Capítulo 18

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Harry observa a Evan una vez más y Bess hace sonar su garganta. Ambos hermanos dejan de estrechar sus manos y se dedican a observa a la castaña, quien sonríe tranquilamente. Leeah se inclina hacia Kim, sólo para decirle que se marchará por ella misma al hotel. Kim asiente y ella se marcha sin más, con dolor en la cabeza y un sabor amargo en la punta de la lengua.

Leeah camina hacia la salida nuevamente, sus pasos retumbando y tragando en seco. Ella es una mujer ahora, no tiene que preocuparse por aquellos sucesos, pero sabiendo quién es Bess, se siente completamente atemorizante. Todo para lo que ha trabajado... ella realmente desea que Harry se mantenga en pie, que no derrumbe su pared por algo pasajero nuevamente.

Lo único que parece confortar a la mujer, es que Evan y Bess parecen muy cercanos y ella reza para que entre ambos esté sucediendo algo. Ella definitivamente necesita ir de compras para poder distraer su mente, tal vez un par de joyas y un nuevo vestido.

—Mientras iniciamos a caminar Evan se encargará de resumir algunas cosas para poder familiarizarnos mucho mejor —comenta ella.

—Bien, estoy en último año, aunque realmente no se diría de es mi último año. Salí hace un tiempo —explica Evan—, pero el consejo de la universidad reclutó a cinco estudiantes antiguos y en ello estoy incluido. Mi trabajo es ser estudiante y tutor al mismo tiempo, estaría ganando otro título extra y dinero.

—¿Desde hace cuanto? —dice Harry, abotonando su manga y observando hacia en frente con seriedad. Evan observa a Bess y esta misma parece estar concentrada en el sabor anormal de su bebida. Se le antoja un té.

—Me mudé hace cinco años. Terminé la Universidad hace dos años —explica—. Estoy haciendo esto para poder ganarme finalmente el puesto en New York Times, desde niño lo soñaba —dice, pero aquella información es más que obvia para el mellizo menor.

Harry y Evan nacieron un catorce de Noviembre, primero Evan, luego Harry, con diez minutos de diferencia entre ambos. Al desarrollarse, no asisitieron al mismo lugar de estudio, pues su gustos fueron completamente diferentes, mas la relación siempre fue estable y llena de conexión. Mientras Harry siempre fue un deportista, amable, cooperativo y príncipe blanco, Evan era reservado, un hombre nocturno y amante de las fiestas, también codicioso y gestos demasiado caracterizados de un hombre sarcástico y coqueto.

—El boleto de entrada es el señor Downell, ¿No es así, Evan? —cuestiona Kim, obvio. Evan asiente.

—Pero no se preocupen por ello —Evan camina tan seguro de sí mismo, que es tan cautivador—. Hago mi trabajo con todo mi profesionalismo posible.

—¿Qué hay de usted, Besshle? —se atreve a cuestionar Harry, observando la espalda de la mujer que se tensa de inmediato. Evan detiene el paso de la mano de Bess, que se dirige a la boca de la misma. Los viejos hábitos parecen atacarla repentinamente y ella observa a Evan, quien le brinda una sonrisa.

Es incomodo, demasiado incomodo para ella, que incluso no puede dignarse a fijar la mirada en Harry. De todos modos no tiene por qué hacerlo, ella y Evan van caminando adelante, pero le duele el pecho de una forma incorrecta y no se atreve a reprimirse ella misma, pues sería imposible no sentirlo al ver a Harry luego de tantos años.

No es como si Harry no hubiese jugado el papel más...

—Estudiante, aún soy estudiante —finalmente dice Bess—. Aún me faltan tres años para salir de la Universidad, pero está bien. Hago mi carrera con entusiasmo y sé que voy a ser de gran ayuda, mayormente, y como dije anteriormente, para el señor Kim. 

Bess parece querer remarcar en cada oración que deseo mezclarse únicamente con Min Go, y todos parecen notarlo fácilmente. Harry no la sigue observando.

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