ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ❪ 039. ┊𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑𝐀 𝐕𝐄𝐙. ❫

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Salió. Sabía que no debería haberlo hecho. Sabía que trataron de retenerle durante minutos, horas, nadie sabía cuánto tiempo. La cuestión es que pudo escapar de los titanes del orden.

Natasha intentó evitar el encuentro entre ambos chicos, sin embargo, nada de sus ideas funcionaron pues él rubio ya se encontraba caminando rumbo al gimnasio del establecimiento. Sam y James le siguieron para asegurarse de que no le sucediera nada y tarde se dieron cuenta de que no tenían de nada por qué preocuparse.

- Excepto por Sharon. - Comento la joven Romanoff camino a casa. - No quiero ser parte de una infidelidad.

Y, mientras sus amigos preparaban una buena excusa para su actual novia, él ya se encontraba en el gimnasio. Con manos temblorosas, nervioso y los sentimientos a flor de piel, se acercó al muchacho más bajito.

Desde su lugar un par de ojos almendrados recorrían su cuerpo y cada vez que daba un paso se sentía más vulnerable ante la atenta mirada. No supo que decir o qué más hacer, se saludaron cordialmente con aquella elegancia que poseía Anthony y Steve se obligó a corresponderle de igual forma.

La respiración se contuvo en una buena cantidad dentro de los pulmones cuando los labios rosas se levantaron en una sonrisa lista, temía de aquello que quisiera hablar él menor. En primer lugar, ¿Qué era tan importante como para llamarle en medio de la noche? Y ¿Por qué no se lo comentó en el almuerzo?

Si bien recordaba, últimamente pasaban todo el tiempo juntos. Desde la mañana, en inicio de clases, hasta la tarde, después de que Steve le dejara en su habitación. Y algunas veces en las noches, en sus encuentros sexuales. No había excusa, a menos que fuera una ruptura.

Oh, vaya, Steve no quería eso.

Si, él Joven Stark y Steve Rogers mantenía una relación de "amantes", así lo denominó Bucky. Tony decía que solo eran amigos con derechos. Pero basta de títulos, algo malo sucedía y mejor si lo hacían rápido.

- ¿De qué me querías hablar? - Decidió empezar al ver que Tony estaba demasiado ocupado sonriendo tan divinamente. - ¿Sucedió algo malo?

Su amigo se quedó en silencio, sin moverse un poco de su lugar. No debía entrar en pánico, Tony era dramático y gustaba picar para molestarle. Tal vez se trataba de una broma.

- Me estás matando. - Respondió golpeando fuerte y claro en los oídos del rubio. ¿A qué se refería con aquello?

Frunció su entrecejo confundido ante tal respuesta, no le gustaba los movimientos lentos del menor.

Creyó sentir su pecho más inflado por la respiración irregular y como un susurro dijo:- ¿Qué?

- Eso. Me estás matando Rogers. - Comenzó a decir con simpleza tomando tres pasos más cerca del rubio. Miró cuidadosamente las facciones del más alto sin perderse de ningún detalle.

Lo negó bastante tiempo y allí se encontraba frente al hombre que lograba vulnerar todos sus sentidos. Incluso el golpeteo de su respiración contra sus labios le erizaba la piel.

Frente a frente, tenían una íntima lucha de miradas bajo la poca iluminación del gimnasio que, si bien no era incómodo, le causaba cierta ansiedad al rubio.

Tampoco se dio cuenta el momento exacto cuando un par de brazos rodearon su cuello,

Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Steve sonriendo con ternura.

- Se lo que haces. - Río por lo bajo sin responder al casi abrazo que le brindaba su contrario.

- Anda, dilo.

- Creo que hay que ir despacio. - ahora su voz salió en un susurro acariciando los labios cereza del moreno.

- ¿Qué quieres de mi, mhn? - Levantó una ceja mirando los labios del rubio. - Dices que quieres formalizar nuestra relación y luego que hay que ir despacio. Dime qué quieres Steve Rogers.

- Te quiero a ti. - Cerró sus ojos con fuerza. La cercanía aturdía sus sentidos y nubla sus pensamientos, quería tenerlo así por mucho más tiempo para tocar cada centímetro del menor. Tony, al ver la reacción de su compañero de clase le empujó hasta tropezar con uno de los muebles.

- Entonces pelea por mi. Elígeme y déjala. - Se atrevió a decir empujándolo contra lo que parecía ser un sofá. Steve volvió a contener la respiración, fácilmente podría quitarle de encima, sin embargo, se dejaba hacer porque no podía luchar contra aquél que invadía todos sus pensamientos.

Tony se sentó encima de las piernas del contrario mientras esté negaba confundido.

- ¿De qué hablas, Tony? - Frunció su entrecejo. No entendía. En serio, no entendía la repentina actitud del moreno.

- Estoy cansado de ser la segunda opción, estoy cansado de tener que hacer todo yo sólo. Elígeme, por favor. Di que me amas y seré completamente tuyo. - Tal vez aquello fue más una súplica que una declaración de amor, no lo había planeado así.

Steve sonrió divertido logrando que su pequeño orgullo se sintiera humillado. El rubio tomó su rostro y repartió cortos besos por todo el área con una hermosa y estúpida sonrisa.

- Te amo. - Dijo por fin manteniendo aquella sonrisa. - Sabes que lo hago, no sé a qué viene todo esto.

- Tu chica, Sharon. Ayer me siguió, dijo un par de cosas y no quieres saber qué pasó después. - Hizo un puchero apoyando sus manos sobre los anchos hombres de Steve. - se veía segura, así que dije: tal vez debería quitarla de una vez por todas de mi camino.

- ¿Qué te dijo? - Ahora se sentía tremendamente curioso sobre aquel encuentro. En la mañana de ese día, Sharon se comportó extraño, dedujo que fue por las palabras que cruzó con él castaño.

- Algo sobre cena familiar, tu pidiéndole la mano a sus padres y miles de ridiculeces. No es cierto, ¿Verdad?

Por supuesto que no. La única razón por la que aún mantenía una relación con la rubia era porque si hubo un tiempo donde le atraía, sin embargo, llegó Tony a su vida y no sabía cómo decirle que ya no quería nada con ella. Temía lastimar sus sentimientos.

- No, no habrá tal cosa. - Tony asintió con suficiencia murmurando un "lo sabía". - Mañana hablaré con ella, lo siento si te molestó, no sabía que te había seguido.

- No te preocupes, supe manejarlo. - río divertido. - hubieras visto su cara.

- Oh, claro que la ví. En clase de literatura, me miraba como si quisiera asesinarme. - río junto a él. Tony sonrió deteniendo su sutil risa para unir sus frentes.

- La primera vez que te ví pensé que debía tenerte o moriría y ahora siento tanta paz. - admitió en un suspiro.

- Ese día, cuando nos conocimos, me dijiste que me enamoraría locamente de ti. Estábamos en deporte, discutimos y me golpeaste. - Negó con diversión.

Tony era y es la persona más perfecta del mundo, no le importaba hacer lo que tuviera que hacer para mantenerlo junto a él por el resto de su vida. Sabía que sin importar lo que pase desde ese día en el gimnasio nada podría llegar a ser tan malo, porque tenía al amor de su vida y este le amaba de igual forma.

〃  𝐄𝐒𝐒𝐄𝐍𝐂𝐄.⠀⠀┄──⠀⠀𝘴𝘵𝘰𝘯𝘺 𝘥𝘳𝘢𝘣𝘣𝘭𝘦𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora