Esto era extraño, estar en esta posición compartiendo un momento si se podría decir de pareja junto a Minho. Después de nuestra sesión de besos nos habíamos sentado en una de las bancas. Ahora Minho se encontraba recostado en la banca con su cabeza sobre mis piernas, mientras que yo le acariciaba el cabello de una forma tierna.
¿Acaso se acercaba el fin del mundo?
Porque si era así, me gustaría que alguien me hubiera avisado.
No podía negar que estar en esta posición me fastidiara, me gustaba en realidad. No estamos discutiendo sino hablando sobre cualquier tema trivial, en este caso recordando cuando eramos pequeños y Minho solía robar cada chocolate que nana Victoria me daba cada vez que llegaba con una estrellita en mi cuaderno.
— Tenía envidia. - reveló Minho. - Yo siempre trataba de conseguir alguna estrellita pero nunca lo conseguí, mientras que tu todos los días y nana te daba chocolate y yo también quería.
Solté una risita y despeinó sus cabellos, recordando que él odiaba eso y con más ganas lo hice. Minho gruño y detuvo mis manos.
— Tae me gustas, pero no dejaré que despeines mi cabello. - hablo seriamente para luego sonreír de forma coqueta. - a excepción que nos encontremos haciendo otra cosa. - alzo ambas cejas de forma sugerente.
Maldito cerdo.
Le golpee el estómago suavemente, Minho llevó sus manos ahí y fingió enorme dolor. Rodee los ojos, no le había goleado para nada fuerte.
— Idiota.
— Dame un beso. - pidió el y yo no me negué.
Acerque mi rostro al suyo y junte nuestro labios en un dulce beso. Oh sí, delicioso. Podría acostumbrarme a esto, sus labios contra los míos, sus manos en mi cabello. Me gustaba. Continuamos nuestro beso hasta que el sonido del timbre nos detuvo, teníamos que volver a clases y siendo sincero no quería, deseaba quedarme aquí con Minho.
Minho detuvo el beso y me sonrió.
— Es hora de volver a clases. - se levantó del banco y me miró. - Yo me iré primero, si. - se acercó a mi rostro y me volvió a dar otro beso. - Me encanta esto. - suspiro al alejarse. - Pasemos tiempo juntos hoy, si. - pidió, yo solo asentí de acuerdo. - Bien, nos vemos luego Taeminnie. - dijo dulcemente antes de irse.
Sentí mis mejillas arder ante la forma dulce de llamarme. Dios, esto era demasiado increíble para mi. Minho amoroso tratandome como si fuera su novio era mucho para mi corazón y mis sentimientos confusos. Cada vez era mucho más inevitable caer ante Minho, me estaba ganando.
Saliendo de mi transe me puse de pie y corrí para no llegar tarde a clases, por suerte llegue antes que el profesor, tome asiento al lado de Kibum quien me examinó el rostro.
— Te ves muy feliz. - señaló con una sonrisa.
Lleve mis manos a mi rostro avergonzado, mis mejillas seguían calientes. Detrás mío pude escuchar la risita de Minho, cualquiera pensaría que se estaba burlando de mí, pero ya sabía que no era así. Me contuve en voltear, si lo hacía cualquiera se daría cuenta sobre lo que sucedía entre ambos así que me limite en mirar al frente.
El resto de la clase me la pase en las nubes, sin duda hoy no era mi día de prestar atención en clase.
***
De vuelta a casa esta vez nos acompañaba Jonghyun, quien en todo el camino no dejaba de hacerle mimos a Kibum, eran tan cariñosos y adorables. Sentí envidia por uno minutos, a mi tambien me gustaria estar asi con Minho en frente de cualquiera, pero no se podía.
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Eras Tú (2Min)
FanfictionTaemin no sabía que era más estúpido: enamorarse de la persona que le había hecho la vida imposible o saber que aquella persona de la cual estaba enamorado era su hermanastro. Sin duda las dos opciones eran estúpidas. 2Min