•Capitulo 9•|Relacion|

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Dame un beso en los labios
Será un secreto entre los dos
Profundamente envenenado
Por una jaula, que eres tú.
—Blood, Sweat & Tears; BTS.

Solo tengo que ignorarlo, solo tengo que ignorarlo, solo tengo que ignorarlo. Esa era la frase que pasaba por su mente desde que se había despertado. Claro que mirar hacia arriba mientras caminas en un piso donde te puedes encontrar cualquier obstáculo, ya sea una escalera o una pared, no es la mejor idea que se le ha ocurrido a alguien y con ese "alguien" se estaba refiriendo claramente a ella.

Por lo menos el muro contra el que chocó tenía nombre, Hinata Ema. La chica de cabello castaño la miró contrariada antes de darse cuenta de lo que había pasado.

—Lo siento, Kurosawa-san. —le dijo mientras se inclinaba unas diez veces para después excusarse —No me fijaba por donde caminaba.

—No se si te has dado cuenta pero para que dos personas choquen, las dos personas deben estar distraídas por lo que yo también me disculpo —le respondió antes de que su cabeza le dijera que aquella explicación no era realmente necesaria.

—Eh... Claro. ¡Cierto! —grito haciendo que se sobresaltara y ¿como no? Si ni siquiera estaba un metro lejos de ella y había gritado. Eso si era querer que le sangren los oídos. —Kurosawa-san ¿has visto a Yusuke-kun? —iba a responderle con un '¿al pendejo?' pero reaccione en que Ema es demasiado inocente ante esas expresiones. Es cuestión de haber visto su cara cuando un día en el Instituto alguien grito "ojalá te pudras en verga" y ella se acercó "disimuladamente" hacia Yusuke para preguntarle qué era la última palabra mientras Fuuto y yo la mirábamos como si frente a nuestros ojos estuviera algo similar a un OVNI. Y es que lo normal, en tiempos tan "corruptos" como estos, es que la mayoria de los adolescentes ya conozcan las palabras vulgares que los padres les gritan a los conductores, que se pasan un semáforo en rojo, y que después piden que no las repitamos.

—La última vez que lo ví fue ayer... mientras me sacaba con un palo de béisbol de su habitación para que lo dejara dormir. Así que, supongo que ha de estar en sus clases de recuperación. —sonreí pensando que a veces no sé si soy compañera de Yusuke o de Fuuto. Aunque en realidad como ambos son idiotas no es tan diferente. —Ahora que lo pienso ¿que haces despierta a las seis y media de la mañana? Las clases empiezan a las ocho. A menos que tu también te hayas quedado en recuperación lo cual me suena casi imposible.

—En realidad... no. Me levanté temprano porque puse la alarma a la hora incorrecta.

—Oh, ya veo. Si era por eso ¿para que buscabas a Yusuke?

—Eso era porque...

—¿Por que?

—El... —Haruka vio como la cara de la castaña se hacia realmente roja y comenzó a entender que o los Asahina eran demasiado atractivos, o Ema y ella tenían serios problemas en la vista. Prefería la segunda por el hecho de que se negaba a aceptar que toda esa familia tenía algo que hacia que el 99% de cada mujer que los viera, se enamoraran de ellos.

—¿Eh? Ema... ¿no será que a ti te gusta Yusuke?

—¡N-no!

—Eres muy mala fingiendo.

—Solo no le vayas a decir. —se dió un face palm mentalmente al darse cuenta de lo rápido que lo admitió. Ahora le tocaba ver como arrepentirse de haberle dicho a el tomate que se olvidará de la señorita "hablar con una ardilla es normal".

—Pensé que te gustaba Subaru.

—¿Por que?

—Siempre vas a sus partidos.

—Eso es porque siempre me lo pide. Con tu lógica podríamos afirmar que me gustan todos los hermanos. —trague mis ganas de mandarla a la mierda con un puñete por haber insultado mi lógica. ¡Nadie insulta mi lógica!

—¿Y cuando piensas decírselo?

—¿Que cosa?

—¿Cuando piensas decirle a Yusuke que te gusta?

—No lo se. Se que no me rechazará porque el me ha dicho en más de una ocasión que también está en el conflicto que hubo por mí. —solo por un instante a Haruka le pareció que Ema le había lanzado en la cara que trece chicos se habían peleado por ella. Fue por una milésima de segundo.

—Tal vez. Aunque... —se detuvo al ver a Fuuto caminando atrás de Ema. —Oh, lo siento. Me tengo que ir. Olvidé... limpiar mi... ¿desayuno? Lo que sea. Adiós. —Ema la observó mientras Haruka entraba al baño. ¿Que había sido eso?

Lastimosamente para Haruka, ella solo estaba retrasando lo inevitable. Por ejemplo, que tendría que toparse con Fuuto en clases y no tenía ninguna excusa para faltar.

🎼🎼🎼

—Muy bien, Haruka. Tenemos que hablar. —y así fue como Fuuto, de la manera más cortés que nunca nadie haya imaginado, sujetó mi mano y me saco sin mi consentimiento del salón de clases en pleno almuerzo. Y yo que me había esforzado por ignorarlo todo el día. Claro que tampoco fue conciente de que la clase entera se llenó de su susurros apenas salimos.

—¿Es que quieres darle a los programas de farándula de que hablar o que carajos?

—Si no te sacaba así tu no saldrias. Sabes perfectamente que habrá mucho de que hablar si se hace público que IA rechazó a Asakura Fuuto cuando éste le pidió hablar un momento.

—Pff. No es cierto.

—Si lo es. Ahora me vas a explicar por que me has estado ignorando todo el condenado día.

—El clima está muy bonito hoy ¡no llames a este día con el adjetivo condenado!

—Responde mi pregunta.

—Es verás... hoy en la mañana... estuve... entrenando... para ordenar mi... ¿sandwich? —maldecia que sus excusas no tuvieran sentido cuando estaba nerviosa.

—Ah, era eso... —el cerebro de Fuuto estaba procesador la información y se dio cuenta de un pequeño, pero muy diminuto, error —espera ¿que?

—¡Solo olvídalo! ¡Olvida el beso y que te correspondi sin querer y todo loque vino después de eso!

—No puedo.

—¿Por que no puedes?

—No quiero.

—¿P-por que...?

—¡Por amor a la humanidad! —Fuuto, quien odiaba el suspenso, se vio obligado a interrumpir lo que sea que estaban haciendo para lanzarle en cara la verdad de una vez por todas. —¡Me gustas, por eso te besé!

—¡A ti te gusta Ema! ¡No me jodas con que me besaste porque te gusto!

—¡A mi no me gusta Ema! ¿¡Quien te dijo tremendo mal chiste!?

—¿N-no te gusta? Quemare a Yusuke hasta que se haga cenizas. —susurro ésto último para si misma mientras se imaginaba como torturarlo como matarlo, así nomás, era muy poco.

—Me gustaba, ya no. Por cierto ¿que dijiste al final?

—¡N-nada importante!

—La cosa es que tu me gustas ¿y tenías que demorarte tanto en captar la indirecta?

—Yo...

—Ignorando eso... —respiró profundo —Y-yo... ¿te gusto?

—T-tu... —ella solo se repetía mentalmente que se arrepentiria de eso más tarde. Pero era hora de que hiciera caso a lo que le decía su corazón, después de tantos años de escuchar a su cabeza —me gustas.

No hay nada más bonito que un amor de adolescentes. Después de todo, son los más románticos, soñadores y divertidos. Son los que llenan el alma.

See The Lights [Brothers Conflict]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora