Para Nerea había sido un día de instituto de lo más normal. Le habían entregado un examen, en el cual había sacado un 9'8, muy en su línea. En el recreo se había mantenido en la cafetería hablando por el móvil con Miriam.
Era ya última hora de un viernes, lo que significaba que tocaba Matemáticas. ¿A quién demonios se le ocurre poner Matemáticas un viernes a última? Llevaba todo el mes desde que habían comenzado las clases preguntándoselo.
Incapaz de conectar con lo que demonios estuviera escribiendo el profesor, Nerea empezó a desviar la mirada a todos lados que no fuera la pizarra.
Mientras mordía su lápiz observaba distintas partes que conformaban el ecosistema de su clase.
Primero, a la ventana que daba a la calle y desde la cual veía el gran cielo azul que los esperaba afuera. Segundo, la puerta, que tenía el horario de la clase. Tercero, los de la segunda fila a la izquierda, sin parar de tirarse bolitas de papel con el boli. Por último, la miró a ella.
Estaba en la penúltima fila de la parte derecha de la clase, sentada junto a su novio. Este no paraba de hablarle mientras que ella se limitaba en pintar la última hoja de algún cuaderno.
La verdad es que Nerea no recordaba el primer momento en el que se fijó en Aitana. Era como si siempre hubiera sentido algo.
Al principio se sentía muy confundida. "Será una fase", se decía. Finalmente, aceptó lo que era, aunque ese secreto solo lo supiesen sus dos mejores amigos, Miriam y Agoney, y aunque uno viviera a más de 2000 km.
No tenía palabras para describir a Aitana. Desprendía luz.
Cada vez que pasaba al lado de ella por los pasillos giraba su cabeza ligeramente para verla. La única vez que había hablado con ella fue para un trabajo grupal que hicieron en primaria. Qué tiempos aquellos.
Nerea vivía en las sombras, mientras a Aitana todos la conocían y admiraban. Todos querían ser ella, su novio o sus amigos. Aitana era la popular; Nerea una empollona más.
Sin embargo, ahí estaba. Observándola pintar. Antes veía cómo subía sus dibujos a Instagram, hasta que un día los borró todos de golpe. Pero parecía que seguía gustándole, pues casi todas las clases se las pasaba haciendo lo mismo. No era de extrañar que fuera algo justita en casi todas.
La morena parecía que no escuchaba lo que su novio y su amigo, que estaba completamente girado en su silla, se estaban contando. A veces asentía cuando le daban en el hombro, pero no parecía importarle mucho aquello de lo que hablaban, que seguramente sería el plan de esa tarde.
-Señor Vázquez.-llamó el profesor. Ambos primos se giraron, dejando de hablar por primera vez en lo que llevaban de día.
-¿A quién se lo dices?- preguntó Raoul, que seguía girado sobre sí.
-Pues iba para su primo, pero ya que me he percatado de que se ha girado déjeme decirle que se coloque correctamente. El respaldar se llama así por algo.
Amaia, sentada a su lado, soltó una breve pero escandalosa risa que se calló al instante. Aitana por su parte se limitó a ver la escena, cerrando ese cuaderno y abriendo el de Mates antes de que su profesor lo viera.
El profesor se acercó poco a poco a la mesa donde ella se sentaba.
-Y para usted, Samuel...
-Llámame Sam, que hay confianza- dijo el novio de Aitana mientras le daba una palmadita y le guiñaba un ojo, acto que provocó la risa de sus compañeros.
-Señorito Sam, entonces, me lamento informarle de que en clase no se puede llevar gorra.
-Venga hombre, que quedan 30 minutos de clase.
-¿Y quiere usted pasarlos en el despacho de la jefa de estudios?
Aitana fue corriendo a susurrarle algo en el oído. Sam la miró y se quitó la gorra, que liberó unos pequeños tirabuzones castaños sobre su frente.
-¿Contento ya?
-Así me gusta, buen chico- se burló el profesor revolviéndole el pelo al alumno-. Bueno, después de este inciso y como iba diciendo...
Mientras el profesor hacía su camino a la pizarra, Aitana le sacudía el brazo a Sam, que no paraba de hacer burla con su primo.
Le dijo algo un tanto preocupada, a lo que él le respondió con un gesto pasota y en sus labios se pudo leer la palabra "exagerada". Aitana se dedicó a enviarle unas miradas no muy amistosas mientras Sam le chocaba la mano y se reía con su amigos.
El timbre puso el tan esperado final a esa clase. Los alumnos prácticamente huyeron del aula, medio corriendo por alcanzar la salida y llegar asu casa lo más rápido posible.
Nerea salió y vio que en la puerta la esperaba su querida Miriam. Era su vecina desde los 5 años. Habían crecido juntas y eran las mejores amigas, tenían muchas pulseras como prueba.
Ya era una tradición que los viernes fuera a recogerla a la salida. Esta vez era más especial, porque aprovechando que el cumpleaños de Miriam era el domingo hoy irían a almorzar juntas.
-¿Qué pasa, enana?- saludó Miriam con un abrazo a Nerea.
-No aguanto una clase más con Pedro. De verdad qué sufrimiento todos los días a última.
-Verás cuando te vayas cómo lo echas de menos.
-¿Te imaginas?- dijo Nerea con cierto tono de ironía.
Nerea miraba a todos los lados mientras su amiga cogió el móvil para mirar las ofertas que tenía de restaurantes. Estaba buscándola, pero no salía.
Miriam levantó un poco la mirada y soltó:
-¿Qué pasa?¿Que el amor de tu vida se está retrasando? Qué pena de que no vaya a ver a su admiradora secreta una última vez antes de pasar todo el finde sin ti.
-Shhhh- fue corriendo Nerea a callarla-. Cállate, que te va a oír alguien.
-Cuidado, a ver si no le vas a poder vender la exclusiva al Hola.
-Qué graciosa- replicó sacando la lengua.
Entonces salió. Acompañada por los 3 de siempre y riéndose a carcajadas. Tenía la risa más bonita y contagiosa del mundo.
Bajó la escaleras y andó hasta la puerta, donde una chica con una casco de moto en la mano la esperaba. Le dio un beso en la mejilla, un pico a su novio y se fue con ella.
-No jodas que se conocen.
-¿Qué ladras ahora?- preguntó rodando los ojos Nerea.
-¿Sabes quién es la chavala de la moto?
-Su hermana,¿por?- le contestó caminando hacía la puerta.
-Pues porque es mi crush de mis clases de inglés.
-No me lo puedo creer- dijo Nerea sonriendo-. Nuestros destinos están completamente conectados. Pero, ¿es muy crush crush o solo crush?
-Hombre, una buena visita guiada por Cuenca le hacía.
-MIRIAM POR FAVOR.
Hey.
Se me hace extrañísimo escribir tras 2 años sin abrir Wattpad.
Este es el primer capítulo de este fanfic ifridge (Andrea diciendo lo obvio).
Espero que os guste .
Felix Felicis y paz.
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Mujer Contra Mujer | ifridge
FanfictionNerea vive en las sombras. Aitana no puede pasar desapercibida. La música es su pasión. Las unirá una canción.