Capítulo 15.

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De alguna manera inexplicable no he querido preguntar qué pasa. La siento tan vulnerable por primera vez que no me siento en el derecho de preguntar algo al respecto, sería cruel.

Sin saber cómo, terminamos en el suelo del pasillo, recostados contra la pared. O bueno, yo contra la pared y ella contra mí. La abrazaba fuertemente, acariciando su cabello castaño lentamente, Rylie aún hipaba pero ya menos seguido, estaba más calmada.

Había llamado a Ryan varias veces pero no contestaba en absoluto. Deje de insistir y falté a clases igual que ella.

-¿No preguntarás nada al respecto? -su comentario me hizo detener mis caricias en su cabeza.

-No me siento en el derecho de preguntar algo, solo te consuelo como buen amigo.

-Los amigos no se besan -me sorprendió.

-Bueno, tú y yo tenemos la bonita costumbre de ir contra las reglas.

-Mi padre murió.

Paré toda acción. Si antes no sentía mi brazo dormirse, pues en este momento si lo sentí y no me gustó para nada.

-¿Qué? -no era una palabra de aliento pero el cambio radical de tema me desencajó por el completo.

-Está muerto -volvió a decir y escuché su voz quebrarse.

-¿Qué le pasó? -odio estos temas.

-Un ataque al corazón...ja -pude jurar que lo dijo con un poco de ironía pero de pronto era la tristeza.

-No sé qué decir, no soy bueno consolando.

No pensaba decir lo siento, porque yo no fui culpable de nada. O decir que la entendía porque eso no era así. Simplemente mi mejor opción era no hablar.

-Sí lo eres. No con tus palabras pero sí con tus acciones y una acción es mejor a una palabra vacía -dejó de estar recostada en mí, se enderezó y me miró a los ojos-. Sé que no he sido la mejor persona contigo ni con tu amigo pero sí tengo corazón, también sufro. Soy cruel y me burlo de las personas para purificar mi corazón -fruncí el ceño. Con mi pulgar detuve una lágrima que caía por su mejilla-, o envenenarlo, no me importa la verdad, sólo sé que obtengo paz haciendo sufrir a los demás. Es una forma de recompensar la vida de infierno que a veces conllevo.

Silencio. Mucho silencio obtuvo de mí, tampoco se veía como esperando una respuesta, solo me confesó algo.

-Las cosas no deberían ser así. Las personas no tienen por qué sufrir lo que tú sufres. Eres una chica muy egoísta; si tú no eres feliz nadie más lo puede ser. Lastimosamente Rylie, no tienes el derecho de ser así -sus increíbles ojos azules me observaban con cautela. Una de sus manos se posó sobre mi pecho justo en el lugar en el que estaba mi corazón... Un poco desbordado, latiendo con más rapidez, ella causaba ese efecto en mí.

-¿Cómo te gustan las chicas? 

Odiaba estos cambios de temas tan extremos.

-No le veo la relación con lo que hablábamos.

-¿Cómo te gustan las chicas? -volvió a repetir y mi pobre corazón parecía en una maratón.

-No suelo tener un prototipo de chica. No me dejo llevar tanto por una apariencia, me gusta conocer a fondo, cualquiera me puede parecer atractiva -era la respuesta más simple que podía dar. Dejarle en vuelvo mis sentimientos parecía una mala idea... Decirle que su radiante belleza era la que me había cautivado.

-No hablo del físico, hablo de cómo tiene que ser esa chica, qué te atrae.

-¿Por qué me estás preguntado esto?

-Solo responde.

-Una chica tierna -la miré-. Esa clase de chica que le gusta ayudar, porque en parte también me ayuda a mí. Me gusta romper las reglas pero cuando encuentro una pequeña piedra en el zapato que me hace cambiar de opinión, me gusta aun más. Me gusta alguien diferente a mí pero que podamos compartir muchos gustos como leer, hacer bromas, cosas así...

Rylie sonrió, se acercó a mí y me besó. Un toque de labios corto pero electrizante, lo suficiente para hacer que mi corazón diera un brinco. Me había delatado y no con mi descripción si no con el bombeo de mi órgano, donde ella tenía su mano.

-Si así te gustan, ¿por qué te gusto entonces? 

-Es una pregunta que aún me hago -dije sinceramente con su rostro muy cerca al mío.

-¿Le has encontrado una respuesta?

-Sí -sonreí-. Me gusta mucho el peligro, me gusta ir en contra de la corriente.

-¿Estás seguro? 

Su mano bajó de mi pecho. Ya no lloraba. Hablaba con tranquilidad, como si nada nunca hubiera pasado.

-Claro que lo estoy, ¿qué podría salir mal?

(...)

-Rayos -era de las primeras palabras que le había escuchado en español.

-Pensé que ya no hablabas español.

-Soy experto en sorprenderte primo -me guiñó un ojo y sonrió.

Después de hablar con Rylie y prácticamente haber empezado "algo" entre nosotros, yo me encontraba extremadamente  feliz, era indescriptible lo que sentía. Sin embargo, tenía el sentimiento de inseguridad a flor de piel, pues  yo a ella no le había pedido salir o algo más, ella tomó la iniciativa en todo, desde tomarme la mano y andar como si fuéramos pareja por los pasillos del instituto a besarme en tres ocasiones. Creo que yo no podía reaccionar, estaba tan sorprendido con lo que había pasado que no tuve la mínima conexión con mis neuronas para ser el chico.

Quise acompañarla a su casa por lo de su padre, sin embargo ella no me lo pidió y rechazó mi ofrecimiento, de cierto modo me sentí aliviado, no quería problemas con la tía Melany por no haber llegado directamente a casa.

-Aunque sinceramente, no me imaginé que eras tú el que iba de la mano con ella Corey -soltó una carcajada-. Me quité las gafas y las limpié para confirmar que si veía bien.

-Idiota -reí.

-¿Eso significa que Rylie Steel es tu novia? Increíble Clayton, no pensé que lo lograrías.

-No es mi novia aún... -la melodía de mi celular nos interrumpió.

-Ya estás llamando la reina, yo me iré -sonreí ante eso y vi a mi primo alejarse.

-¿Hola? -contesté extrañado, no tenía reconocido el número.

-Hola Corey -sentí una pequeña decepción al escuchar a Ben.

-Hola Benny, ¿estás bien? -pregunté un tanto preocupado. Él había salido muy enojado de clase.

-Oh, sí, estoy bien. Problemas con mi hermano -dijo sin importancia-. Verás, quería llamarte para desatrasarme un poco de lo que pasó hoy en el instituto.

-No te preocupes, solo es que te pase mis cuadernos y estarás al día.

-Es increíble. Gracias Corey.

-No es nada.

-Por otro lado, ¿cómo te ha ido con Rylie? -su pregunta me sorprendió bastante. Cualquiera pasó por mi mente para preguntar por ella menos Benny.

-Excelente, aunque ella le ha pasado algo malo hoy, siento que podemos llegar a ser algo más que amigos -comenté entusiasmado.

-¿Podemos? Eso significa que aún no son nada -preguntó y afirmó al tiempo.

-Por el momento no, aunque ella ha tomado mucho la iniciativa -me encogí de hombros-. Mañana la invitaré a salir, ya después veremos qué sucede y le pediré que sea mi novia.

-Excelente, me alegro por ti -noté un poco de gracia en su tono de voz.

-Gracias amigo -dije con cautela.

-Nos vemos mañana Corey, mi padre acaba de llegar del trabajo -escuché su tono burlesco, me pareció extraño-. Adiós.

Y colgó.

Los Hermanos RyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora