Extra "Hidden: Encadenados" Generaciones

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Evan Downell sale del auto, a su lado la puerta se abre y Bess Downell sale como su acompañante. Hay reporteros afuera, después de todo la familia Downell y se iba a reunir junto con las dos otras familias de las esposas, ahora, Downell. Bess lo espera, mientras saluda a algunos colegas que conoce de Evan, por otra parte, algunos reporteros no pueden evitar robarse más tiempo de Evan del planeado. V se había retirado hacían bastante años ya, más de quince años prácticamente, pero sí que había anunciado una sorpresa.

—V, ¿Qué has sentido cuando te enteraste de quién estaba usando tu nombre de reportero para expander, sobre el trabajo que solías hacer?

—Ha sido una sorpresa preocupante. El trabajo que hice fue peligroso, por lo que, me veo preocupado por lo que esto puede hacerle a ella.

—¿Dice que jamás imaginaste eso de su parte?

—No. Nunca, nunca mostró interés en ello. Pero algo sí les voy a aclarar a todas esas personas que ahora lo saben, mayormente a las que piensan en perjudicarla por haber desmentido todo. El país necesitaba de vuelta a un reportero de esa calidad y ella no andará por ahí sola en las calles, tampoco en el trabajo, la seguridad Downell respalda cada paso que ella de por las calles.

Bess deja de sonreír al escuchar las preguntas que formulan, y observa hacia la entrada. Su vestido satín se mueve un poco, refleja cada hueso, cada parte de su cuerpo, cada curva que posee con sus treinta y resto de años.

—Evan —llama ella y él la observa, conoce perfectamente sus expresiones, así que, dejando las preguntas y respuestas a mitad, V se despide de su antiguo equipo y colegas, antes de tomar la mano de su esposa y adentrarse a la casa finalmente.

Evan observa a Bess mientras caminan hacia el comedor, luego de ser recibido por la ama de llaves de la casa de Harry, ella parece haber cambiado monumentalmente aquella expresión que llevaba, así es como Evan le da un apretón de manos.

—No inicies otra vez con esto, Bess. Lo hemos hablado hace dos días ya y hemos llegado a un acuerdo —el chico le dice con una voz tranquila, pero ella no se encuentra para nada tranquila. No lo observa, simplemente camina con la frente en alto, entre molesta y tensa.

—No sé si solamente no piensas racional o-

—O nada —él la suelta de la mano y siguen caminando, esta vez no hay toque, porque la situación volverá a ser lo mismo. Bess cierra sus ojos con molestia y ambos se quedan en el mismo lugar, sin moverse y sin adentrarse al comedor, porque saben que van a discutir sobre lo mismo—. No inicies, Besshlee.

—No, Evan. No estamos hablando de un trabajo cualquier, de una persona cualquiera, de dejar pasar esto como si no fuese absolutamente nada de que preocuparse —Bess lo señala con preocupación y Evan niega.

—Dijimos que íbamos a apoyarlos en lo que fueses, así que no se te ocurra cortar todos sus sueños —no hay advertencia, sino deseos de comprensión. Evan está feliz, él simplemente apoya con toda su fuerza.

—¿Qué? ¿Como corté los tuyos?

Él ya no curva sus labios, simplemente se queda en silencio.

—Los corté yo mismo porque queríamos formas una familia. Los corté porque fueron más los deseos de verte feliz, de tener compañía, y sabías lo mucho que amaba lo que hacía —él parece serio y Bess sabe que ha tocado un punto en él—. Aprende a medir lo que dices. Nunca te dije que no dejaras tu trabajo estable por iniciar de cero hacer pinturas que no sabíamos si iban a generar o no ingresos, nunca me negué a que destruyeras incluso mi estudio para que lo hicieras tu habitación de pinturas, estuve en cada una de tus exhibiciones, te di todo mi apoyo porque era mi sueño.

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