27.

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- Me gusta más la habitación de casa.- dice Carlos, sentado en su cama, revisando la habitación en la que había estado durante los últimos ocho meses. El mero hecho de referirse a casa como algo "nuestro" me había causado ternura, provocando unas inmensas ganas de querer que se alojase ya en su verdadera habitación, de la que nunca tuvo que marcharse.
- Casa..- repito, haciéndole ver que me había gustado lo que había dicho, acercándome a su cama para situarme entre sus piernas.
- Nuestra casa.- reitera sabiendo el efecto que genera en mi su declaración.- ven aquí, ahora nos vamos.- dice tirando de mi hasta sentarme encima de sus piernas, volviéndose a crear una atmósfera totalmente íntima.

Pero en esta ocasión, no siento las irremediables ganas de fundir nuestros cuerpos, no sé realmente lo que quiero, pero sé, al menos, que no quiero volver por el momento a casa, eso significaría volver inevitablemente a una realidad que cada día me gustaba menos.

- Que te pasa?.- susurra acariciando mi pelo, como llevaba haciendo desde que nos habíamos conocido. Cuando Javi en cambio lo hacía, intentaba retirarme, me resultaban caricias ásperas y vanas de amor si las compraba con las de Carlos, mi amigo. Pero el problema era mío, que no debería de comprar y en cambio no paraba de hacerlo, intentando vivir en una utopía en la que soy feliz encerrada en una habitación extraña con alguien del que estuve enamorada. 
- No lo sé Carlos, de verdad que no lo sé.- susurro también, escondiendo mi cabeza en su cuello.- no paro de dar vueltas a las cosas.- confieso observándole intentando encontrar apoyo en él, quien acaricia ahora mis labios con sus suaves dedos, intentando memorizar cada uno de los resquicios de mi boca.- y no debería de comparar, pero me es inevitable.- gruño dándole un pequeño beso a cada uno de los dedos que están situados en mis labios.- no se como manejar esta situación...
- Crees que es buena idea que me vaya a vivir contigo?.- se pronuncia por primera vez Carlos.- porque yo voy a aprovechar cualquier oportunidad, pero no quiero ser injusto contigo, tampoco sé cómo actuar, sé que nuestro momento ya pasó, estropeé todo, pero no puedo evitar querer más de ti... y me da tanto miedo... sé que aunque sigas sintiendo algo por mi, siempre vas a elegir a Javi.- termina susurrando, buscando desesperadamente una respuesta en mi, que nunca llega porque simplemente me encojo de hombros, sin estar muy segura de si mi elección sería Javi.

Era la primera vez que Carlos se abría y mostraba parte de sus sentimientos, si eso hubiese pasado en un primer momento seguramente estaríamos en casa, tranquilos y planeando que hacer durante la semana para festejar nuestros ocho meses juntos como pareja. Y en cambio, pasábamos los días buscando excusas para vernos, intentábamos escabullirnos para estar juntos a solas, y que decir que nuestras manos... que no paraban quietas entorno a nuestros cuerpos, todo era un desastre en mi cabeza.

- El no me ha hecho daño Carlos, él me da seguridad para seguir. Con él nada irá mal.- le echo en cara, para que sepa el motivo por el que aún estoy con mi novio, obviando que aunque no lo parezca, le quiero.- Cuando te fuiste, y él apareció, me trajo la calma que en aquel entonces necesitaba, y aún necesito.- sigo intentando justificarnos, a lo que Carlos simplemente asiente, pues no tenía nada que refutar por desgracia.- Ya está todo hecho Carlos, hablemos de otra cosa por favor.- suplico, ahora los papeles se habían invertido y era yo la que no quería hablar sobre un "nosotros".
- Esta bien... pero que sepas Julita que no me voy a rendir.- contesta tranquilamente, dándome un pico en los labios totalmente inesperado
- No vuelvas a hacer eso, te he dicho que quiero a Javi, que parte no te ha quedado claro?.- le regaño, aunque realmente no me siento así, a lo que mi amigo responde con un puchero dándome a entender que lo ha comprendido, pero parece ser finalmente que no, al darme un beso detrás de otro.- nos vamos de aquí.- digo levantándome rápidamente para evitar caer en su trampa, ni siquiera le había vuelto a regañar, y eso me frustraba ¿ya había caído?

Carlos me llevó a uno de mis restaurantes favoritos, al principio pensé que fue casualidad hasta que me confesó que había pedido a mis amigas ayuda, estaba claro que iba a por todas, y aunque no estaba del todo conforme con ello, que contactase con mis amigas me resultó tierno. ¿La comida? Absolutamente maravillosa, era quizás la primera vez que nos centrábamos en nosotros y he de decir que congeniábamos demasiado bien para ser verdad, y eso no me lo esperaba.

- Cuánto tiempo tienes pensado quedarte en Madrid?.- pregunto, ajena a su situación laboral.
- No lo sé, tengo mucho trabajo ahora aquí, y estoy muy bien ahora mismo. No quiero marcharme, no cuando ahora están funcionando las cosas que me importan.- contesta, a lo que yo me sonrojo, siendo consciente de que entre esas cosas que funcionan, estoy yo. - y ya te he dicho que nuestra casa me encanta, te imaginas comprarla?
- Oye! Yo llegué primero, no me la quites! Aunque jamás podría comprarla...
- Podemos comprarla entre los dos, es una casa grande, podríamos tenerla para siempre, imagínate los veranos en la terraza y con bebés!.- comenta, haciendo que me sonroje aún más, mis negativas a una relación con él no le sirven de nada, hasta la ilusión con la que lo dice hacen que incluso la situación que ha narrado se convierta hasta posible.
- No seas tonto!.- le regaño amistosamente.- y si nunca estamos juntos? Que haríamos con esa casa?.- preguntó burlonamente, entrando en su juego.
- No creo que eso vaya a pesar Leona...- responde tranquilamente ¿De verdad estaba tan convencido?.- pero si eso llegara a pasar, sería nuestro escondite, lo visitaríamos unas cuantas veces al mes.- visualiza el muy descarado.
- Visitarlo unas cuantas veces? Tú estás loco!.- protesto riéndome de sus ocurrencias, jamás engañaría a mi pareja, por eso mismo, quería tener muy claro a quien querer, aunque la situación con Carlos se me estaba yendo de las manos, y la traición a Javi cada vez se hacía más real.
- Algo habrá que hacer no? Yo no puedo vivir sin tocarte, así que 5 o 7 veces al mes...
- Pero Carlos!.- le vuelvo a regañar por todas sus insinuaciones.- Ademas, que yo recuerde tú y yo nunca...- le digo muriéndome de la vergüenza
- Pero hemos estado a punto muchas veces, eso me es suficiente para saber que pasará, y mucho!.- vuelve a contestar sin ningún problema, era imposible este chico, aunque era totalmente cierto que en muchas ocasiones rozamos el límite.
- Vamos a dejar el tema porque estás desvariando Carlitos. Además! Nos vamos a tener que ir yendo, Dave no puede estar mucho tiempo solo.- propongo lastimosamente, pero no podíamos quedarnos eternamente en el restaurante y tampoco quería continuar con ese tema.

Y así fue, Carlos pagó y luego nos dirigimos a casa caminando, juntos, abrazados y de la mano como si de una pareja se tratase, pero no, solo éramos amigos con unas expectativas de futuro algo peculiares, incluso Carlos había hablado de una casa en común, de tener bebés, y de unos sinsentidos más que me hacían quererle más de lo tonto que podía llegar a ser.

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Hola! Aquí otro capitulo! Seguimos avanzando!
Próximo capítulo: DAVE QUIERE AGILIZAR LA SITUACIÓN, Y HARÁ ALGO!

Pd: Estoy muy muy orgullosa de Carlos ❤️

ATEMPORAL [J.R]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora