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“El tamaño de los problemas, dependerá del miedo que les tengas”

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—Ingenua Hyūga.—leyó el mensaje en su móvil, a la vez que tomaba asiento en su cama, sin apartar la mirada de aquellas letras.

Confundida volvió a leer al remitente de aquel mensaje cerciorándose de no haberse equivocado. Pero en efecto el nombre seguía siendo el mismo al igual que el número, aquel mensaje no pertenecía a otro más que Uchiha Sasuke.

—Quizás se equivocó.—susurro buscándole lógica al corto mensaje, más al cabo de unos cuantos segundos decidió simplemente dejarlo por la paz, y contestar con un cortés y educado “buenas noches” Decidiéndose a descansar como lo iba hacer antes de que el mensaje llegará.

Una vez acostada sobre su cama sonrió al recordar la sonrisa y mirada brillante de Naruto, sonrojándose avergonzada al recordar toda la atención que había recibido de él y desilusionándose al también recordar que ya mañana volvería a ser invisible para él.

—Fue bueno mientras duró…—susurro a la nada sonriendo débilmente antes de finalmente cerrar sus ojos en busca de descanso.

—Buenas noches.—leyó casi con incredulidad y molestia, le había dicho que era una ingenua y ella simplemente le contestaba con un simple “Buenas noches”.
¡Vaya chica!. Pero lo que más le molestaba era no poder sacarse de la mente su mirada perlada y rostro cabizbajo.

Con un suspiro cerró los ojos decidiéndose a dormir y darle fin a ese día, que para su desgracia se había sentido horrendamente largo en compañía de aquellas dos chicas, en especial con Haruno colgada de su brazo, curiosamente la compañía de aquella introvertida Hyūga no le desagradaba tanto.

Con la respiración entrecortada y el rostro sonrojado la observó entrar al salón, era extrañamente raro verla llegar 15 minutos tarde alguna clase.

—¿Te dormiste Hyūga?.—preguntó al verla tomar el único asiento libre de la clase, que curiosamente era delante de él.

Ella se tensó bajo el sonido de su voz y tímida y temerosamente volteo su rostro a él.—B-buenos días U-Uchiha-san.—saludo cortes.—Y n-no, he t-tenido otro inconveniente.—explico antes de regresar su mirada al frente, dando por terminada la conversación.

—¿Cuál?.—pregunto pinchando su espalda con un lápiz y haciendo que ella se tensara.

—E-es p-privado…—susurro sin voltear y antes de nuevamente seguir molestándolo una mirada sobre él, lo hizo voltear reconociendo al instante a la dueña.

Haruno le sonrió cálidamente, con sus mejillas sonrojadas a lo que él la observó unos minutos antes de simplemente regresar su mirada al frente.

Sinceramente esa chica le desagradaba en gran medida.

Con nerviosismo observó el reloj colgante en la pared, sintiéndose desfallecer cuando esté le anunció que faltaban menos de cinco minutos para que la clase acabase. Con ansiedad observó a Sakura y, quién en silencio prestaba atención a la clase ajena a la reunión privada a la cual tenía que asistir, apenas concluyendo esa clase.

Flash Back.

—Oye Hyūga-chan.—la llamó una voz chillona que le pareció conocida, curiosa volteo su rostro atrás encontrándose con dos pares de ojos.
Su piel palideció y su corazón se saltó un latido cuando reconoció a las dueñas de aquel par de ojos.

—K-Karin-san, T-Temari-san.—susurro haciendo una leve reverencia a las chicas de imponente presencia, que la observaba con molestia.—¿S-se les ofrece a-algo?.—pregunto con educación observando desesperada sus alrededores en busca de algún docente que pudiera salvarla de esa incómoda y para nada grata situación.

Karin la fulminó con la mirada caminando un paso hacia ella, el mismo que ella retrocedió inconscientemente, con el temor latente en su garganta.

