Capítulo 3

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¡Me admira! ¡Me admira! ¡Me admira! ¡Estoy tan feliz!

Fuimos a clases y yo no podía estar más feliz. Era una enorme emoción que no podía controlar, él había dicho que me admira y eso significa mucho para mi. Byun Baekhyun en cuestión de segundos se había convertido en mi perdición.

Nunca había sentido tal fascinación por una persona, ni siquiera con el idiota de mi ex novio que terminó conmigo por haberle gritado que era un hijo de perra después de verlo besarse con Hyuna. No me dolió cuando lo dejé así que fue fácil superarlo. Pero con Baekhyun todo era diferente.

—¿Qué pasa? —preguntó Sehun y lo miré.

—Nada —dije—, solo estoy pensando.

—¿En tu tocino?

—Cierra la boca, Sehun —mascullé y se río un poco—. No te metas en mis asuntos.

Entró el profesor mas obstinado de todo el universo y comenzó nuestra clase. Me regañó como cinco veces por no prestar atención. Aveces yo también me preguntó como es que paso de año. Fui a la biblioteca a buscar un libro que iba a necesitar y solté un suspiro.

—Quisiera poder teletransportarme y no caminar —murmuré.

Agarré el libro y fui al salón. Para nada porque a mitad de clase me dormí.

El día fue bastante animado porque todos estaban emocionados por la llegada del tocino, yo por mi parte trataba de mantenerme al margen, no debía de hacer nada raro o sino pensaría que estoy loca. Si, estoy loca pero por él, es que es tan irresistible.

Ya era hora de la salida y me despedí de todos. Antes de ir a mi casa compré un jugo porque me estaba muriendo de hambre. Llegué a mi casa y almorcé. Si, de nuevo. Fui a mi habitación y me puse a ver que hacia el tocino. Pero él solo llegó y se acostó a dormir. Seguramente el pobre debe de estar muy cansado, así que hoy lo voy a perdonar y no lo espiaré. Escuché la puerta abrirse y de un brinco salté al escritorio y fingí estar estudiando.

—Taeyeon, voy a salir —dijo mamá y volteé a mirarla—. Ve al supermercado, dejé el dinero en la mesa. Adiós —cerró la puerta y me asome por la ventana. Ya salió.

Finalmente sola, aunque es un desperdicio que Baekhyun esté dormido, así que primero tengo que hacer mis cosas. Por ejemplo, mamá dijo que vaya al supermercado. Como estoy disponible y de buen humor, iré.

Me bañé y me puse una camisa manga larga con un short y unos botines. Deje mi cabello suelto y me pinte los labios. Agarré mi cartera, teléfono y dinero. Bajé las escaleras y observé la casa solitaria, lo único que se escuchaban eran mis pasos. Miré el dinero que estaba en la mesa y lo cogí junto a la llave.

Ella salió y pudo haber ido ella a comprar las cosas. Pero como siempre, todo Taeyeon.

Caminé hacía el supermercado porque no quedaba muy lejos, aparte de que tengo que hacer ejercicio porque últimamente he estado comiendo como cerdo y los buenos cuerpos no se hacen solos.

Llegue al supermercado y me di cuenta que habían nuevos dulces. Esto es imposible de resistir. Los agarré todos y los pagué. De todas maneras yo no sabia que comprar y ella tampoco dejó lista. Fui caminando comiendo un chupetin hasta que por un callejón había una figura conocida, me escondí y comencé a ver.

— ¿Chen? Si, es él. Y el otro es... —ahogué un grito— ¿Baozi? ¿el Xiumin?

Uy, esto se pone interesante.

Saqué mi teléfono y comencé a grabar. Al parecer estaban hablando, Xiumin se volteo para irse pero Chen lo agarró del brazo y lo apegó hacia él. ¡Santos unicornios! ¡Esto es Yaoi en vivo! ¡OH POR DIOS! ¡Hoy es el mejor día de mi vida! Ese Chen tiene que besarlo.

Estaban tan cerca hasta que Chen rompió esa cercanía y lo besó. Quería gritar pero me tapé la boca, no iba a dejar que me descubrieran. Esto es oro puro.

Lo puse en cámara y tome varias fotos. Chen le estaba tocando el trasero a Xiumin. Solté una risita y ellos se voltearon. Me agache antes de que me vean y camine con cuidado. Salí corriendo con las manos alzadas.

—¡VIVA EL YAOI! —grité después de haberme alejado y tropecé con mis cordones.

Me caí de cara. Si no fuera porque puse mis manos ya mi cara estuviera hecha pedazos. Pero esto no impedirá que sea feliz por lo que acabo de ver.

Varias personas pasaban me miraban y sonreían, otras me miraban como que si fuera una loca pero eso era lo de menos. No es normal ver a una chica que se acaba de caer y ya esta sonriendo.

Miré mi teléfono y las fotos habían salido en hd. Debería enviarle uno a Lisa. Se lo envíe y a los segundos respondió.

Yolisap:

Unnie😳 ¿Donde conseguiste eso? ¿Por qué no me llamaste?

KuinTellón:

Oww😥 fue de repente. ¿Que te pareció? A la próxima te llamó.

Yolisap:

Estuvo bueno 7u7 gracias unnie, una más para mi colección de yaoi.

Sonreí y me pare, sacudí mi ropa y me encaminé hacía mi casa con una sonrisa de oreja a oreja. Fui a mi casa y todavía no había llegado mamá. Deje los dulces en la mesa y subí a mi habitación. Decidí publicar la foto a Internet por mi cuenta anónima y así lo hice, solo que censure sus caras. A los minutos tenia bastante comentarios.

Pasé la tarde espiando a Baekhyun que lo único que hacia era jugar y aveces hablar por teléfono. Tengo que conocer sobre Baekhyun, todo lo que le gusta. Varias veces volteaba a ver a mi ventana y tenía que tirarme al suelo para que no me descubriera, al final me aburrí y cuando de dediqué a estudiar él subió su música a todo volumen y mis estudios fueron interrumpidos.

Ya había anochecido y me moría de sueño, casi me quedo dormida pero recordé que me tenia que cepillar. Miré la ventana y estaba Baekhyun sin camisa, tenía una toalla alrededor de la cintura y tenía el teléfono en la mano.

—Seguro estoy alucinando, creo que es por el cansancio.

Me frote los ojos y mire de nuevo. ¡Era real! Casi cayendo busqué mi teléfono y cuando vi no estaba. Puta imaginación. Fui al baño y me comencé a cepillar. Escuché la puerta de algún lugar y me di cuenta que era el tocino.

Me pegué a la pared para escuchar y lo único que escuche hizo que sonriera. Podía escuchar, nuestras casas estaban muy juntas. Estaba cantando y su voz sonaba tan linda. Me dieron ganas de gritar pero me aguanté. Escuché la puerta de abajo abrirse, seguro era mamá. Me enjuague la boca y baje corriendo las escaleras.

—Mami, llegaste —le sonreí y ella me miró.

—No, no he llegado —la abracé y sonrió. Mi relación con mi madre era excelente, ella era mucho más abierta conmigo cuando no estaba mi padre. Él siempre quería la casa silenciosa y no podíamos hablar mucho porque nos fulminaba.

—¿Hiciste las compras? —cuestionó y abrí los ojos.

Las compras, lo había olvidado.

—Buenas noches, te amo —subí corriendo a mi habitación y me tiré a mi cama. Tape mis oídos.

Tres, dos, uno...

—¡TAEYEON! —gritó furiosa y solté una risa.

Uy, creo que eso hasta lo escuchó el tocino. Meh, no importa. Leeré algo de yaoi.

Me entretuve mirando dramas en vez de yaoi porque conseguí uno muy bueno. No recuerdo exactamente la hora en que me había dormido, solo sé que fue muy tarde. Abrí los ojos y me estiré. Giré mi vista a la derecha y miré la hora, mis ojos se abrieron de par en par y di un brinco al baño. Era tarde, ¡demasiado tarde!

Me bañé rápidamente y me puse lo primero que encontré. Una franela gris larga y unos pantalones ajustados color azul marino, me puse unas Adidas y me hice una coleta. Me medio maquille y agarré mi mochila. No había tiempo para ir con glamour.

—Hoy no, Taeyeon.

Bajé corriendo y mamá no estaba. Agarré unos dulces, comí un pedazo pequeño de queso y salí corriendo. Casi me atraganto pero afortunadamente alguien me ayudo, no fue exactamente una ayuda pero si me dio agua, digo, se la quité.

Me paré a descansar porque desde que salí no he parado de correr hasta que un carro conocido se paró.

Era mi suegris, jiji.

—Hola Taeyeon —me sonrió—, ¿vas al instituto? Si quieres te llevamos, sube.

—Hmm, yo...

No estaba segura, estar junto a Baekhyun me hacía sentir nerviosa. Estar a su lado era como estar junto a un modelo.

—No digas que no, de todas maneras vamos al mismo lugar.

No me quedó de otra que subir y saludar. Baekhyun me sonrió y casi me derrito. Que buenos padres tiene, en cambio mi madre siempre se escapa para no llevarme. Ay, si tuviera mi bicicleta. Llegamos al instituto, les agradecí y nos bajamos. Vimos el carro desaparecer.

No podía decir "Llego su reina" porque seguro y pensaba que estaba loca así que no lo dije.

—¿Cómo amaneciste hoy? —preguntó mientras caminábamos hacía adentro.

—Algo bien, ¿escuchaste el grito de mi madre ayer, cierto?

—Si, fue gracioso —se río—. ¿Qué hiciste?

—Me mandó al supermercado y bueno... Compré dulces.

—Creo que si estuviera en tu lugar hubiese hecho lo mismo —sonrió y asentí. Su teléfono sonó y lo sacó, lo miré curiosa y cuando miré al frente pude divisar la figura de Chen que viene con cara de pocos amigos.

—Ay, dios —dije y me detuve.

—¿Qué paso? —alzó la vista y preguntó confundido.

—Hablamos luego —sntes de acercarme a Chen le regale una bolsa de gomitas y él gustoso aceptó. Lo dejé atrás y me acerqué a Jongdae.

—Holaa, Chennie —saludé.

—Kim Taeyeon, borra esas malditas fotos ahora mismo —ordenó con una mirada seria.

—¿Cuál fotos?—lo mire fingiendo no saber. Él no tenía que saber, se supone que era una cuenta anónima y él lo sabe.

—No te hagas la loca —se cruzó de brazos—. Sé que fuiste tú la que publicaste eso, Taeyeon, no quiero ninguna de tus tontas excusas porque sé que fuiste tú.

—Vale, ahmm. Hagamos un trato —dije y frunció el ceño—. ¿Conoces a Byun?

—Claro, es mi amigo.

Wuju, perfecto.

—Hagamos esto —pausé—, si tu me dices que es lo que le gusta a él, yo borraré las fotos.

Lo pensó un momento con los ojos entrecerrados y luego asintió. Sabía que iba a funcionar, nadie se negaría a un trato como ese y más si viene de mi.

—En el receso, detrás del instituto —dijo y se alejó. Solté un suspiro.

—Vale, finalmente podré saber —me dije a mí misma.

Entré a mi salón y salude a Tiffany. Pegamos un grito cuando nos vimos y todos nos miraron con el ceño fruncido.

—No se que tanto gritan si todos los días se ven —murmuró alguien sin importancia.

Me acerqué a Tiffany y la abrace. Dejamos de abrazarnos y ella me sonrió.

—Impresionante, Tae, esas fotos que subiste fueron extraordinarias —me dio un cumplido y asentí con orgullo.

—Lo sé, ja. ¿Vino Lisa?

—No, los de primer año no tienen clase hoy —dijo y suspiré.

—Ah, que suerte.

Entró Baekhyun y le sonreí. Entro el profesor de historia y comenzó su clase. Yo estaba tan desesperada para que sea receso. Moría por ir a hablar con Chen sobre Baekhyun, espero que tengamos gustos similares. Me pregunto como se habrán conocido. Sonó la campana y yo de inmediato me paré.

Salí corriendo y fui al lugar acordado. Él llego minutos después.

—Y bien. ¿Que es lo que le gusta a Byun? —soltó un suspiro y comenzó a hablar. Me dijo un montón de cosas que pensé que me iba a dormir hasta que terminó.

—Ah, pensé que me iba a dormir aquí —dije bostezando. A ese tocino si que le gustan muchas cosas. Y lo mejor, tenemos cosas en común.

—Listo ahora borra esas fotos.

Saqué mi teléfono y borré las fotos de Internet. Lo miré y me miraba con los ojos entrecerrados.

—Las que tienes en la galería —apuntó y bufé. Me arrebató el teléfono y lo revisó.

—¿Chenmin? —me encogí de hombros. Me entregó el teléfono y se fue.

Lo que él no sabe es que tengo el vídeo y otras copias en mi laptop. Hice una sonrisa malvada y volví al salón.

—Taeyeon —me llamó el tocino y volteé intentando mantener la calma y no violarlo con la mirada.

—¿Hmm?

—Mis padres me dijeron que quieren que hoy vayas a cenar con nosotros.

¿Me esta invitando a su casa? ¡A mi! ¡Sólo a mi! Aunque en realidad fueron sus padres pero eso no importa. Soy feliz.

Vecinos ➥Baekyeon  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora