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“Eres eso que no es mío, pero que no quiero que sea de alguien mas”
Caleto

..
.

—Oye teme, ¿Les ha hecho algo a Hinata-chan?.—escucho preguntar a Naruto junto a él, por lo que apartando la mirada del despejado y azul cielo miro a su amigo.

Tenía el ceño fruncido y lo miraba con sospecha. Suspiro.

—…No.—contesto regresando su mirada al cielo, pero esta vez ya sin prestarle atención, con su mente puesta en aquella molesta chica de ojos perla.

—Entonces si no fuiste tú ¿Quién?.—se pregunto Naruto confundido haciendo que una sonrisa incrédula se pintara en sus labios.

¿Quién? ¿Realmente había hecho aquella pregunta?.

—No sé… ¿Quién querría molestar a una chica de baja estatura, ojos blancos, tímida, introvertida, silenciosa, sombría, nerviosa y con complejo de inferioridad? Realmente no lo sé.—se burló de Naruto, haciendo que este lo fulminará con la mirada.

—¡Serás…!

Pero antes de que siquiera pudiera terminar de insultarlo una voz burlona y femenina que él conocía a la perfección lo interrumpió.

—Te dije que Sakura no vendría.

Naruto volteo su azul mirada a él con un poco de sorpresa a lo que él se encogió de hombros, indicándole con una mueca que guardara silencio y escuchará.

—Esa maldita perra rosada se las vera conmigo.—gruño una segunda voz que tanto él como Naruto reconocieron al vuelo.—¡Y el bicho raro también!.

—…¿Bicho raro?.—susurro Naruto confundido.—¿Quién…?

Rodando los ojos ante la lentitud de Naruto, presto aún más atención aquella plática que tenía como tema de conversación a Sakura y Hinata.

—Si quieren que sea a la mala pues a la mala será.—grito nuevamente aquella chillona voz, interrumpiendo a Naruto… de nuevo.

—¡Espérame Karin!.—grito una segunda voz.

Pasados unos minutos y asegurándose que no hubiera nadie Naruto lo volteo a ver, mientras la duda, sospecha y desconfianza empezaba  a brillar en sus azules ojos.

—¿No creerás que Karin…?

—¿Enserio los estás preguntando?.—dijo con un poco de incredulidad. Naruto maldijo en silencio antes de correr tras su psicótica prima.

—Así que ya empezaron a moverse.—susurro una vez solo, sonriendo un poco divertido.

Ya se venía lo bueno.

Casi sentía lástima por aquella torpe chica.

Con un suspiro dirigió su mirada al despejado cielo azul. Había sido solo cuestión de tiempo para que Karin se enterará que Sakura estaba tras de él, le sorprendía lo mucho que se había demorado esta vez, teniendo en cuenta que la vida de ella giraba en torno a él.

—S-Sakura-chan.—susurro nerviosa caminando junto a su amiga quién a diferencia de ella caminaba en completa calma.

Sakura la volteo a ver de reojo por lo que ella continúo.—¿C-crees q-que…?

—Solo tranquilízate Hinata-chan, Karin en como un perro, ella solo ladra.—la interrumpió Sakura con tranquilidad.

—¿D-de v-verdad?.—susurro insegura, Sakura asintió rodando los ojos pero sonriendo con seguridad.

—De verdad.—aseguro y ella asintió, pese a que los nervios, la inseguridad y el miedo no desapareció.

Estaba cien por ciento segura de que el no haber asistido a la cita con Karin traería repercusiones catastróficas, ambas estaban en grave peligro y todo por una persona, que estaba segura en ese momento gozaba de una tranquilidad tanto mental como física.

Eran momentos como esos en los que se arrepentía enormemente de haber hecho aquella promesa que desencadenó todos esos líos.

“Yo haré que Uchiha-san se enamore de ti”

En qué momento su cerebro pensó que aquella había sido una buena idea, que acaso no pudo prever los problemas que traería a futuro. Involucrarse en el entorno de Uchiha Sasuke era algo de peligro, nada bueno podría resultar de aquella temeraria acción, pero total ya no había manera de retractarse, sin importar cuanto se recriminar su estupidez no podía hacer nada más que seguir adelante con su promesa, aún si eso era un riesgo para su salud mental y física, porque sin importar cuanto le costará ella haría lo que fuera para que Sakura no volviera a llorar, enfrentaría a Karin y Temari con tal de defender el amor e ilusión de su amiga.

Levantando su mirada a Sakura sonrió cálidamente.

Yo te protegeré Sakura-chan.—prometió silenciosamente, a sabiendas de que el contraataque de Karin estaba cerca.

Caminando con tranquilidad por el parque en compañía de su perro la vio, lucia diferente de la última vez que la había visto, su cabello lo llevaba como siempre, pero con una simple diferencia que hacía cambiar su aspecto. Un pequeño lazo color violeta adornaba sus hebras.

Vestía un sencillo vestido blanco de tiras gruesas que apenas y se fajaba a su pecho, con un abrigo violeta cubriendo sus brazos desnudos, unas zapatillas blancas protegían sus pies complementando su atuendo.

No la había vuelto a ver fuera de la escuela desde la última cita que tuvieron, y las únicas veces en las que la había visto en la escuela había sido durante clases, curiosamente ella desaparecía durante los recesos en compañía de Sakura, apareciendo únicamente durante las clases. Prácticamente era la primera vez que la veía fuera de un salón durante la semana.

La observó unos minutos más, a diferencia de las últimas veces que la había visto, ella lucía completamente diferente, no se veía nerviosa, ni asustada, su rostro en esos momentos era la definición de la calma y serenidad absoluta. Nunca la había visto tan relajada, ni siquiera en compañía de Sakura.

Y entonces una sonrisa se pintó en sus labios, sin borrar su sonrisa sacó su móvil del bolsillo testeándole un simple “Hola”. Como en cámara lenta la vio sacar su móvil de entre el pequeño bolso a un lado de ella, y siendo un espectador en primera fila, vio como sus sonrisa serena y mirada calma desaparecían y una palidez digna de película de vampiros tomaba lugar.

Ah… era tan divertido molestarla.

Y entonces antes de que siquiera ella pudiera contestar sucedió. Un chico alto de tez pálida y largos cabellos castaños se acercó, vestía sencillo pero con estilo.

Con completa incredulidad vio cómo Hinata guardaba el móvil, ignorando su saludo mientras una sonrisa emocionada adornaba sus labios.
El nunca había visto tal sonrisa en ella.

Y entonces ante su asombro ella se acercó al tipo de cabellos castaños abrazándose a él, siendo correspondida de inmediato. Y sin saber porque la molestia se deslizó dentro de él, al ver aquel chico abrazar sin problema alguno a Hinata, pero quizás lo que más le molestó no fue ver el abrazo si no el sonrojo que le procedió a aquella estúpida muestra de afecto.

—Estupida Hyūga.—gruñó sin apartar la mirada de ella.

¿Cómo se atrevía a ignorar su mensaje por un chico?

¡A él nadie lo ignoraba! ¡Él era Uchiha Sasuke y ella su sirvienta!

—Camina Kyūbi.—ordeno a su perezoso perro antes de arrastrarlo hacia Hinata y el desconocido.

¡Hey Uchiha-san enamorese de Sakura-chan!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora