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6.Hace dos años (Editado)

Beka

El timbre suena, y finalmente es hora de volver a casa.
¡Menos mal!

- Recordad la tarea que os he mandado para este fin de semana. Lo quiero sin retrasos para el próximo día chicos - es lo último que dice el profesor de literatura, antes de abandonar el aula, seguido por mis compañeros, los mismos que comienzan a dar empujones para salir ellos también de la clase.

- Uff.

Comienzo a recoger, poco a poco mis cosas y las meto, una a una en la mochila, deseando no encontrar a nadie en el camino a casa. Sin duda hoy, ha sido un día duro.

Una vez que salgo finalmente del edificio, me quedo sin habla debido a lo que me encuentro ante mí. Algo que me quiebra y desagrada a partes iguales.Veo impotente, cómo Dani vuelve a hacerlo otra vez.

Siento que una arcada llega a mi garganta pero intento tragar y respiro, mirando a otro lado.
No soporto ver como Dani besa frente a mí a Jorge.

¡Ese estúpido mujeriego!

Me siento tan estúpida, no sé como siempre logra causar este caos en mi corazón. Pero como siempre, me encuentro dividida entre las inmensas ganas que me invaden de ir hasta su moto, coger a Dani y separarla de sus asquerosos labios, que besuquean a cuanta tía se le pone en frente y gritar que Dani es mía, solo mía, o salir corriendo con todas mis fuerzas, lo más rápido que me permitan mis pies, y encerrarme a llorar en los baños de la tercera planta del instituto, que a esta hora siempre están vacíos.

Unas ganas terribles de vomitar me asaltan. No soporto esto más, no lo aguanto y lo peor de todo esto es, que por más que duela no me puedo separar de ella. Ha cambiado mucho desde que la conocí, hace ocho años en ese parque, acorralada y llorando, tirada en el suelo. Sin embargo sigue siendo ella, la única que hace latir mi corazón como si estuviese a segundos de salir disparado por mi boca.

Sin embargo una parte de mí, odia en lo que se ha convertido. Lleva cerca de un año, acercándose a distintos chicos e incluso chicas, siendo "extremadamente cariñosa", y tonteando con alumnos de un par de cursos superiores.

No sé siquiera por qué sigue sorprendiendome su actitud manipuladora. Siempre hace lo mismo, mientras tontea, no deja de mirar de reojo a ver si estoy mirando, mientras que yo me hago la desentendida, pero por el rabillo de ojo puedo ver más de lo que pretendo, y creo que ella lo sabe.

Después cada vez que puede, me pide que me quede a dormir en su casa, o incluso dormir ella en la mía, a lo que nunca me puedo ni podré negar, eso está claro, y tras eso, duerme siempre abrazada a mí. Por la noches y "sin querer", que ya lo comienzo a dudar, comienza a moverse y tocar sin parar mi cuerpo, dándome sumo placer, posa su mano sobre mi pecho y al final se duerme. Cuando intento levantarme para tranquilizar mi respiración más que acelerada, suele agarrarse a mí y pedir que no me vaya. Solo juega conmigo, pero no soy capaz de negarme a ella.

Juega y tontea con todos y todas y siempre frente a mí, rompiendo poco a poco y cada vez más mi corazón. En cambio, cuando caigo enferma, que es bastante a menudo y luego regreso a clase, los más cercanos a mí siempre dicen lo mismo.

Ella no es así cuando tú no vienes.

Aún no descubro qué pretende pero no me gusta nada cómo juega conmigo.

Con ojos llorosos, me decanto por ir hasta los baños de la tercera planta, escuchando de fondo, como la moto de ese idiota arranca, llevándose consigo a la chica que siempre me ha robado el sueño.

Pero... ¿A quién quiero engañar? Jamás tendré el valor necesario para enfrentar mis sentimientos hacia ella.