—He escuchado que tú y la mosquita muerta de Sakura, han tenido una cita con Sasuke-kun y Naruto.—susurro acercándose peligrosamente a ella con una divertida Temari siguiéndola.—No sé, si estás enterada Hyūga, pero tanto Sasuke-kun como Naruto están fuera de la liga de cualquiera. En especial fuera de tu liga bicho raro.—susurro con burla y amenaza.

—N-no creo que e-eso sea a-algo que u-usted p-pueda d-decidir K-Karin-san.—opino en lo que supuso fue un ataque de estupidez humana mejor conocido como valentía.

Temari tras Karin soltó una carcajada haciendo que la pelirroja la fulminará con la mirada, aumentando así su diversión.

Ella por otro lado temblaba cual gelatina y sudaba helado. ¡Buen momento para fingir ser valiente!. Se felicito con sarcasmo, observando temerosa a ambas chicas frente a ella.

Regresando su mirada a ella Karin se acercó velozmente, tanto que ni siquiera pudo retroceder o siquiera moverse. Un quejido seguido de una mueca de dolor se pintó en sus labios cuando la mano pálida de aquella chica jalo su cabello.

—¡K-Karin-san…!—jadeo con dolor.

—Dile a la perra de Sakura que está tocando terreno prohibido.—susurro amenazante con un sonrisa macabra pintada en sus rojos labios.—O mejor aún, dile que nos reunamos en la azotea apenas termine la primera clase.—susurro, a lo que ella asintió, haciendo que Karin la soltara llevándose en el proceso algunos de su largos mechones.

—¡Oh! Se me olvidaba tu también estás invitada Hyūga.—susurro antes de alejarse, dejándola a ella totalmente pálida y estupefacta, con un mueca de dolor y despeinada.

Fin Flash Back.

De solo recordar aquel encuentro un sudor frío le recorría el cuerpo. La clase finalizó más antes de lo que ella hubiese deseado adelantando así aquel terrible, horrible, malo muy malo encuentro.

—Hina-chan.—escucho la voz de Sakura y al levantar su rostro la observó caminar hacia ella con una mirada preocupada brillando en sus verdes ojos.—¿Sucedió algo? ¿Por qué llegaste tarde? Fue una suerte que la primera clase nos la fuera a dar Kakashi-sensei, si no, hubieses estado en problemas.—comento Sakura ayudándola a empacar sus pertenencias.

—E-estamos en p-problemas…—susurro con miedo haciendo que Sakura la observase confundida.

—¿De que…?

—T-Temari-san y K-Karin-san q-quieren h-hablar con nosotras en la azotea.—interrumpio nerviosa observando en todo momento el rostro de su amiga el cual no mostró otra cosa más que fastidio.

—Así que ya empezaron a moverse….—susurro molesta.—…Tks que fastidio.—suspiro Sakura antes de encogerse de hombros.

—S-Sakura-chan….—susurro al ver como su amiga simplemente le restaba importancia aquel problema gigantesco.

—No iremos.—sentencio con seguridad.—Karin está loca si piensa que obedeceré sus órdenes.—gruño con molestia.

—P-pero S-Sakura-chan ellas….

—Sera peor si les muestras miedo, solo ignóralas.—ordeno Sakura a lo que ella simplemente asintió no muy convencida.

—Te dije que Sakura no vendría.—se burlo Temari recostada tras una pared observando divertida a su amiga que maldecía a las chicas suicidas que había posado sus ojos sobre Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto.

—Esa maldita perra rosada se más vera conmigo. ¡Y el bicho raro también!.—gruño Karin zapateado con rabia el suelo.—¡Si quieren que sea a la mala, pues a la mala será!.—grito molesta saliendo furiosa de aquella desolada y fría azotea.

—¡Espérame Karin!.—grito Temari corriendo tras de ella.

¡Ni loca se perdería aquella masacre!.

¡Hey Uchiha-san enamorese de Sakura-chan!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora