hablar sobre otras cosas.

De todas formas era notorio, por la forma en la que cruza sus brazos, como tiene la mandíbula levantada y esa mueca de seriedad. Incluso su piel se ve demasiado pálida y quien la conoce a la perfección sabe que un café frío sobre la mesa de la cafetería y esos panecillos especiales no es la mejor señal que ella puede dar.

Harry y Kim se acercan en silencio, luego de la hora de almuerzo, en donde la cafetería aún se haya completamente llena. Es notoria, ella está en la segunda planta, lleva un vestido largo y floreado, con su gabardina café oscuro, una gorra negra y un par de lentes contra el sol, aún estando dentro de las instalaciones universitarias y en pleno invierno. Así de obvia era. Sus tenis blancas son parte del atuendo, con un par de medias altas y coloridas.

-No puedo creer que aceptara reunirse con ella en la cafetería -Kim se burla levemente, sin despegar su vista de la pantalla de su móvil, revisando una agenda electrónica.

Ambos hombre pueden sentir las miradas posadas sobre ambos, incluso los susurros no son lo suficientemente suaves como para pasar desapercibidos por los oídos de ambos. Quien susurra sobre la imagen de Kim, sobre sus lentes y guantes negros, o en conjunto Chanel que ahora lleva Harry. Los trajes son su especialidad, puede ser coincidencia como el patrón floreado de su traje, coincide llamativamente con el vestido de Bess.

—Fui un estudiante también, Kim. Tuve que ir a cafeterías.

—Hace menos de un año usted estaba diciendo que las cafeterías con asquerosas y poco higiénicas, además de respirar demasiado aire comprimido. Juraría que usted iba a vomitar si entraba a una nuevamente, pero veámonos aquí.

Justo antes de llegar, el grupo de periodismo se adentra al segundo piso, y Evan trota levemente hasta la mesa de Bess, mueve su cabeza y ella parece realmente indignada, aún cuando es difícil poder adivinar la expresión que realizan sus ojos detrás de esos lentes.

HACE CINCO AÑOS ATRÁS:

Harry y Bess se besan una vez más. Él pasa su mano por la cintura de la contraria, rozando la piel debajo de su pijama. El caliente ambiente es perfecto, pero no lo es el sonido de su madre caminando por el pasillo en pasos fuertes y perezosos. Son las tres de la madrugada y Harry se ha saltado la venta de su habitación para perturbar el sueño de Bess entre besos y caricias que se han tornado más subidas de tono cada vez.

—Debes de marcharte —murmura Bess en sus labios, con una risa nerviosa. Harry suspira antes de besarla una vez más. Ninguno de los dos quieren separarse—. Mañana tenemos que ir a clases e ir a ver a tu amigo Hayden, y me vas a terminar haciendo ver como mapache, Hazz.

—¿Qué tal si no vamos mañana? —Bess ríe y empuja a Harry, quien se tambalea con una sonrisa ladeada en sus labios. Dios, esa sonrisa sí que la volvía loca.

—Eres quien tuvo la idea.

—Incendiaré el colegio —Harry ladea una sonrisa y Bess simplemente ríe ante ello. Le había parecido que bromeaba, pero no fue así.

*
Cuando Bess duerme en el sofá del apartamento de Hayden, Michael y Harry parecen tranquilos en su lugar, habían pasado la tarde entre bromas, juegos y convivencia sana. Pero todos sabía que habían ido sólo para  hablar de un solo tema.

—Iré a fumar un cigarro. Vamos afuera, Evan —el acento español de Hayden es notorio y Evan asiente, llevando consigo mismo la lata de cerveza—. Hablaremos luego de que me fume mi cigarro. Vamos, tío.

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