Sali de ducharme y fui a mi cuarto...ahí estaba Sebastian contemplando las fotos que estaban en mi mesa de luz como solía hacer antes, cuando eramos mejores amigos. Hice ruido para que notara mi presencia. El me miró y sonrío. Fue un alivio verlo vestido. Yo me sentía incomoda porque mi cuerpo estaba a penas cubierto con una pequeña toalla.
-Mia...-dijo rascandose la nuca algo nervioso-quería decirte que sé que te icomoda hablarme despues de lo que pasó asique prefiero irme y que pienses sola y cuando quieras hablar me llamas, supongo que sigo agendado en tus contactos-rió y yo lo imité.
-Si, gracias por entender-dije mirando al suelo-queria pedirte que hablemos un poco pero antes necesito cambiarme.
-Claro, te espero abajo.
Cuando me vestí baje y lo vi sentado en el sillón.
-¿Puedo?-dije señalando el sillón.
Él asintió y yo me senté junto a él.
Puse mis manos sobre las de él.
-Bueno Sebastian. Quiero decirte que estoy muy avergonzada por lo que pasó entre nosotros.
-Mia, es algo natural..además fue hermoso-dijo.
-No puedo decir lo mismo, no recuerdo muy bien pero no quiero que vuelva a pasar, no quiero ilusionarte-dije y puse mis manos en sus hombros-Acabo de terminar una relación y no estoy para nada bien. Si aceptás seremos amigos.
-Esta bien-dijo levantandose y agarrando su abrigo que estaba a su lado-me voy.
Yo me levanté tambien y lo acompañé a la puerta.
Se veía desilusionado y triste.
-Chau-dijo y me besó la mejilla.
-Chau.
Mis padres no habían llegado, subi a mi habitación y me dormí.
