Capítulo 30

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—Hay muchas formas de hacerlo funcionar, pero no precipitando la fecha —Bess habla, ojeando una revista. Harry se encuentra sentado a su lado, afloja el nudo de su corbata—. Estamos hablando de una boda, no del juego de niños, tampoco de adolescentes soñando.

Harry suspira y asiente de acuerdo, le echa un vistazo a Bess, quien lleva una pijama de franela rosa puesta y el corto cabello atado a la mitad, hay un lapicero en su cabeza también, pero ella parece demasiado concentrada, rayando la revista de bodas y decoraciones especiales. Se centra en los colores que deben elegirse.

—¿Crees que es mejor un color básico y tradicional o lo mezclamos con un color pastel o sólido para lograr algo más... diferente? —cuestiona ella y Harry chasquea la lengua un poco, pensativo de los colores que Bess habla—. Cualquier opción suena bien, pero esto no es solo mi decisión, es tuya también.

—Colores pálidos, Bess —él sonríe levemente y ella imita su acción para luego rayar la paleta de colores perfecta para la ocasión.

La noche es fría, el clima ha estado bajado bastante, pero a Harry le gustaba el hotel por una sola cosa, y era el piso de vidrio que les permitía sentir que estaban afuera, podía ver a Bess desde la calle si iba a entrar al hotel. Ambos se observan una vez más, antes de que ella se acerque a él.

—¿Algo sucede? —cuestiona, él niega de inmediato, suspirando y deshaciéndose completamente de su corbata ahora—. Lo puedo ver en tu rostro, Harry. Eso es lo desafortunado de haber dejado que alguien entrara a tu vida en tu época más emocional.

—Sería exactamente mentir si dijera que algo malo me sucede —responde y ella asiente levemente—. De todos modos, es tarde, debes de dormir.

Ella niega.

—Mañana son los exámenes finales. Debo de estudiar —dice, sacando un libro debajo del de bodas y mostrándolo a Harry quien sonríe una vez más—. Después de todo el tiempo estudiando, finalmente voy a trabajar... no, es peor, pero de todas formas será mucho mejor el finalizar esto.

—Lo será —Harry la observa una vez más.

Imaginar a Bess en un vestido blanco y de camino al altar lo hace volverse loco en manera que son indescriptibles, completamente abrumante. De todas formas eso no se compara a imaginar qué sería tenerla de esposa, completamente entregada hacia él, ayudando a hacer desayuno, viéndola correr porque llega tarde al trabajo, tal vez tener la reacción de shock cuando se supiera que está embarazada o desvelarse para los niños.

Le robó el alma.

—Bien, ve a darte una ducha y a dormir. Nos veremos —ella sonríe hacia él y Harry asiente, antes de ponerse de pie e inclinarse hacia ella, acortando las distancias finalmente.

—Tengo que trabajar —murmura en su oído, antes de recobrar su postura y observarla—. Traeré algo para tomar y luego podemos ayudarnos mutuamente.

—Supongo que son las ventajas de tener a un empresario reconocido mundialmente de mi lado, la parte realista y sincera de todo este tema —sonríe y él se encoge de hombros.

V sale del bar en un puertazo increíblemente duro, el chico se tambalea con una sonrisilla socarrona en su boca, mientras William, Ryan, Bryan y su antigua novia tratan de mantenerse a sí mismos quietos también. Algunos seguidores del fotógrafo no tardan en reconocerlo y murmurar entre ellos, es un humano después de todo, puede beber y embriagarse si se le viene en gana.

No es como si el frío ayudara, pues todos se ríen a carcajadas en momentos que no deberían, mientras hablan de cualquier situación random, pero en algún punto V simplemente no puede negar que le duele... aún le duele lo que sucedió, pero eso no es impedimento para que él pueda salir a tomar algo con sus amigos.

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