Llegué por fin a mi casa. Mamá estaba trabajando, papá leía el períodico y no notó que había llegado. Matt, mi hermano pequeño se alegró mucho de verme y me abrazó.
Subí a mi cuarto y decidí dibujar. No dibujar cualquier cosa sino, dibujar a Valentin. Dibujar su preciosa cara con sus preciosos ojos color miel. (Yo sabía dibujar bastante bien)
Pensé mucho en él al terminar su dibujo. Quería acercarme a hablarle, aunque era demasiado tímida. Quería ser su amiga y luego regalarle el dibujo.
***
Camino a la escuela noté que me olvidaba mi almuerzo y volví por él.
Me senté en mi banco. Había llegado muy temprano al aula y ahí estaba él..Valentin Schmid, con Joaquín, su amigo. En el banco de atrás estaba Carolina, mi "enemiga". En verdad ella me odiaba. Estaba con sus amigas tambien. Noté que me miraban y se reían, e hice lo posible para ignorarlas.
Llegaron todos los alumnos y mi profesora de Literatura me ofreció pasar al frente a recitar un poema. Lo hice, pasé al frente. Mientras me dirigía me caí en frente de todos. Carolina me había empujado. Todos se reían..hasta Valentin. Me sentí muy humillada y corrí hacia el baño llorando.
Mientras estaba encerrada en un baño oí la voz de Carolina "Mia, déjame ayudarte". Se acercó a mí y me tomó del cabello muy fuerte.
-Escúchame idiota, sé lo que estás haciendo..queres acercarte a Valentin pero eso no va a ser posible y ¿sabes porqué? Por que nadie te quiere y Valentin pronto va a ser mío. Si veo que intentas acercarte a él te pasará algo muy malo ¿entendes?- decía Carolina y cada palabra me dolía.
Sin decir más soltó mi cabello y me empujo contra la pared. Volvió al aula.
Limpié mi rostro y volví unos minutos después.
Estaban todos en silencio, me senté y la clase siguió normalmente. Yo seguía triste y muy avergonzada. No dejaba de pensar en las palabras de Carolina.
