Capítulo 19.

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Me miré por quinta vez al espejo. No entendía nada, estaba tan nervioso que no era ni medio normal. Yo, Corey Clayton que rompo más reglas que los platos, estaba que moría porque me vería con Rylie... sí, algo estaba mal conmigo.

-¿En serio me veo bien? -mordí mi labio viendo mi reflejo. Nunca fui alguien que se preocupara mucho por su aspecto.

-Dios -suspiró Louis-. En serio me colmas la paciencia. Te ves bien.

-¿Y si no le gusta como me visto? -la inseguridad se apoderó de mí-. ¿Y si no le gusta mi estilo de cabello? Tal vez debería peinarlo un poco...

-Suficiente -tomó mi brazo y comenzó a arrastrarme fuera de la casa-. Si estás afuera ya no podrás hacer nada. Disfruta tu cita. Adiós.

La puerta fue cerrada en mi cara y solo pude suspirar. Aún había tiempo para la hora de encuentro, aunque puede que Louis tuviera razón, me estaba preocupando mucho. Si aceptó salir conmigo es porque le gusto cómo soy y mi cabello como siempre ha sido.

Me sentí un poco mejor conmigo mismo y comencé a buscar en mis bolsillos mi billetera para comprar alguna rosa, pero no tenía mi billetera conmigo. Comencé a tocar la puerta de la casa hasta que sentí unos pasos corriendo.

-¿Qué demonios quieres? -dijo mi primo asomado desde una ventana.

-Necesito mi billetera genio -rodé los ojos-. También necesito las llaves de la casa y mi celular.

-Pues no sé qué harás -se encogió de hombros-. Adiós.

-¡Louis!

(...)

Estaba sentado en la banca del parque esperando pacientemente a que Rylie apareciera, sentía que los nervios se habían ido de mí, después de que Louis prácticamente me arrojara todas mis pertenencias decidí irme a esperar e intentar calmarme.

Miré la rosa roja que tenía al lado mío sintiendo ese pequeño nudo en mi estómago y así confirmé que los nervios seguían de mi lado, esperé unos segundos más hasta que pude ver la sombra de alguien más frente a mí, poco a poco subí mi cabeza y entonces me encontré con esos maravillosos ojos azules que tanto me volvían loco.

-Veo que has llegado temprano -sonrió-. ¿O yo llegué tarde?

-Para nada -la invité a sentarse a mi lado-. Solo que me echaron rápido de casa y tuve que venir un poco más temprano de lo usual.

-¿Te echaron de tu casa? 

-Oh sí, mi primo dijo que le causo estrés o algo así -le resté importancia con mi mano-. ¿Tú cómo estás?

-Pues ahora me encuentro mucho mejor -algo dentro de mi corazón pareció no funcionar bien.

-¿Y Ryan? ¿Cómo siguió? 

Y ahí todo pareció irse al carajo. La bonita sonrisa de su cara se desvaneció y giró su cabeza hacia otro lado. Fruncí el ceño ante tal reacción, parece que dije algo mal.

-Lo siento -dije después de un rato en silencio. Miré la rosa que descansaba a mi lado-. Eh... esto es para ti.

Rylie miró un poco lo que había entre mis manos y vi un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-Es solo que -tomó la rosa-, Ryan aun está mal por lo de papá y verlo tan mal me deprime. Antes debería pedirte perdón yo a ti -olió la rosa en sus manos e hizo una pequeña sonrisa-, la otra vez en el instituto mi hermano casi mata a Benny y creo que habíamos dicho que las cosas cambiarían y no fue así...

Los Hermanos RyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora