Mujer Contra Mujer | ifridge

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nere🌹
dímelo

Aitana🌻🍯
nop

nere🌹
joeeee

Aitana🌻🍯
feliz navidad nere

nere🌹
feliz navidad

(aunque tecnicamente
hasta mañana no es)

La del flequillo negó sonriendo antes de bloquear el móvil y dejarlo cargando. Le divertía mucho dejar a Nerea con la intriga de lo que iban a hacer. La mayor llevaba tres días suplicándole que le diera una pista, pero no había conseguido nada. Y por fin mañana descubriría qué era.

Bajó corriendo las escaleras al escuchar el timbre. No tan rápido como le hubiese gustado pues si no sabía que se mataba. Cuando llegó abajo se vio frenada por el agarre de su hermana.

—Enana ni se te ocurra— dijo mientras su hermana pequeña iba ganando y librándose poco a poco de su agarre—. A la tita la voy a saludar yo primero.

—Suéltame, Ana Alicia Ocaña Morales— masculló con dificultad—. Me vas a arrugar la ropa, Ana Banana.

Su padre y su tía se quedaron paralizados al ver la escena. Ninguna de las dos se dio cuenta de su aparición, por lo que Cosme carraspeó para hacerse notar. Automáticamente, la doble A miró al unísono y la mayor soltó a Aitana, que casi se cae debido a la fuerza que estaba haciendo por soltarse. Esto ayudó a que cogiese ventaja y llegara antes a abrazar a su tía.

—¡Tita!— la abarazó nada más llegar a esta. Poco después notó los brazos de Ana rodeándola en un intento de llegar a su tía.

—Ejem, ejem— tosió Cosme—. Que soy el ayudante de Papá Noel hoy y me voy a congelar aquí fuera, que tan gordo no estoy.

Pasaron al salón. Las dos chicas se sentaron una a cada lado de su tía y no la dejaron levantarse ni para saludar a su hermana.

—¿Cómo van las cosas en Connecticut?— preguntó Ana.

—Bien, bien. Me he echado novio...

—¡ALELUYA!— se escuchó a Belén desde la cocina.

—...pero se ha quedado ahí. Aunque os manda saludos a todos.

—¿Y el primo Roi?— inquirió la pequeña de la familia.

—Sigue en Londres en su intento de hacerse mánager.

—¿Y lo ha conseguido?

—Este año ha conseguido trabajo de elfo en la casa de Santa Claus, que ya es algo.

Durante la cena, Belén por fin consiguió arrebatar a su hermana de las garras de sus hijas para una vez al año que se veían. Una vez más, su tía la intentó persuadir para que Aitana fuera a visitarla a Estados Unidos.

—Deberías venirte este verano.

—Ya veré. Aunque me encantaría.