Vecinos ➥Baekyeon (EDITANDO)

Capítulo 9

Entré al salón viejo y el profesor estaba sentado. Me miro y se levanto, cerro la puerta con llave y volvió a mirarme.

—¿Estás lista? ¿Lo tienes?—sonreí con maldad.

—Claro, ¿esta seguro de que quiere hacer esto?

—Seguro, si lo haces te pondré buenas notas en todas tus materias conmigo. Mientras mas rápido, mejor.

—Hmm, de acuerdo —asentí y me acerqué al escritorio.

Él se quito la chaqueta y lo dejo en la silla. Yo me quite mi bolso y lo deje en el escritorio.

—Bien, esta es su dirección y los lugares que frecuenta —le di el papel.

—Interesante, ¿trajiste lo necesario?

—¿Por quién me tomas? —dije con una mueca.

Saque el papel de mi bolsillo y se lo entregué.

—Perfecto, gracias por la información y la ayuda. Cumpliré mi promesa, Taeyeon.

—De nada, profesor Kris. Suerte con Tao.

Agarré mis cosas y salí. Fue trabajo fácil, solo tenia que averiguar la dirección y el número del profesor Tao. Todo fácil. Él era el numero desconocido que me estaba llamando, por un momento pensé que era un acosador o secuestrador.

Fui de camino a mi casa y me detuve al ver que mis cordones estaban sueltos. Me agaché y los amarré, cuando alcé la vista había una señora hablando por teléfono mientras miraba a otro lado y un carrito con un bebe dentro. Me acerqué y lo miré.

—Aww, tan lindo y tan tierno —por un momento recordé a Baekhyun pero rápidamente descarté la idea, Baekhyun era más hermoso. Comencé a hacerle caras aterradoras y comenzó a llorar. Salí corriendo y al voltear su madre lo cargaba con el ceño fruncido—. Nunca he sido buena con los bebes.

Volví a mi casa con la esperanza de no encontrarme a Jiyeon, pero como el mundo esta en mi contra si sucedió. Subí las escaleras y Jiyeon estaba parada en la puerta de mi habitación. Me miró y se acercó a mi.

—Mi papá me dijo que me dieras el número de la tía Soojin —dijo.

—Que te lo de otra persona porque esa no seré yo —seguí caminando pero me jaló del brazo.

—Sabes muy bien que soy la favorita de papá y cualquier cosa que le diga podría causar que te echen de la casa, así que deja de jugar y dame el maldito número.

Me solté de su agarré y entré a mi habitación. Ella me siguió. Dejé mi mochila y comencé a buscar una hoja para anotar el número. Rayos, siempre tiene que venir la idiota a molestar, desearía que se quedé calva y que venga King Kong y la lance para el otro lado del mundo.

—Agh, que habitación mas horrible... Toda una friki... ¿Anime? Ja —se río—, que infantil eres.

Anoté el número rápidamente y se lo entregué.

Toma tu maldito número, bicho raro.

—Gracias, yeonnie —sonrió con falsedad.

Salió y cerré la puerta de un portazo. Quise gritar pero me aguanté, Jiyeon siempre haciéndome la vida imposible. Creo que debería salir y tomar algo de aire. Me bañé y comencé a vestirme. Me puse una camisa negra de rayas blancas y un pantalón negro, unas converse con puntos blancos y me maquille.

Ah, tengo que decirle a Sehun que le ponga cámaras a mi habitación. Jiyeon es capaz de venir a robar mis pósters, zapatos, ropas, vestidos, maquillaje y mi yaoi. Abrí la puerta y la cerré con seguro, guardé la llave y comencé a bajar las escaleras. Estaban sentados y mi madre se paró y me miró.