Cap11

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PV Tabata.

Desperté y me puse la ropa para el combate, baje y entrenamos, todos los guardias estaban extraños, después de la hora y media fuimos a bañarnos, me puse la ropa interior y en mi cama había una ropa lista, me fije por la ventana y había una camioneta negra. Me puse la ropa que era un pantalón pegado negro, una blusa pegada de tirantes como interior no sé como describirla, una blusa de manga larga negra un poco gruesa, unos botines con tacón y una chamarra de cuero, me seque un poco el pelo e hice un moño un poco despeinado, me pinte las cejas y así, agarre mi celular y mis libros de idiomas, salí del cuarto y Héctor y Nataniel estaban igual de negro, pantalones, camiseta, chamarra, botas. Todo de negro, bajamos hasta donde nos dan las clases, antes de entrar vimos como varios chicos de más o menos nuestra edad pasaban detrás de una pareja de señores, siento que los conozco de algún lugar, mi padre nos volteo a ver y me dio una sonrisa nostálgica. Entramos al salón y empezamos con la clase. Escuchábamos como susurraban cosas fuera de la puerta, al terminar la clase, fuimos a la cocina, desayunamos nosotros tres solos, los demás ya se habían ido a la escuela y César estaba con papa.

Nataniel: ¿y ahora que...?

Padre: Chicos, vengan.

Nosotros sin decir nada, nos levantamos y fuimos detrás de el, siempre con buena postura y si hablábamos, seria en un susurro y siendo cortes. Entramos a la oficina de mi padre, César se veía triste, enojado. Nos vio y se le corrió una lágrima. Vino y nos abrazo a los tres.

César: Lo siento tanto chicos.

Tabata: ¿Qué cosa?

Padre: Haber César, deja les explico. Chicos... como siempre les he dicho, vayan al punto, sean directos. Así que aquí va, ustedes tres son hermanos, nosotros no somos sus padres ni su familia, los cuidamos y protegimos ya que sus padres estaban metidos en un problema. Sus padres los están esperando en el salón de combate, ahí hablaran con ellos, después vendrán acá y hablaremos.

Tabata: Pero que carajo...

Padre: Hey su vocabulario señorita... Tabata, lo siento en serio, chicos de corazón se los digo, se ganaron nuestros ocrazones, son unos chicos que con solo una sonrisa se ganan a la persona, pero sus padres están acá.

Nataniel: Desde cuando lo sabias, Cesar.

César: Me acaba de decir...

Tabata: NO tu eres mi papa, tu me enseñaste a andar en bicicleta, a... sonreír aun cuando no sentía ganas, me cuidaste. –dije, me había dado cuenta que mi padre no me enseño muchas cosas.

Padre: Pequeña, si yo te enseñe todo eso, pero también te metí a cursos de armas, de defensa, tecnología, idiomas, combate. Solo los estaba preparando, para este momento. Ellos les explicaran, guardias!

Guardia: Si, dígame mi rey!

Rey: Llévenlos al salón de combate, a los tres.

Tabata: No, papa, dime que no es cierto. Héctor reacciona, el es nuestro primo, César es mi hermano, al igual que Géminis, ella es mi gemela. Aun que yo no quiera lo es.

Nataniel: Ya, Tab, cálmate. –dijo mientras me abrazaba.

Héctor estaba en shock, no decía nada, sus pupilas estaban dilatadas, como si estuviera drogado. Yo no quería ir ahí, me solté de Nataniel y corrí hacia mi cuarto, estaba por llegar cuando me caigo al suelo, alguien me levanta, un guardia.

Guardia: ¿Por qué corres Tabata?

Tabata: Crees que quiero ir a ese lugar nomas porque me dicen que mis verdaderos padres están ahí, estas muy equivocado Manuel!

Guardia: ¿Porque a todos los guardias les dices Manuel? –dice mientras me esposa las manos.

Tabata: No lose, y no creo que las esposas sean necesarias. –dijo mientras lo muerdo en la mano corro lo mas que puedo pero con las manos detrás no puedo, fácilmente el guardia Manuel me atrapa, me pone algo en la boca y me lleva con él, vamos hacia el salón de combate. Abre las puertas y se dejan ver muchas personas. Más que nada jóvenes, y en medio una pareja. Supongo que son ellos. Manuel me tira al piso, en un movimiento rápido me levanto y lo empujo con el pie a la pared.

Tabata: Cálmate, aun te puedo ganar, quítame las esposas. –dije después de escupir el trapo de la boca.

Quite mi pie de su garganta y me quito las esposas, luego le giñe el ojo, el era mi entrenador acá, siempre se me hizo atractivo era joven para estar de guardia. Me fui a donde estaba Héctor y Nataniel.

Señor: Valla espectáculo hiciste, Yanixi. –dijo sonriéndome con burla...

Tabata: ¿Qué puedo decir... así soy?... ¿Espera quien es Yanixi? ¿y porque me suena mucho ese nombre? –dije poniendo me alerta, si, así soy de desconfiada de las personas que me hacen sentir acorralada

Señor: Yanixi, eres tú. Así te llamas. –dijo con una sonrisa nostálgica.

Tabata: NO, mi nombre es Tabata Robinson princesa de Inglaterra.

Señor: No, querida ese es tu nombre falso, aunque te sienta bien la realeza, tu nombre es Yanixi, Yanixi Moda. Si, si, el apellido no es bueno, pero que se le puede hacer.

Tabata: Que no, mi nombre es... -empezó a escuchar murmuras, diciendo ese nombre, Yanixi, Yanixi. Luego una niña pequeña apareció el cuarto estaba vacío, estaba ella y un señor, mi Padre.

Rey: Como te llamas querida?

Tabata: Yanixi Moda.

Mi nombre si era Yanixi...

Tabata: - Mi nombre es Y-Yanixi... -dije en un susurro al salir de mis pensamientos.

Señor: Si, ellos son Jordán. –dijo viendo a Nataniel. –Y Alexis. –dijo viendo a Héctor.

Nosotros tres estábamos callados, nomas veía a la señora, sentada detrás de su pareja.

Tabata: ¿y usted quien es? –dije asintiendo hacia ella.

Señora: Yo soy tu madre, Yanixi. –en ese momento trate de recordarla, entonces la vi, ella era quien nos saco a la calle de pequeños.

Realeza en Apuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora