Capitulo 30

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Escuché como alguien abría la puerta. Eran mis padres.

-Hola amor-dijo mamá.

-Estás horrible-rió mi hermano menor.

No me ofendí, en verdad estaba horrible, me sentía tan triste.

-¿Qué pasó reina?-mi padre se sentó a mi lado y me abrazó.

-Nada. ¿cómo estuvo el partido?-pregunté.

-Bien, ganó el equipo de Matt.

-Que bien-intenté sonreir pero no pude.

-Hace mucho que no me acompañas-dijo mi hermano desde el cuarto.

-Te prometo que voy a ir en cuanto pueda, ¿si? Ahora voy un rato a mi cuarto.

***

Estaba muy aburrida asique ordené y limpié mi cuarto. Había encontrado uno de mis zapatos favoritos pero me faltaba el otro asique busqué por debajo de mi cama. ¡Sí!, logré tocar algo. Me dí cuenta que no era mi zapato pero aún así lo saqué. Era mi diario, ese diario que no veía hace un tiempo. Comencé a leerlo.

Había escrito cosas como cuando fue mi primer clase de teatro, cuando había conocido a Mariel, cuando había conocido a Sebastian con sus hermosos ojos color café y la peor parte...cuando comencé a salir con Valentin. No pude contener las lágrimas. Lloré y mucho. En verdad no entendía porque me había hecho tanto daño, todo este tiempo creí que me amaba pero por lo visto no fue así. Recordé cada instante con él, no puedo decir que me arrepiento de lo vivido porque él me había hecho muy feliz, sino que me arrepiento de haberme aferrado tanto a él, porque ahora estaba sufriendo muchísimo porque él si que me importaba.

Se me cruzó por la cabeza una idea muy loca. Quería quemar ese diario, quemar todos los recuerdos que me traía, olvidarlos para siempre.

Bajé y fui directo a la cocina. Agarré un encendedor, les dije a mis padres que no fueran al patio que estaría ocupada. Ni se molestaron, continuaron sentados en el sillón viendo su serie favorita.

Me senté en el pasto, ya estaba oscureciendo. Comencé arrancando las hojas de mi diario, una por una. Eran bastantes hojas, pero me tomé el trabajo de quemarlas de a una.

El olor era insoportable asique me alejé esperando que se hicieran cenizas. Tal vez, esos recuerdos volverían a mi mente pero esta era una forma de sacar todo el enojo que tenía. Apague el fuego y volví a mi habitación.

Mi diario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora