Capítulo 2: Actitud

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Decir que me encontraba sorprendido era poco ¿en shock? Se acercaba un poco. No podía dar palabra alguna a lo que había escuchado. Onew se había confesado ¿cómo era eso posible? Después de que el dijera su confesión, Minho había salido de la cafetería echando humos, y yo no daba créditos a eso, no había razón para que se molestara.

Onew se había disculpado conmigo diciéndome que esa no era la manera que él quería que yo me enterarse, yo no le dije nada, estaba sin palabras y aun sigo así. Quiero creer que todo esto es un producto de mi imaginación. Estimo a Onew, es una grandiosa persona, las veces que siempre va a visitar a Minho y me ve es amable conmigo. Yo nunca lo que visto de otra manera que no sea como un amigo, en realidad nunca me he fijado en nadie, nunca me he enamorado y si, nunca he besado, es vergonzoso pero es la verdad. Tampoco he tenido citas, las pocas veces que alguien me ha invitado a salir siempre he negado, no me gusta mucho salir, prefiero estar en casa. Pero ahora Onew se había confesado y yo no sabia que hacer.

Pase el resto del día escolar callado, no hable con nadie, ni con Kibum, era como si me hubieran comido la lengua. Minho se había cambiado de lugar con Jonghyun, se podía ver que no quería a Onew cerca, y me dolía ver eso. Ellos siendo mejores amigos y ahora se encontraban 'peleados' y se podría decir que era por mi aunque sonara estupido. Minho no me consideraba como un hermano y dudo que me considere parte de la familia, así que ¿por qué tendría que molestarse al saber que Onew gustaba de mi? Podría decir que estaba en estado de hermano celoso, pero Minho no me consideraba su hermano, no había sentido.

Ahora me encontraba de camino a casa y yo agradecida que Kibum estuviera conmigo, porque sino hubiera estado a solas en el auto con Minho y eso no deseaba para nada. Kibum siempre se regresaba con nosotros pero en las mañanas se iba solo, era raro en ese aspecto pero Kibum nunca me ha dicho del porqué lo hace y yo no soy capaz de insistir aunque la curiosidad me pique bastante.

Al llegar a casa Minho bajó velozmente del auto y entro, y por supuesto también cerro las puerta dejándome así fuera. Busque en mi mochila las llaves pero no las encontré, las había olvidado o Minho me las había escondido ¡genial!

- Puedes entrar por la puertas para los empleados - me dijo Kibum.

Sin darle respuesta solo lo seguí, se supone que yo no debo entrar por aquella puerta, pues no soy un empleado pero no tenía opción y no me molestaba. También podía haber tocado el timbre pero eso sería extraño ¿por que? Porque el timbre se encontraba al otro la lado de la reja, si a fuera, sería tocar la puerta pero nadie me escucharía.

La puerta de los empleados daba para la cocina, así que cuando entre salude a las madre de Kibum, quien con una sonrisa me respondió el saludo.

- Mi niño qué haces entrando por ahí. - Sonreí al ver a mi nana Victoria, se encontraba con los brazos en jarras y mirándome desaprobatoriamente.

Se que estoy muy grande para una nana, pero Victoria nos cuidada a mi y a Minho desde pequeños y aún lo hace, es como una segunda mamá.

- Minho cerró la puerta y olvide mis llaves - me excuse.

- Ese niño - refunfuñó ella - pero mira como traes el uniforme, pero si te lo planche ayer.

- Minho me volvió a esconder mi uniforme y por eso está así de arrugado. - explique.

- Ese niño - volvió a decir. Kibum a mi lado aguantaba la risa, era gracioso ver a Victoria cuando renegaba, pero si nos veía reír no nos iría para nada bien. - bueno mi niño ve a cambiarte para que puedas almorzar.

- Esta bien - dije y me dispuse a irme, pero antes voltee y mire a mi amigo - nos vemos después Kibum.

- En el jardín me podrás encontrar Tae. - dijo él.

Eras Tú (2Min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora