Cada día me llevaba mejor con Sebastian. Él tenía mi número y me llamaba seguido. Ya habían pasado 2 semanas y media desde que habíamos terminado con Valentin y lo extrañaba cada día más. A pesar de que yo lo evitaba él no se daba por vencido y seguía persiguiéndome. No sabía que más hacer para que se de cuenta de una vez por todas que no quería escucharlo, ya me había hecho mucho daño. Mi celular sonó.
-Estoy acá-dijo Sebastian.
-Esperame un minuto-dije y baje a abrir la puerta.
Solíamos juntarnos y jugar videojuegos.
Entró a casa, mamá nos preparó una rica merienda y cuando terminamos de jugar fuimos a mi cuarto. Hablamos bastante y luego él cambió de tema.
-Nunca me voy a cansar de decirlo..Me encanta esta foto, eras tan adorable-dijo señalando una foto de mi mesita de luz.
Tenía 5 años y llevaba puesto un vestido blanco hermoso. Como mi mamá no me había dejado que me peinara sola, había salido con cara de enojada y de brazos cruzados. No tenía nada de adorable esa foto pero a él le gustaba.
-Eras hermosa-continúo-en realidad, seguís siendo hermosa Mia.
Se acercó a mi cada vez más y me besó. ¿Qué estaba haciendo? ¿Porqué me besó? Él es mi amigo. Terminó de besarme.
-¿Qué hiciste Sebastian?-dije apartándolo de mi.
-Creí que...Perdón, no debí hacerlo...es que, no se que me pasa Mia-dijo confundido-Me gustas mucho.
-No, no, no-dije-Estás confundido Sebastian, somos amigos nada más. Si en algún momento hice o dije algo como para confundirte, perdón pero nos conocemos hace poco y no quiero que pase nada, sólo amigos.
-Mia pero...-volvió a besarme.
-Basta, Sebastian. Deja de besarme y andate de mi casa-dije-Sabías lo mal que estuve por Valentin, te lo conté. Sabías que lo extrañaba y ahora..¿Venís así, de la nada a besarme? Perdón pero yo no quiero que las cosas sean así.
-Perdón-dijo y se marchó.
***
Estaba acostada y no dejaba de pensar en lo que había pasado con Sebastian. ¿En serio creyó que yo iba a querer besarlo? Le dije muchísimas veces lo que pasaba con Valentin, él lo sabía muy bien.
