Chapter 12: Weird feelings and a redhead in trouble

2.6K 182 33
                                    

Ahora sí, puedo decir que finalmente desperté por los rayos del sol dando directamente a mi rostro. Mi cara y mitad de mi cuerpo sobre el cuerpo de Gilbert. 

Sus ojos se encontraban fijamente sobre los míos, y con un poder único logra ponerme nerviosa. 

-Hola- susurra suavemente. 

-Hola- susurro yo también. 

-¿Por qué susurramos?- pregunta y una sonrisa se desliza por nuestros labios. 

-No lo sé, tu empezaste- respondo aún susurrando y ambos comenzamos a reír. 

Su mano se dirige a mi mejilla y la acaricia con lentitud, logrando ponerme la piel de gallina en tan solo unos instantes. 

-Creo que deberíamos levantarnos, Gil, se nos hará tarde- le sonrío calmando el ambiente y corresponde. 

Me levanté de su pecho utilizando toda mi fuerza de voluntad.

Ayer dejamos la pelirroja y yo a Cass en su casa y seguimos juntas, finalmente terminé en casa Blythe, donde terminó John corriéndonos para que tengamos tiempo juntos, por mucho que nos negáramos a dejarlo solo, nos obligó, realmente era terco, igual Lea lo era, por algo Gilbert es tan cabezota. 

Decidimos visitar a Jo y luego vagar por Charlottetown, después compramos un par de botas, totalmente innecesarias, como si alguna vez necesitáramos algo para entretenernos. 

Fuimos a la tienda con mamá, donde terminé pidiendo permiso para quedarme en casa Blythe a dormir, permiso accedido, pues ella pasaría la noche en la mansión. 

Así que terminamos aquí, hoy, esta mañana, donde ayer por la cena John insistió tanto a mi castaño para ir a clases. 

Me levanté descalza y sin decir palabra alguna, bajamos en dirección tomados de la mano a la habitación de Johny. 

-Buenos días, señor perezoso- bromeo viéndolo recién levantado, dirige su mirada a nosotros y sus labios inmediatamente se curvan en una sonrisa. 

-Buenos días, mis niños- nos acercamos finalmente, me senté a su lado en la orilla de la cama. -¿Amanecieron bien?

-Ela me obligó a levantarme temprano, así que no- murmura Gilbert parado mientras bosteza- por cierto, ¿qué rayos? Siempre era yo el que tenía que despertarte- me encogí de hombros, no había razón alguna, simplemente mi cerebro decidió por obra de magia levantarse más temprano. 

-Al que madruga, Dios lo ayuda- musité un dicho y John ríe débilmente. 

-Es demasiado temprano para ustedes, chicos- susurra luego de recuperarse de un pequeño ataque de tos, hice una mueca. 

-No hay problema alguno- sonrío- bueno, iré a preparar el desayuno, ustedes...- dije en cuanto ambos se me quedaron viendo fijamente- no me miren así, hagan lo que un padre y un hijo normal harían. 

Ambos ríen descaradamente de mi. 

-Te ayudo- en seguida Gilbert se paró de la silla, al instante lo detuve. 

-Nope- frunce el ceñopasen tiempo juntos, yo puedo hacerlo sola- esbozo una sonrisa calmada. 

-¿Estás rechazando mi ayuda?- cuestiona burlón. 

-¿Ustedes están dudando de mis habilidades en la cocina?

Niegan al mismo tiempo, ambos amaban mi comida. 

-Justo eso quería ver, vuelvo en un rato- sonrío triunfante y me dirijo a mi ahora misión, la cocina. 

(...)

My everything// Gilbert BlytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora