Rebeka
Ayer cuando Susan me besó pensé en pararla pero no pude. Ayer mientras Susan me besaba me sentí tan malditamente bien, como hacía tiempo no me sentía. Como solo otra persona en este mundo me hace sentir cada vez que está a mi lado. Mi corazón latía frenético y aunque mi cabeza me pedía una y mil veces que detuviera todo lo que pasaba, mis manos y mi cuerpo picaban por sentirla más cerca. Por tener más de ella. Cosa que, hasta el momento solo me había pasado con Daniella.
Esa maldita pelirroja que me tiene loca. Pensar en todo lo que habíamos avanzado y ahora ha vuelto a lo de antes; ir de chico en chico colgada de su brazo como si de un trofeo se tratase. Me destroza con esa actitud suya tan infantil. Sin embargo no puedo seguir así, no puedo más con toda esa mierda.
Ayer lo decidí, hoy sería el día en el que terminaría con todo eso. Si Daniella se niega a admitir lo que sea que sienta por mí, quien realmente es, yo no seguiría haciendola sentir bien cuando todo estalle para que después me cambie por otro estúpido tío.
No volveré a dejar mi corazón a sus pies, dispuesta a que lo pisotee cuando ella quiera.
Esta vez pienso mirar por mi propio bienestar.Avanzo por los pasillos del instituto sintiéndome observada e incómoda. Conozco perfectamente la reputación que tiene Veronika y eso no me ha detenido en absoluto de pasar los últimos días con ella. Los últimos días de mi vida han sido todo un caos y Nika me ha dado cierta paz mental. Con ella puedo hablar de todo lo que quiera, lo que se me pase por la cabeza sin sentirme juzgada ni mal tratada. Y después de aclarar que solo quería y era factible, una amistad con ella, hemos visto que somos del todo compatibles y ahora estamos bien. Sin embargo eso no quita que las miradas mal intencionadas del resto del instituto recaigan cada vez que pueden sobre nosotras.
— ¡¿No tenéis otra cosa en la que meter vuestras narices?! ¡maldita sea! — exclamo a nadie en concreto y mirando a todos a mi alrededor.
Le he asegurado a Nika que el que me miren no será un motivo lo bastante fuerte para alejarme de ella, pero eso no quiere decir que me agrade o acepte que me miren como si hiciese algo malo solo por tenerla como amiga. Son demasiado arcaicos en este maldito pueblo, y se meten en los asuntos de los demás sin ningún tipo de límite.
Llego a mi taquilla con muy mal humor y cuando alguien toca mi hombro desde atrás, me giro dispuesta a aniquilar a quien se atreva a decir cualquier cosa sobre mi vida privada.
— Tranquila fiera, solo soy yo— dice Susan con una hermosa sonrisa y las manos alzadas en son de paz — ¿que le pasa a mi malhumorada favorita?
La miro mal por el horrible apodo por el que me llama desde hace años, pero eso no evita que le conteste — . Que estoy harta de esta panda de cotillas, eso es lo que me pasa.
Susan mira a nuestro alrededor y regresa la vista a mí antes de hablar con intención.
— Si no te juntaras con ciertas personas que no son del todo aconsejables... —sé perfectamente por donde va, así que le sigo el juego.
— ¿Y según tú con quién debería ir?, ¿contigo? — la pico en tono juguetón, a ver si logro sacar el tema que quiero hablar con ella desde que se fue ayer del vestuario, y su explendida sonrisa se ensancha cada vez más.
— Sin duda yo soy una mejor opción como compañía, por no decir la única que te conviene Beka —. Ha caído, así que aprovecho mi oportunidad.
— ¿Estás celosa acaso Susan? —le pregunto después de acercarme un poco más a ella sin importarme que de nuevo las insidiosas miradas recaigan sobre mí.
— Sabes que sí — acepta con una calma, que me resulta apabullante, la morena de pelo rizado acercándose aún más a mí —creí que te lo había dejado claro ayer, cuando te besé.
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Mi amor, mi vida #AwardSpring #wattysawards2019 #CarrotAwards2019
RomanceNadie elige a quién ama, han estado juntas desde pequeñas y desde siempre Rebeka ha sabido de quién es su corazón. ¿Qué haces cuando encuentras al amor de tu vida?. Luchas por tu amor, pero, si ese amor es tu mejor amiga... ¿Qué harías entonces?. El...