Era Jueves y estaba acostada en mi cama, escuchando música con mi iPod.
-Mia, preparate que en 10 minutos tenes clases de teatro-dijo mi madre.
Sin responder, me levanté de mi cama y en mi bolso puse las cosas necesarias.
Llegué y vi a Mariel, mi única amiga en todo el mundo. Me dio un fuerte y cálido abrazo.
-¡Oh por dios, Mia!-gritó.
-¿Qué?-dije sonriendo.
-Entró un chico nuevo a las clases de teatro.
-Ah, que bueno y,¿dónde está ese chico que tanto te hace gritar?-dije divertida.
Mariel giró mi cabeza mostrándome al "famoso" chico. Mis ojos se abrieron y mis mejillas se ruborizaron. No podía creerlo. Sí, era Valentin..Mi Valentin. Los dos mantuvimos el contacto visual por unos minutos. Él me dedicó una media sonrisa y mis mejillas se ruborizaron aún más.
-¿Y qué te pareció?-dijo mi amiga-Mia..estás como..estás roja. ¿Qué pasa?
-Por favor, acompañame al baño.
Me miré en el espejo y mis mejillas me ardían. No podía sacarme de la cabeza sus hermosos ojos y su hermosa sonrisa.
-¿Estás bien?-dijo Mariel algo preocupada.
-Valentin Schmid.
-¿Qué?
-Se llama Valentin Schmid. El chico nuevo, es él. Estoy completamente enamorada de él- dije y cubrí mi cara con mis manos.
-¿Es enserio?-rió Mariel.
-Sí.
-Mia, nunca creí que te enamorarías-dijo Mariel riendo-Veni, vamos a la clase, luego hablamos.
***
Al finalizar la clase, mamá me esperaba en el auto.
Camino a casa recordaba las sonrisas Valentin cuando me miraba durante la clase de teatro.