11.Love line

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La alarma sacó de su enorme calma a la coreana, estaba tan cómoda sintiendo unos brazos darle una cálida sensación que no quería levantarse, abrió los ojos lo suficiente para ver los brazos de Mina abrazarla como si fuera su almohada personal.

Porque sí, habían comenzado a dormir juntas en la cama de Nayeon.

—Minari...—bostezó Nayeon tratando de salir del agarre de la japonesa, recibiendo solo un gruñido.

Mina soltó el abrazo y se puso una almohada en su rostro mientras murmuraba cosas, Im la observó se desperezándose.

—Podrías ya comenzar a levantarte y...

Los ojos se le abrieron y sus mejillas comenzaron a arder.

El bulto enorme que sobresalía sobre la sábana ¿era lo que ella estaba pensando?

—Quizás deberías darte una ducha fría, lo necesitas.

—¿Qué? —Mina suspiró y vio como Nayeon tenía la mirada apartada a otro lugar, estaba evitando contacto visual con ella.

La extranjera bajo la mirada lentamente, hasta ver aquella cosa que sobresalía de las mantas de la cama.

—¡No lo hago queriendo! ¡No es porque tuviera tu trasero apegado a mi...!

Hubiera sido mejor no mencionar aquello porque si antes Nayeon estaba algo rojita ahora parecía un tomate en mayúsculas.

—¡Vete a duchar! ¡Parece que te fuera a explotar el pantalón! —bramó Nayeon al ver como se levantaba y dejaba a la vista su erección.

—Sí quieres te lo muestro sin pantalones —bromeó Mina y recibió un almohadazo de la coreana que se cubría con una mano sus ojos. —Que estaba bromeando Im, si me disculpas tengo un problema que atender.

Mina corrió con torpeza, con su característica forma de correr como un pingüino y Nayeon reviró los ojos, tomó el móvil entre sus manos para revisar los mensajes de su grupo de amigas.

Por desgracia o por fortuna vio siete llamadas perdidas de su madre, estaba muerta.

Inmediatamente devolvió la llamada a su madre, estaba teniendo las típicas llamadas de siempre, no obstante el anuncio que le dio la señora Im hizo que Nayeon esbozara una sonrisa nerviosa.

Claro mamá hoy mismo sería genial, te quiero —colgó la universitaria, emocionada.

Fue a desayunar dando pequeños saltitos de alegría, dejó listo los cereales a Mina y ella buscó algo de fruta.

—¿Estás feliz? —preguntó Mina con una toalla sobre sus hombros y un pantalón corto con su torso desnudo junto a su sujetador de marca.

—Sí y ponte una camiseta no podrás andar así esta noche.

—¿Por qué no? —enarcó Mina una ceja dándole una cucharada a los cereales.

—Porque mi familia vendrá a cenar, me ayudarás con todo —contestó Nayeon sin desviar la mirada del abdomen de la menor.

¿Desde cuando disimulaba tan poco? Mina no se dio cuenta de ello si no fuera porque tenía los ojos enfocados en sus cereales favoritos.

—¿Y no sería más fácil que yo me fuera?

—No, Mina, no, así que búscate una ropa bonita y se educada para esta tarde.

La japonesa carraspeó y sonrió a la mayor que se veía algo nerviosa y emocionada por la visita importante que tendrían ¿sería la familia igual de revoltosa e inquieta que ella? Posiblemente sí.












FOCUS ON ME; MINAYEON[G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora