3.Queen

4.4K 465 136
                                    

Única, así se veía Im Nayeon
La belleza de Nayeon era única, o eso pensaba ella. Era bastante egocéntrica o como decía Im mejor: se amaba a sí misma demasiado y eso era bueno.

Nayeon era el tipo de persona por el que te interesas, ella era tan sociable y sonriente que se ganaba la confianza y la amistad de todo el mundo. En el instituto siempre fue la "reina" de este, hizo todo lo que muchas chicas de su edad soñarían a esa edad, el novio perfecto, notas buenas, ser capitana de un club.

¿Quién le iba a advertir que la universidad sería completamente diferente? Ser popular era bastaaante difícil. O bien tenías dinero o bien eras el mejor en algo para ser reconocido o deseado por todos, allí ya no le servía su adorable sonrisa y su belleza que (aunque no quisiera admitirlo) no era tan llamativa como algunas de sus superiores o mayores.

Dicho esto, el tema de la popularidad no era algo que preocupara realmente a Nayeon. Sinceramente, por una parte le daba igual, su vida era perfecta. Tenía una hermosa familia compuesta por sus padres y por sus dos hermanos pequeños.

Su madre cumplía su sueño de cocinar en su propio negocio, no era el más grande de todo Corea, pero ganaba bastante bien y lo mismo ocurría con su padre. Trabajaba de mecánico, le encantaban los coches y a consecuencia de esto siempre le hablaba a Nayeon de coches y se le había contagiado algo su gusto por los automóviles aún así aveces no entendía de nada cuando su padre comenzaba a explicarle cómo le había ido su día laboral.
Solo entendía "bla bla bla cambiar ruedas, bla bla aceite y gasolina" para su desgracia.

Sus hermanos pequeños. Los amaba con locura. El enano de Jeongin ya estaba creciendo y aquello lo llevaba a ser casi un puberto irritante que se encerraba en su habitación con su música y videojuegos cuando se enfadada por cualquier tontería como no poder quedarse con sus amigos hasta más tarde, "¡pero si solo tiene trece años!" Pensaba siempre Nayeon al verlo pelear con su madre para que le dejara salir hasta las doce o once y media de la noche.

Menos mal tenía a su pequeña Yeojin que seguía siendo una cosita adorable y abrazable. Sin embargo, Yeojin también era algo hiperactiva. Siempre le estaba dando la tabarra con sus idols favoritas, poniendo sus vídeos en la televisión,comprando sus álbumes y pegando posters de ellas por toda su habitación, escuchando su música ,TODO EL DÍA, dejándole claro a Nayeon que su sueño era ser una idol, para tener ocho años tenia muchas cosas claras.

Con todo esto ya se podrían imaginar qué tipos de despertares tendría la protagonista.

—¡Nayeon! ¡Despierta! ¡Que yo me he levantado a las seis de la mañana solo para ver el comeback de mis chicas! —chillaba Yeojin saltando en la cama de su hermana mayor.

Nayeon gruñó poniendo la almohada en su rostro. Qué paciencia.

—Yeojin, unnie está cansada además es domingo...

—¡Coneja tonta hoy es lunes! —se rió la niña al ver que rápidamente Nayeon se levantaba para vestirse.

¿Por qué siempre tenía que quedarse dormida los lunes? Era el peor día de la semana para la coneja. Luego de una rauda búsqueda de outfit y peinarse como era debido se dirigió a la cocina hambrienta.

—Ya llegó por quien lloraban —habló Nayeon algo ofendida al ver a su padre preparando el desayuno y su hermano comiendo con la boca abierta.

—¿A quién le habla? —preguntó Jeongin mirando a su padre que se encogía de brazos.

—Aprende a comer primero, enano —dijo Nayeon robándole dos tostadas y saliendo por la puerta.

—Que tengas un buen día —le gritó su padre y Nayeon sonrió.

Así se empezaban las mañanas con Im.





💛💛




Bendita sea el día en el que se sentó a platicar con sus amigas, estaba explicándole a la bruta de Jeongyeon lo que quería transmitir el texto cuando Jihyo soltó una risa por la confundida cara de Yoo.

—¿Entendiste? Porque yo no entendí —bufó Jeongyeon mirando mal a Jihyo.

—¡No es tan dificil! ¡Casi vengo tarde y me ha dado tiempo de leérmelo por encima! —frunció el ceño molesta Nayeon.

La profesora ingresó por la puerta y Nayeon guardó silencio, lista para la clase de aquel día. Necesitaba prestar mucha atención si quería tener una puntuación buena, se acercaba la época de exámenes y quería tener una nota bastante alta, últimamente lo estaba consiguiendo y se sentía más que contenta por su labor.

Después de las clases, sus amigas se reunieron en una mesa para comentar sus anécdotas durante el fin de semana, Nayeon estaba tan absorta mirando al chico que tan atractivo que acababa de pasar a su lado. Y como no lo iba a ser si era el tan codiciado; Park Jinyoung.

Ese era el crush de Nayeon, Jinyoung se había mostrado tan atento y caballeroso con Nayeon que había logrado tener el corazón de la chica. Jinyoung era un partidazo: guapo, inteligente, hijo de una profesora de la universidad.

Jihyo rodó sus ojos y chasqueó los dedos llamando la atención de su amiga.

—Te estábamos dando consejos para cuando te vayas a vivir sola.

—Pero estabas observando al tonto —resopló Jeongyeon.

—Es que es muy perfecto...

—¿Sabes Nayeon? Creo que no le vendría mal a tu vida que venga una persona que te haga ver lo que es vivir rompiendo las reglas o que te haga menos perfeccionista—habló Jihyo poniendo su mano en el hombro de su mejor amiga—Tipo... ¿chico malo? Alguien que sea genial y te muestre que no hace falta ser don perfecto para hacerte feliz.

—Ya sabes que no soy fan de esas típicas historias de niña buena conoce a chico malo y se enamoran—dijo Nayeon mirándola y negó con la cabeza, no quería eso definitivamente.

—Nunca digas nunca —bromeó Yoo y se ganó un puño de Nayeon en el hombro.

A Nayeon no le iban esos tipos ¿No? Daba igual, tenía que tener la cabeza en la mudanza y la responsabilidad de cambiarse de casa y vivir sola por primera vez. Era un gran paso y no quería emparanoiarse con esas cosas que jamás pasarían.

De un día para otro no podría aparecer su alma gemela, ser todo lo contrario a ella y encima ser un rompe reglas, buen chiste. Nayeon nunca saldría con alguien así.

FOCUS ON ME; MINAYEON[G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora