17.

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Si pensaba que todos los sentimientos que ayer proliferaron durante la noche se iban a difuminar al despertarme, estaba totalmente equivocada.

Nada más abrir los ojos me encontré con la mirada aún encendida de Carlos, provocando nuevamente un incendio en mi interior. El último recuerdo que tenía de la noche de ayer, era la sensación del efímero beso que nos habíamos dado, que me había dado. Instintivamente dirigí mis ojos hacia su boca, siendo consciente del suspiro que salía por ella, producto de su respiración agitada.

Sus manos, para nada tímidas, se trasladaron a mi cintura adentrándose luego por debajo mi camiseta. Mi respiración ni siquiera era ya agitada, directamente era inexistente, no sabía manejar la situación, ni sabía hasta donde quería llegar, pero lo comprendí cuando sus manos recorrieron mi torso hasta llegar a mis pechos desnudos. Sentí en ese instante que eso era lo que quería, navegar entre zonas que no sabían ni que existían en  mi cuerpo.

No podía articular ningún tipo de sonido, por lo que simplemente asentí ante su petición de continuar lo que estaba empezando, acariciando lentamente cada poro de mi piel, memorizándolo. No era un juego de dos, y no lo era porque no me permitía participar, no me daba permiso para indagar también en su piel. Carlos estaba buscando un único disfrute, el mío, sin buscar el suyo propio, haciéndole ver totalmente generoso, pero me era urgente complacerle también a él.

- Shuuu Juls, ahora no, déjame a mi.- me dijo confirmándome que, a la que quería cuidar era a mi.

Descendió su mano por debajo de los pantalones de mi pijama, deteniéndose para, ahora sí, asegurarse de que estaba completamente segura de su siguiente paso. Un quejido desesperado le hizo ver que lo único que quería era que siguiese, sin soportar la lentitud con la que me estaba tratando.

- Lo único que quiero es que no te arrepientas leona.- aclaró esperando una nueva respuesta
- Quiero esto.- afirmé, consiguiendo algo de autoridad cuando, después de tanto tiempo esperando el momento, consigo unir nuestros labios en un intenso beso.

Todo lo que estábamos haciendo ahora sí que se había desvanecido, anteponiendo el hecho de por fin, poder besarnos a convertir nuestros sentimientos en mero placer, porque sentíamos que lo nuestro no se trataba sólo de satisfacernos sexualmente. La intensidad y frecuencia de nuestros besos aumentaban por instantes, resultando casi inviable si no queríamos morir por asfixia. Aunque de algo había que morir por lo que, aún no siendo suficiente para mí nuestro repentino acercamiento, me deslicé hasta situarme por encima de sus caderas poniendo de nuevo en contacto nuestros cuerpos.

- Te sienta tan bien eso de "leona".- afirmó jugueteando con mi labio inferior, moldeándolo a su antojo, si ningún tipo de cuidado.- no se me olvida lo que estábamos haciendo antes Julita...
- A mi tampoco.- contesto completamente sonrojada, pero siendo realista.- aunque tampoco me importa interrumpirlo si es para besarte.- mi comentario totalmente revelador le sorprende, veo en sus ojos emoción, alegría y  deseo, me analiza pausadamente para después volver a besarme con una intensidad aún mayor que las anteriores.

Y si como de una promesa se tratase, volvió a su trabajo inicial, deslizando su mano por debajo de mis pantalones los cuales desparecieron minutos más tarde, al igual que el resto de la ropa, incluida la anterior. Pensaba que llegado este momento con él, me moriría de la vergüenza al estar totalmente expuesta, pero eso resultó ser totalmente erróneo al ver con el cariño con el que me acariciaba y hacía disfrutar, únicamente con sus dedos. Tenía miedo de que Dave llegase a escuchar mis gemidos, que eran acallados por pequeños y cortos besos, hasta llegar a alcanzar el mayor punto de extasis que había llegado en mi vida. Una vez recuperada, o al menos siendo consciente de lo que había ocurrido, me refugio en su cuerpo, siendo arropada con las sábanas.

- Duerme un poco más, voy a hacer la comida, te aviso cuando esté. Descansa leona.- sinceramente no quería que se fuese, pero estaba sin fuerzas, el cansancio y el sueño me vencían de nuevo.

Unas caricias en mi vientre, pechos y cuello, aún desnudos como consecuencia de lo sucedido con anterioridad, me despiertan de mi ensoñación.

-Pequeña, ya está la comida hecha. Dave nos espera.
- Me visto y voy. Dave no sabe nada verdad?
- Tranquila, creo que me he encargado bien de que no se te escuchase, Leona.- dice tranquilamente robándome un beso y marchándose de la habitación.

La comida transcurre con normalidad, Dave no sospecha nada y eso me tranquiliza. No sabemos muy bien lo que ha pasado entre nosotros o si volverá a pasar, por lo que no queríamos a priori dar explicaciones de lo que había sucedido en mi habitación.

La tarde la aprovechamos para recargar fuerzas, durmiendo un par de horas en el salón.   Carlos y yo nos mantenemos alejados para evitar acercamientos para nada comunes ante los ojos de nuestro amigo, pero al final nos resulta imposible cayendo yo dormida encima de su cuerpo. Como siempre, Dave era el último en despertase, y como lo sabíamos aprovechamos esa diferencia para correr a su habitación y poder besarnos tranquilamente, hasta escuchar los pasos de Dave acercándose a nuestra habitación.

- Son las 8:30 chiquitines...- informa un adormilado Dave que nos mira de arriba abajo, intentando averiguar lo que estaba pasando en esa habitación.- que hacíais aquí?.- pregunta totalmente directo haciendo que el miedo se adentrase en mi cuerpo de golpe. Miré a Carlos indicándole que contestase el, pero nada más mirarle me di cuenta de que iba a ser complicado mentir a mi amigo, Carlos estaba totalmente despeinado, con los labios hinchados y su camiseta totalmente arrugada, seguramente igual que yo.
- Nos estábamos liando.- contesta seriamente haciendo que me de un vuelco al corazón.- Es coña, estábamos preparando una broma para despertarte, pero nos has pillado
- No me hubiese sorprendido para nada de lo primero, ayer lo único os faltó fue ir al baño de la discoteca, y por favor, no me neguéis nada.
- No creo que queramos cocinar, pedimos pizza?.- pregunta como si no quiere la cosa
- Tu y la pizza Carlitos... me parece correcto!.- contesto yo también intentando cambiar la dirección de la conversación.
- Madre mía, madre miaaa.- grita Dave saliendo de la habitación.- No me lo han negado! Ya era hora, porque directamente pensaba que ibais a follar en medio de la pista.- grita por el pasillo, haciéndonos sonrojar a Carlos y a mi que aún no hemos salido de la habitación.
- Follar no hemos filmado pero...
- Carlos, calla!.- digo riéndome dándole un golpe en el pecho.- venga vamos con Dave sigo tirando de él, para salir de la habitación no sin antes darnos un beso.

Al hacer buen tiempo decidimos cenar y pasar la noche en la terraza, aún no habían estado en ella y como supuse les había encantado. En mi caso, como tenía que madrugar al día siguiente me fui antes a la cama, quedándome plenamente conforme cuando a las horas sentí el colchón unirse anunciando la llegada de Carlos, recordándome lo mucho que me hizo disfrutar tan solo con sus manos, queriendo mucho más de él.

*****
SORPRESAAAAAAA

Madre mía no se que estoy haciendo ME VOY A QUEDAR SI CAPÍTULOS QUE SUBIROS!!! Pero el anterior y éste los escribí hace bastante y me moría de ganas por compartirlos y no he podido resistirme.

Espero que os guste! Y comentad!!!

A partir de ahora, qué creéis que va a pasar?

Muchas gracias por votar y comentar, me animan muchísimo a seguir con esto. ❤️❤️❤️

ATEMPORAL [J.R]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora