Mi planta de naranja-Lima

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-¡Entonces todos! Todos son buenos ennla familia. ¿Y porque el niño Jesús no es bueno co nosotros? Vete a la casa del doctor faulhaber y mira el tamaño de la mesa llena de cosas. Lo mismo en la casa de los Villa-Boas. Y en la del doctor Adautor luz,ni hablar....

Por primera vez vi que totoca estaba casi llorando.

-Por eso creo que niño Jesús quiso nacer pobre sólo para exhibirse. Después el vio que sólo los ricos servían. . . Pero no hablemos más de eso. Hasta que puede ser que lo que diga sea un pecado muy grande.

Se quedó tan abatido que no quiso conversar más. Ni siquiera quería levantar los ojos del cuerpo del caballito que pulia.

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Fue una comida tan triste que no daba ganas de pensar. Todo el mundo comió en silencio, y papá apenas probó un poco de "tabanada". Ni siquiera había querido afeitarse. Tampoco habían ido a la misadel gallo. Lo peor era que nadie hablaba nada con nadie.
Más parecía el velorio de niño Jesús que su nacimiento.

Papá agarró el sombrero y se fue. Salió incluso en zapatillas, sin decir hasta luego no desear Felicidades. Dindinha sacó su pañuelo y se limpionlos ojos pidiendo permiso para irse en seguida con tio Edmundo. Y este pusoalgun dinero en mi mano y en la de totoca. A lo mejor hubiese querido dar mas y no tenia. A lo mejor, en vez de darnos dinero a nosotros,desearía estar dandoselo a sus hijos, allá en la cuidad. Por eso lo abrace. Tal vez el único abrazo de la noche de fiesta. Nadie se abrazó ni quiso decir algo bueno. Mama fue al dormitorio. Estoy seguro de que ella estaba llorando,escondida y todos tenían ganas de hacer lo mismo. Lala fue a dejar a tio Edmundo y a dindinha en el portón y cuando ellos se alejaron caminando despacito,despacito, comentó:

-Parece que están demasiado viejitos para la vida y cansados de todo...

Lo más triste fue cuando la campaña de la iglesia lleno la noche de voces felices y algunos fuegos artificiales de elevaron a los cielos para que Dios pudiera ver la alegría de los otros.

Cuando entramos nuevamente gloria y Jandira estaban lavando la vajilla usada y gloria tenía los ojos rojos como si hubiese llorado mucho.

Disimulo,diciéndonos a totoca y a mi:

-ya es hora que los chicos vayan a la cama.

Decía eso y nos miraba. Sabía que en ese momento allí no había ya ningún niño.

Todos eran grandes,grandes y triste, cenando a pedazos la misma tristeza.

Quizá la culpa de todo la hubiera tenido la luz del farol Mortecina, que había sustituido a la luz que "linght"mandara a cortar. Tal vez.

El reyecito que dormía con el dedo en la boca si era feliz. Puse el caballito parado, bien cerca de el. No pude evitar pasarle suavemente las manos por su pelo. Mi voz era un inmenso río de ternura.

-Mi chiquito

Cuando toda la casa estuvo a obscuras pregunté bien bajito:

-Estaba buena la "rabanada", ¿no es cierto,totoca?

-no se ni la probé.

-¿por que?

-se me puso una cosa rara en la garganta que no me dejaba pasar nada... vamos a dormir. El sueño hace que uno de olvide de todo

Yo me había levantado y hacia barullo en la cama.

-¿a donde vas zeze?

-voy a poner mis zapatillas del otro lado de la puerta.

- no las pongas. Es mejor.

        Continuará....