Capitulo 4

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Llegué a casa, me duché y al salir, escribí en mi diario todo lo que había sucedido y acerca de lo mucho que me gustaba Valentin. Seguro pensarán que soy un poco grande para diarios íntimos pero, ¿con quién creen que hablaría una adolescente sin amigas más que con un diario? Sí..¿patético, no?

***

Era sábado. No había ido a clases por unos días debido a un fuerte dolor de cabeza.

-Amor, ¿cómo te sentís?-preguntó mi madre.

-Ya me siento mejor má. Estoy bien como para ir a teatro-dije con una sonrisa.

Mamá rió y se marchó para prepararme un desayuno.

***

Llegué a mi clase de teatro y Mariel no había ido. Desde el jueves que no hablaba con ella asique decidí llamarla despues de la clase.

-Hola, ¿Mia, verdad?-dijo alguien detrás de mi.

Sentí que mis piernas temblaban. Yo conocía esa voz. Volteé.

-Ho-hola,¿Va-valentin, no?-tartamudeé y mis mejillas se ruborizaron.

-Si, hola-rió fuerte. Era la risa más bonita que había escuchado.-Quería decirte que se te calló esto- dijo y tenía en su mano mi pulsera favorita.

-Gracias, es mi pulsera favorita-dije sin apartar la mirada de ésta.

-Denada...eh...¿Vamos a la clase?

-Claro-dije.

Esto tenía que escribir en mi diario. Esto tenía que contarselo a Mariel. Esto era lo máximo que había hablado con él.

Cuando terminó la clase me dirigí a la puerta de salida y mi pie se dobló. Caí en el suelo y sentía un dolor muy fuerte. Alguien se aproximó hacia mi.

-Mia, ¿Estás bien?-dijo..Era Valentin.

-No, no lo estoy. Mi pie...-gemí del dolor- creo que se dobló.

Mi madre entró. Al parecer preocupada de que no saliera. Me preguntó que había pasado, luego me alzó, me subió al coche y me llevó a casa.

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