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—Chicas, está perfecto— anunció Pilar cuando terminaron de cantar—. No sé qué habréis hecho, pero la conexión está más que perfecta. Enhorabuena chicas.

Aitana llevó su brazo derecho a los hombros de Nerea para juntarla con ella.

—Digamos que seguimos tu consejo de la música— dijo Nerea, mirándo a Aitana de reojo—. Y también seguimos métodos propios— rio.

Pilar elevó una ceja y las contempló con una sonrisa pícara.

—¡No esos!— saltó Aitana. Ojalá, pensó Nerea—. Ver pelis, tocar el piano y patinar.

Pilar siguió sonriendo con un matiz de ternura. Jamás se habría imaginado que esas chicas que apenas se miraban el primer día ahora no pudieran pasar ni un minuto sin buscarse la una a la otra. No podía creer que su plan había surgido efecto.

—Bueno, pues seguid repasando y cuando se convoquen ensayos con los demás recordad venir también— las dos chicas asintieron casi sincronizadas y se bajaron del escenario sin separarse demasiado. Recogieron sus cosas y se marcharon del salón de actos rumbo a casa de Nerea, donde ensayarían un poco más.

Ya en la calle mientras caminaban, Nerea le preguntó algo.

—¿Es cierto eso que dijiste antes?— se refirió al ejercicio que habían hecho antes del ensayo, en el cual debían de decir lo que más le gustaba de la otra—. Lo de mi sonrisa.

La ratona asintió.

—Me estás vacilando.

—Nerea— se paró y la agarró de los hombros hasta quedar cara a cara—. Tu sonrisa es, literalmente, la cosa más cuqui que he visto en mi vida.

Esto provocó una sonrisa completa de parte de la rubia, arrugando un poco su pequeña nariz.

Si es que tú entera eres la cosa más cuqui que he visto, pensó.

Siguieron caminando en silencio. Nerea entonces decidió hacerle un poco de caso a Agoney y lanzarle alguna ficha, pero conociéndose, tenía que ser una ficha subliminal.

Girl you got me helpless!
Look into your eyes, and the sky’s the limit I’m helpless!
Down for the count, and I’m drownin’ in ‘em

Canturreó una canción de uno de sus musicales favoritos, cambiando el "boy" que decía originalmente la canción por "girl".

Aitana giró su cabeza para verla, un pelín confusa.

¿Acaba de tirarme una ficha Nerea?

¿Qué cantas?— le preguntó.

—Uno de mis musicales favoritos— respondió con toda la tranquilidad del mundo—. Se llama Hamilton.

¿Y esa canción?— inquirió.

Bien, Aitana, eres menos disimulada que una mierda.

Una de las principales de mi personaje favorito, Eliza. Además de mi papel soñado— sus ojos brillafon un poco más.

¿Ves, Aitana? Eres una paranoica.

...

Ensayaron hasta la hora de la merienda, cuando después de comerse casi entero el bizcocho de miel de la madre de Nerea, las dos empezaron a hacer tonterías y a canturrear.

Aitana estaba sentada en la cama apoyada en el cabecero y Nerea abrazada al otro extremo a uno de sus peluches. Aitana intentó por todos los medios que Nerea le terminase de cantar la canción que había empezado antes, pero no hubo manera.

Mujer Contra Mujer | ifridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora