—¿Qué tanto miras teme?.—escucho la voz chillona de Naruto junto a él, haciendo que por primera vez desde que llegó de aquel nefasto encuentro apartará la mirada de la pantalla de su móvil.
Lo observó de reojo, conocía a Naruto desde que tenía memoria, ambos habían sido mejores amigos desde que estaban en el vientre de sus madres, prácticamente eran hermanos y estaba seguro que de Naruto encontrarse en alguna situación complicada no dudaría ni un segundo en prestarle su ayuda y viceversa. Pero había una cosa muy diferente entre ayudar y doblegar tu orgullo por el bien de alguien más. Naruto jamás se rebajaría a ser sirviente de alguien con tal de que él salga con alguna chica y él ni congelándose el infierno siquiera se plantearía la idea. Y ahí era donde empezaba su dilema, ¿tan poco orgullo tenía aquella Hyūga? ¿tanto quería a Sakura como para rebajarse a ser su sirvienta? Sea lo que sea simplemente no lo entendía y era eso mismo lo que lo tenía tan molesto y fastidiado.
—Dobe.—susurro haciendo que los azules ojos de Naruto se posaron sobre el curiosos.—¿Tu serías sirviente de alguien sin recibir nada a cambio?.—pregunto con seriedad viendo como los ojos de Naruto se entrecerraban con sospecha e incredulidad.
—¿A quién has jodido esta vez?.—le pregunto con cansancio sentándose en el borde de su cama a la vez que dejaba el cubo Rubik con el que había estado jugando desde que llegó. Intentando armarlo, pese a saber que era imposible… al menos para él.
Ni siquiera se tomó la molestia de lucir sorprendido, Naruto lo conocía tan bien que ya nada le sorprendía.—Hyūga Hinata.—contesto imperturbable bajando su mirada a la pantalla brillante de su móvil.
—¿Hyūga Hinata?.—pregunto luciendo realmente confundido, hasta que pasados unos segundos sus ojos se abrieron en reconocimiento.—¡Ah! ¡La mejor amiga de Sakura-chan!.—grito en reconocimiento de aquella extraña chica.
—¿Las conoces?.—pregunto realmente sorprendido, haciendo que Naruto le dedicará una mirada extraña.
—Han sido nuestras compañeras desde que estábamos en el jardín de infancia..—dijo sorprendiéndolo aún más.
¿Qué tan poca cosa eran aquellas chicas para él, que ni siquiera sabía que habían estado juntos casi toda la infancia y ahora adolescencia?. Bueno estaba consiente de Hinata pero no de la otra.
—Un momento.—interrumpió sus pensamientos la voz chillona de Naruto.—¿No me digas que a quién has jodido es a Hinata-chan?.—pregunto con incredulidad.
Suspirando se encogió de hombros a lo que Naruto chilló.
—¡Debes estar jodiendo Teme!.—grito saltando de su cama y parándose frente a él.
Confundido lo observó, Naruto se veía incrédulo y sorprendido.
—Yo no la obligué.—se defendió de la acusación en los ojos azules de Naruto.
—Si, ajá.—mascullo sin creerle en absoluto.
Encogiéndose de hombros se paró quedando a la misma altura que Naruto.
—Es enserio, yo no la obligué.—volvió a defenderse con su ceño fruncido.
—Entonces de seguro la chantajeaste.—acuso señalándolo.—Hinata-chan ni siquiera te hablaría por voluntad propia, ¡tú la horrorizas!.—volvió a gritar sin dejar de señalarlo.
Debía de darle la razón a Naruto, esa chica ni siquiera lo saludaría por voluntad propia.
Suspirando se encogió de hombros y volvió a su cama ante la mirada acusatoria de Naruto.
—¿Con qué la chantajeaste teme?.—pregunto Naruto con molestia.
—Pues…
...
Como una bomba a punto de explotar.
Así llevaba viendo su celular durante los últimos tres días, después de aquel primer encuentro, a la espera de un mensaje o llamada de Uchiha Sasuke.
—¡Hina-chan!.—escucho un estridente grito que la sobresaltó, por lo que volteando su rostro hacia atrás observó a Sakura correr hacia ella con aquella sonrisa boba que llevaba desde su encuentro con Sasuke.
Inmediatamente guardo su móvil y sonrió, feliz por la alegría de su amiga.
—Sakura-chan...—saludo una vez que estuvo frente a ella.
Ese día Sakura no estaba muy distinta a los anteriores, se veía hermosa, con su exótico cabello rosa peinado en una coleta alta, con sus ojos verde jade brillando con emoción y nervios, y por último un sonrojo en sus pálidas mejillas acompañado de su sonrisa. Dedujo sin complicaciones que algo realmente bueno le había pasado.
—¡Lo saludé!.—grito con voz chillona brincando de arriba abajo.
Su sonrisa se congeló en su rostro, cuando dedujo de quién hablaba.
—¿Y sabes que fue lo mejor?.—pregunto a lo que ella negó. La sonrisa en su rostro fue más grande.—¡Que me devolvió el saludo! ¡Puedes creerlo! ¡Uchiha Sasuke-kun, me devolvió el saludo! ¡A mí!.—rio emocionada a la vez que ella forzaba la sonrisa en su rostro a no desaparecer.
—M-me alegro Sakura-chan.—susurro con nervios sintiendo el móvil en su bolsillo quemar.
Solo era cuestión de tiempo para que él se pusiera en contacto.
—¿Y sabes que es lo mejor de todo esto, además del saludo?.—pregunto con la emoción aumentada el triple.
Un sudor frío le recorrió la espalda.
—Lo invite a salir hoy después de clases y él aceptó.—dijo con mirada soñadora, sin notar la palidez de su rostro.—¡Esta será nuestra primera cita Hina-chan! ¡Será la primera vez que esté a solas con Sasuke-kun!.—grito con emoción, mientras ella sentía como un balde de agua fría caía sobre su cuerpo.
¡Lo había olvidado! ¡Había olvidado decirle de las condiciones a Sakura!
—S-S-Sakura-chan h-hay algo q-que...—pero se interrumpió, completamente pálida cuando su móvil vibró en su bolsillo.
¡Era él! ¡No había duda!.
Disculpándose con Sakura lo reviso.
"Terraza. 10 minutos"
Era una simple línea que había desatado todo un remolino de emociones en ella. Y ninguna exactamente buena ni mucho menos alentadora.
Suspirando cogió sus pertenencias soltando una escusa absurda a Sakura que creyó sin problema.
Ya tenía una idea de cómo se sentía los cerdos y vacas cuando se dirigían al matadero.
¡¡ERA ATERRADOR!!
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¡Hey Uchiha-san enamorese de Sakura-chan!.
Fanfic-Y-Yo haré que Uchiha-san se enamore de ti.-repitió nuevamente más su amiga negó con una pequeña sonrisa divertida en sus labios. -Y que le dirás.-pregunto con curiosidad. Sus perlados ojos miraron los verdes de Sakura con convicción y con una sonri...