-Chau abuela, voy a extrañarte-decía Matt con los ojos llenos de lágrimas..como solía hacer siempre que veníamos-Chau abuelo tambien voy a extrañarte.
-Chau abuela, chau abuelo-dije abrazandolos-Espero verlos pronto. Voy a extrañarlos muchísimo.
Matt me abrazó y juntos subimos al auto esperando que nuestros padres terminaran de despedirse.
No podía creer que ya iba a volver a casa. Por un lado, estaba triste ya que en verdad iba a extrañarlos pero por otro lado, iba a volver a mi casa, a mi ciudad. Me puse mis auriculares, puse música en mi iPod y miraba por la ventanilla, pensando. Luego, me dormí.
***
-Vamos chicos-decía mamá-estamos en casa.
Me desperté, salí del auto y entré a mi casa. No ayudé con los bolsos, solo fui a mi habitación y me acosté. Mi celular sonó.
-Hola Mia-era Sebastian.
-Hola Seba,¿cómo estás? Tanto tiempo-dije.
-Bien...eh..¿Estás ocupada?
-Estoy algo cansada. Acabo de llegar de la playa, me fui unos días-dije.
-¿En serio? Y,¿Porqué no me dijiste? Hubiera ido a despedirte.
-Me olvidé, perdón. Es que no hablamos hace bastante ya-dije.
-Si, es cierto. Bueno..como se que estás cansada te dejo dormir un poco. Mañana a la tarde ¿podemos vernos?-dijo.
-Si, claro. Podes venir a casa si queres. Hasta mañana-dije.
Eran las 17:00. Quería seguir durmiendo pero antes envié un mensaje a Valentin diciendo que ya había llegado y que al otro día viniera a visitarme temprano ya que a la tarde no podía.